Ayer se dio una de esas situaciones que solo pueden ocurrir en un mundo tan disparatado y maravilloso como la Segunda División B. Fredi Álvarez, hasta ayer entrenador del CD Boiro, pasó en horas de engrosar las filas del INEM a encontrar trabajo, esta vez como (redoble de tambor) ¡entrenador del CD Boiro! Desde la directiva de la entidad gallega, presidida por David Places, y en armonía con Fredi Álvarez, entrenador y presidente acordaron prolongar su vinculación lo que resta de temporada con la esperanza de mantener vivo el sueño de la permanencia.

Una decisión sabia

La decisión de mantener al técnico se hizo oficial en la noche de ayer, seis horas después de que el club emitiera un comunicado en su cuenta oficial de Twitter anunciando la marcha de mutuo acuerdo del técnico moañés. Los pobres resultados del equipo ante rivales directos (dos puntos de los últimos doce), el distanciamiento entre el cuerpo técnico y la directiva por la falta de refuerzos en invierno y los problemas de pago con las nóminas de los jugadores y la conversación entre el adiestrador y David Places el domingo tras la derrota por 4-0 ante el CD Guijuelo en donde el técnico le exponía que no se sentía con la fuerza necesaria para continuar, fueron los motivos que precipitaron la salida de Fredi del banquillo de Barraña.

Una decisión motivada claramente por los nervios de verse de nuevo en puestos de descenso, por la falta de tiempo para intentar reconducir el rumbo del equipo y por la inexperiencia del equipo en una categoría tan exigente como la división de bronce del futbol español. Sin duda una opción precipitada la de destituir al técnico con el que había arrancado su andadura en Segunda B y entorno al que giraba todo el proyecto, desde la confección de la plantilla hasta el estilo de juego.  A falta de solo siete jornadas para la conclusión del campeonato, dar un viraje de semejante calibre en el equipo mediante la destitución del técnico no parecía la decisión más acertada, aunque su sustituto fuese un hombre de la casa y parte del organigrama técnico de Fredi Álvarez como es José Tizon.

Sin duda, que Fredi Álvarez se siente de nuevo al frente del equipo el próximo domingo ante la UD Mutilvera  en Barraña es lo mejor para el club. No solo porque es el hombre ideal para el proyecto, un proyecto ambicioso donde se han depositado muchas esperanzas y aunque los resultados no le acompañen, está consiguiendo situar a la pequeña localidad costera de Boiro en el mapa del fútbol español, sino porque a falta de solo siete hojas en el calendario de la temporada, un nuevo técnico sería difícilmente capaz de cambiar cosas de un modo determinante para que el conjunto blanco se mantuviese la temporada que viene en el Grupo I. La mejor opción con tan poco margen de reacción, es seguir a muerte con el proyecto, sean cuales sean las consecuencias. Los aficionados no deben olvidar que no sería descabellado pensar que el CD Boiro, un equipo que hace un par de años seguía bregándose en los campos de tierra del fútbol amateur gallego, perdiese la categoría en su primera temporada en Segunda B. Un escenario más que posible para un club novel, aunque el proyecto no contemple esa posibilidad.  El aspecto negativo de todo lo ocurrido es que pueda repercutir en el ánimo y nervios de una plantilla que encara siete finales para decidir su destino. Esa experiencia solo puede o dividir más la plantilla o unir más a jugadores, cuerpo técnico, directiva, afición y pueblo para lograr la permanencia. Ojala sea más bien lo segundo. Ya que rectificar es de sabios.