El Burgos CF acaba de anunciar, completamente por sorpresa, el acuerdo de rescisión del contrato de Manix Mandiola como técnico del primer equipo. El Burgos se encuentra sumido en un abismo, ni si quiera ven un halo de luz blanca e intentarán, tras este cambio de entrenador, finalizar la temporada lo mejor posible y asegurar su salvación.

El equipo blanquinegro tiene por delante tres finales de infarto para asegurar su continuidad en la categoría, tres partidos ante tres conjuntos gallegos que dictarán sentencia y dictiminarán el devenir del club de la capital burgalesa en los próximos meses. Nacho Fernández, actual director deportivo se hará cargo del equipo hasta final de temporada, esperando que lleve a buen puerto a unos jugadores que navegan a la deriva desde hace varias jornadas y no terminan de encontrar ni si quiera ver de lejos la orilla.

Nacho Fernández será el tercer técnico de la temporada en El Plantío.

Manix Mandiola llegó como un entrenador que haría jugar bien al equipo y que le llevaría a la salvación con más gloria que pena pero desde hace unas jornadas el propio técnico perdió también el norte, fallando en las alineaciones, errando posteriormente en los cambios durante los encuentros y no terminando de encontrar un esquema habitual con el que el Burgos lograse victorias.

El Burgos ha decidido tomar esta decisión tras el mal ambiente palpable en las gradas de El Plantío y tras verse cada vez más con el agua al cuello, optando por la opción más sencilla para una directiva que necesita que el conjunto burgalés se mantenga en Segunda División B para continuar con su nuevo proyecto. No se lo esperaba nadie y nadie sabe si será la mejor solución pero, al menos, buscan un revulsivo y lo hacen desde el que comanda el banquillo.

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