Llegó de Valencia para afincarse en Murcia hace dos años. Al catalán le sedujo el nuevo proyecto que un pequeño grupo de rebeldes del reino de Murcia le ofrecía, y no dudó en sumarse a la causa. La temporada fue casi inmejorable para él y su equipo, al que únicamente le faltó la guinda del ascenso. Sin embargo, llegado el verano, llamó a su puerta la corte del rey del reino, pidiéndole que se uniera a ellos. Alejandro, que así era su nombre, no lo dudó entonces. Quería defender al Real. Unos meses después, un gol suyo ha coronado a los granas reyes del Reino de Murcia.

A flor de piel

Inmerso en un ambiente magnífico, arrancó el derbi en La Condomina. La emoción de los días previos se dejó palpar en los primeros instantes de un partido con aroma muy especial. Los dos equipos saltaron muy intensos y concentrados, sabedores del golpe moral que podía suponer no empezar el partido con buen pie. Dentro de esta fase de asentamiento, fue el Murcia quien se mostró más cómodo. De la mano de un Carlos Álvarez terriblemente móvil, y con Moreno muy inspirado en zona central, los granas comenzaron a encontrar huecos a la espalda de los mediocentros.

El Murcia estaba cómodo y cada vez que lograba salir lo hacía con peligroAsí llegaría la primera ocasión grana en las botas de Armando, quien, tras un gesto magnífico, mandó su remate por encima del larguero. No tardarían en responder los universitarios con un cabezazo muy peligroso de Nono, que se fue lamiendo la cepa del poste. Tras esta fase de definición de partido, fue el UCAM quien asumió el peso del balón. Ante un Real Murcia muy sólido y bien replegado atrás, los de Salmerón comenzaron a moverla con paciencia. Sin embargo, el Murcia estaba cómodo y cada vez que lograba salir lo hacía con peligro. Precisamente en una de esas salidas llegaría el primer gol del partido.

Sergio García botó una falta esquina al corazón del área y Dani Pérez se interpuso de cabeza, para acabar mandando el balón a su propia portería. El Murcia, superior en cuanto a sensaciones, se adelantaba en una acción afortunada. No obstante, si algo había remarcado Aira de su rival en los días previos, era el saber estar de éstos bajo condiciones adversas. Algo que el UCAM demostraría en los minutos precederos. Por detrás en el marcador, no le tembló el pulso, menos aún al capitán Góngora. En el 29, el lateral lanzó una falta magistral a la escuadra y el UCAM empató el partido. Los universitarios no solo se reponían pronto, sino que tomaban ventaja de sensaciones ante un Real Murcia que acabó pidiendo a gritos el tiempo de descanso.

Chavero, rey en la tabla de ajedrez

Ya en la segunda mitad, el Murcia volvió salir enchufado de vestuarios. Los granas saltaron muy intensos a la segunda parte, de nuevo con un hiperactivo Carlos Álvarez, al que poco a poco se le iba sumando Chavero (un calvario para su excompañero Remón). Justamente una jugada entre ambos sería la primera gran ocasión del segundo tiempo, pero el asturiano no anduvo fino en la definición. El UCAM, muy partido por tramos, estaba siendo altamente superado a base de intensidad, por lo que Salmerón no tardó en mover sus piezas.

Organizados en un 4-3-3, el UCAM se hizo con el control del centro del campo y el partidoEn un intento por reestructurar a los suyos, retiró al extremo Carlos Rodríguez, incluyendo a un centrocampista de corte defensivo como Checa. Y el partido cambió. Organizados en un 4-3-3, los universitarios se hicieron con el control del centro del campo, deshaciendo el dominio de Chavero. Fueron tramos donde creció enormemente la figura del senegalés Fall, que, más libre, comenzó a abarcar terreno a sus anchas. Remón mandó un balón claro a la grada, y poco después Aguilar envió fuera por poco un portentoso golpeo.

La entrada de Rafa de Vicente frenó la superioridad del UCAM
La entrada de Rafa de Vicente frenó la superioridad del UCAM | Imagen: Nacho García (La Verdad)

El Murcia estaba totalmente a merced de su rival, por lo que Aira decidió contrarrestar a su homónimo. Retiró a Moreno dando entrada a de Vicente, y el Real Murcia se recompuso en el medio. Fruto de esa recomposición, lograron los granas forzar un saque de esquina desde la izquierda. La zurda de Sergio García obró y Chavero, en el primero, coló el balón al fondo de las mallas. Gol cargado de emoción del barcelonés, que provocó una leve avalancha de aficionados del fondo pimentonero (que quedaría en un susto). Era el minuto 75, y el golpe ya sería muy duro para el UCAM. Pese a ello, los de Salmerón seguirían intentándolo. Casi en el 93, Góngora tendría el empate con un libre directo, pero su remate se estrelló contra la barrera para algaravía murcianista.

Nueve años después, La Condomina vio ganar de nuevo a su Real Murcia, y además lo situó primero de grupo. En un partido que cumplió con todas las expectativas, los de Aira completaron una actuación magnífica, supieron sufrir y acabaron aliándose con el destino para llevarse un revitalizante triunfo. Por su parte, el cuadro de Salmerón hizo sus deberes e incluso dio la sensación de poder llevarse el tramo por momentos, pero no pudo con el peso de la historia. Y es que, el Real Murcia, el Real Murcia de Chavero, de nuevo reinó en la Región.