Este Racing juega a 'grande'

El segundo mejor equipo de España -contando 1ª, 2ª y 2ªB- y el conjunto menos goleado de todas esas categorías. ¿Se puede pedir algo más? Han pasado ya seis jornadas y el Racing sigue intratable. Una seguridad defensiva brutal, una calidad inalcanzable para la mayoría de equipos de la división de bronce y un oficio que ha sacado a relucir en los momentos más complicados de este arranque de campaña. Con todo ello, este Racing juega a 'grande'.

Y es que el conjunto verdiblanco ha completado uno de los mejores arranques de su historia. Sin duda, el mejor de las cuatro temporadas que ha tenido que afrontar en Segunda B hasta la fecha. 16 puntos repartidos en cinco victorias y un empate, contando con 8 goles a favor y uno en contra. Unas estadísticas más que positivas que se ponen de relieve si pensamos en que el Racing de la 2016/2017 es un equipo prácticamente nuevo: técnico nuevo, nueve caras nuevas además de los canteranos que han subido al primer equipo, un estilo diferente... nunca es fácil acoplar todas estas alteraciones y menos aún de forma tan rápida como han conseguido Ángel Viadero.

Inicios del Racing en Segunda B

*En la 90/91, las victorias contabilizaban dos puntos

Solidez defensiva: seguridad, coberturas y presión

El sistema, el estilo, las sensaciones, el juego del Racing no sería nada sin la solidez defensiva. Es un apartado que Viadero ha tratado de cerrar cuanto antes. Y ya lo buscó al pedir dos porteros de gran nivel para la meta de El Sardinero. Dos de los mejores cancerberos de la categoría como son Iván Crespo y Raúl Domínguez están respondiendo con grandes actuaciones -sobre todo el primero que es titular en liga- en este arranque de temporada. 

Con porteros que salvan puntos, lo siguiente es tener una zaga de confianza, segura y contundente. Así lo es. Con un Mikel Santamaría que ha mejorado sus prestaciones con respecto a la pasada campaña y un Samuel Llorca, de lo mejor de la categoría, aportando su experiencia, serenidad y calidad al eje central de la defensa, todos defienden mejor. Desde los laterales, con Córcoles y Julen Castañeda aportando mucha seguridad hasta los centrocampistas, extremos y delanteros que aprietan y presionan con la seguridad de tener una línea de contención atrás de gran nivel. También los canteranos Gándara y Camus, que han ido entrando en la zaga, han respondido de manera positiva.

Como decíamos, con una parte de atrás tan segura, el resto del planteamiento defensivo se realiza con mayor fluidez. Los delanteros y extremos presionan la salida y circulación de balón rival, evitando la circulación fácil ni los envíos largos -un recurso tan utilizado en la categoría-. Todos se dejan la piel en la presión sabiendo que tienen un escudo por detrás, llámese Llorca, Mikel, Córcoles o quien sea. Además, el doble pivote funciona a las mil maravillas en el apartado defensivo, gracias a la garra y el derroche de Granero y al posicionamiento e inteligencia de Álvaro Peña.

A todo ello se une el espectacular sistema de ayudas y de coberturas que ha elaborado Viadero. De manera armoniosa, el equipo se muve de un costado a otro al ritmo que marcan los hombres de banda. Derecha-izquierda o izquierda-derecha. Como una unidad, como un paquete unificado en el césped del estadio de turno. Para hacer sufrir al Racing hay que encontrar un hueco, un nicho de dolor en el engranaje cántabro. Lo encontró el Lealtad aprovechando la velocidad de sus extremos frente a dos laterales que ni tienen experiencia ni son laterales. Las circustancias. 

La creación: don Álvaro Peña

La 'serenidad' de Peña y la 'locura' de Granero combinan a las mil maravillas

Y se ha ganado el tratamiento de 'don' por su elegancia, por su calidad. El centrocampista vasco crece a pasos agigantados e incluso muestra mejores sensaciones que en su mejor momento de la temporada pasada. Es el auténtico jugón de la medular. A la calidad que posee en sus botas, a la clarividencia con la que ve el juego, a la precisión que tienen sus pases, a la clase que atesora se une esa forma de contemporizar, de llevar el tempo del partido. Pausas, aceleraciones, movimiento de un lado a otro, balones directos, elaboración, verticalidad... El cerebro de Peña es como una calculadora inteligente que analiza diferentes fórmulas para llegar al resultado en ese preciso momento. Es el cerebro del Racing.

Si a todo ello le adjuntamos la lucha, la brega y el corazón que le pone el incombustible Borja Granero a su lado y la calidad que tiene tanto por delante como en los flancos, el resultado es una auténtica máquina de crear fútbol. El centrocampista valenciano hace que, no solo Peña, sino todos jueguen más tranquilos a su alrededor. Presiona, corre, ayuda, cubre, roba y también mueve el balón cuando tiene que hacerlo. Es el empuje, el ímpetu, la locura que hace falta al lado de una mente como la de Peña.

Dani Aquino acumula cuatro de los ocho goles del equipo en liga

A los lados, jugones de la calidad de Héber, César Díaz u Óscar. Velocidad, dinamismo, verticalidad, descaro... Y arriba Dani Aquino. No es solo el hombre gol del equipo -lleva cuatro tantos de los ocho del equipo cántabro- sino que pone la magia a partir de los tres cuartos de campo. Es más, incluso se le ha visto bajar a recibir balones a la medular y asociarse con Peña. Bonita pareja de baile. Descaro es poco para describir a uno de los jugadores con mayor calidad y pegada de la categoría. Cuando el balón llega a las botas de Aquino, el peligro está asegurado. Viadero sabe combinarle con dos tipos de acompañantes: el luchador, el que deja espacios, el que se parte la cara con la defensa contraria -Caye Quintana- y el veloz, el que no se lo piensa, el que aporta esa dosis de locura, de la que antes hablábamos al ataque. A Aquino se le ve igual de cómodo. 

El oficio, más allá del fútbol

Y algo muy importante. Algo que está mucho más allá del fútbol o del deporte. Pero ojo, tiene mucho que ver con ello. "Es un equipo que se agarra y sabe estar", comentaba Viadero en la sala de prensa de Les Caleyes. Se refiera a ese oficio y a ese saber manejar los partidos que tienen sus pupilos, sobre todo en los momentos más complicados. Ya se ha visto en anteriores ocasiones y se pudo ver en Villaviciosa: pese a los apuros, el Racing sabe jugar con los nervios, con su rival y con el tempo. Tiene jugadores veteranos o al menos que saben manejar este tipo de situaciones. Crespo, Córcoles, Llorca, César Díaz... incluso otros no tan mayores como Aquino, Granero o Peña. El oficio del 'grande'. Y es que este Racing está jugando a ser 'grande'. De momento, lo es.