Barraña acogía el enésimo derbi gallego de la temporada. El CD Boiro y el Coruxo FC se enfrentaban en esta nublada tarde de domingo con la misión de amarrar los tres puntos puestos en juego sobre el tapete del feudo boirense. Para los primeros, ganar supondría un empujoncito clave en las aspiraciones de los blancos por la permanencia; para los vigueses, aportar más puntos en su zurrón y un pasito más hacia una zona de playoff que hace unas jornadas parecía inalcanzable pero que antes del pitido inicial solo estaba a cuatro puntitos.

Continuidad en las alineaciones

Los dos equipos saltaron al césped de Barraña con dos onces que se han afianzado en las últimas jornadas como el equipo titular de ambos conjuntos. Por parte de los locales, Fredi Álvarez premió el ritmo que han tomado sus muchachos repitiendo el once que logró el empate la jornada pasada en Somozas. La única variante fue la entrada de Mateo Garcías por Catú, que cumplía sanción, acompañando a Crespo. De hecho, el eje de la defensa ha sido distinto en los últimos tres partidos.

Por los de Rafa Sáez las ausencias de Josu y Hugo Sanmartin fueron lo más destacado de la convocatoria verdiblanca. En la partida titular Pedro Vázquez y Mateo ocuparon el sitio de Österholm y Jorge Fernández, que habían salido de inicio en el último encuentro de los vigueses en la victoria ante el CD Izarra.

Un Boiro en racha

El pitido inicial dio paso a las hostilidades, que no se hicieron de rogar en un partido en el que los dos equipos salieron a la cancha decididos a hacerse con los tres puntos. Tanto Fredi Álvarez como Rafa Sáez sabían que un empate no valía en sus aspiraciones, por lo que sus pupilos se dejaron la piel desde el primer minuto. Ya en los primeros compases del partido los dos conjuntos gozaron de ocasiones con Romay y Pedro Beda como protagonistas en los locales y a Pedro Vázquez por los visitantes.

Los goles de Juampa y Pedro Beda adelantarón al Boiro en el primer tiempo

Superado el primer cuarto de hora el partido empezó a asentarse y la balanza se empezaba a decantar del lado de los blancos, más protagonistas con el balón y con oportunidades más claras. A los veintitrés minutos un balón rechazado en la frontal del área supuso el 1-0 gracias a un zurdazo de Juampa que envió el balón al fondo de las mallas. Primer mazazo para los verdiblancos que se vieron muy pronto por debajo del marcador. A pesar de eso, siguieron intentando acercarse a la meta de Guillén pero los barbanzanos se mostraron serios y ordenados atrás, esperando la oportunidad de noquear a los vigueses. Esa oportunidad llegó solo cinco minutos después del 1-0 gracias a una contra llevada a cabo por Romay desde la derecha. El diez boirense llegó hasta la línea de fondo y ante la salida de Alberto mandó un balón al punto de penalti para que Pedro Beda solo tuviera que empujar sin oposición a la red.

Primera media hora perfecta del Boiro y un 2-0 que se antojaba ya insalvable para los visitantes. Los muchachos de Rafa Sáez no hincaron la rodilla a pesar de las adversidades pero una y otra vez sus envites se toparon con una defensa blanca comandada por Mateo Garcías que rozó la excelencia y con un Pato Guillén que desde que volvió al once ha mantenido su portería a cero en los últimos tres partidos, demostrando que el charrúa está de nuevo a su mejor nivel.

El muro de Barraña

Contra las cuerdas e incapaces de llegar con soltura al área boirense, Rafa Sáez no tardó en introducir cambios para darle otro aire al equipo. Primero dio entrada a Jorge en defensa y antes de cumplir el cuarto de hora del segundo tiempo Cubas y Österholm remplazaron a Pedro Vázquez y Iosu Villar para reactivar el ataque pontevedrés. Con los cambios el Coruxo volvió a lanzarse al ataque para recortar distancias contra un Boiro que dominaba la situación con y sin balón. La mejor ocasión verdiblanca la tuvo Rubén pero su disparo se marchó por encima del larguero. El orden táctico del Boiro y un inspirado Guillén evitaron que el Coruxo recortara distancias. 

La ordenada defensa boirense y Guillén mantuvieron la puerta a cero

Con el paso de los minutos el Coruxo fue perdiendo fuelle y su futbol se volvió más opaco en comparación con el de los locales, que viéndose por delante del marcador estaban cómodos y dejaban en las botas de Borja Yebra la dirección del partido. Ya en los minutos finales un córner pudo suponer un penalti contra los barbanzanos por la caída en el área de un atacante verdiblanco, pero el trencilla no señaló los once metros. Acto seguido, los boirenses recuperaron un balón en el centro del campo y Juampa filtró un pase a la media luna del área para que Cano redondease el partido poniendo el 3-0 con un disparo fuerte y raso que superó a Alberto.

El pitido final significó el triunfo del Boiro, un triunfo que supone salir de la zona de descenso después de muchas jornadas coqueteando con el peligro. Ahora con 31 puntos los de Fredi Álvarez se aúpan hasta la decimocuarta posición y se sitúan dos puntos por encima del Caudal Deportivo, que ahora ocupa los puestos de playout. Por el contrario, el Coruxo no aprovechó los tropiezos de la SD Ponferradina y Valladolid B para acercarse un poco más a los puestos nobles de la clasificación. Con todo, se mantienen en una posición placida en la tabla y puede vivir sin sobresaltos las próximas jornadas. El derbi gallego deja momentáneamente al Boiro en Segunda B. Una derrota para el Coruxo pero un triunfo para el fútbol gallego. Cuantos más estén el año que viene en el Grupo I, mejor. 

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Sobre el autor
Rodrigo Brion Insua
Periodista y adicto al deporte. Football is my religion.