Después de una temporada irregular, llena de luces y sombra, el Racing de Ferrol y el CD Boiro llegaron a la penúltima jornada liguera con los deberes todavía por hacer. En el cuadro departamental despedían la temporada en casa esperando cerrar su presencia en la Copa del Rey una vez que han dicho adiós de forma definitiva a los playoff de ascenso. Por su parte, el equipo de la Ría de Arousa necesitaba una victoria y que el resto de resultados le favorecieran para mantenerse con opciones de lograr la permanencia en la última jornada.

Defensas de circunstancias

Tanto Miguel Ángel Tena como Fredi Álvarez sabían de la importancia de este partido para lograr la consecución de sus objetivos. Por eso los dos salieron con lo mejor que tenían para asegurar sus opciones. En los locales, el técnico valenciano apostó por mezclar veteranía y juventud en su equipo, destacando la entra del joven De Paz en el lateral derecho en detrimento de Cruz, con Catalá, Víctor Vázquez y Nano completando la zaga. En el centro del campo, Rafa García y Gonzalo tiraron de galones y experiencia para intentar dotar a la sala de máquinas de sobriedad.

Mientras, el adiestrador boirense tenía más problemas a la hora de confeccionar el once. Con Mateo Garcías fuera tras romperse el cruzado ante el Pontevedra CF y con Catú mermado, Soto y Crespo fue la pareja de centrales encargada de salvaguardar la meta de Guillén. El resto del equipo fue el habitual de las últimas jornadas, con Romay asentado en la creación junto a Borja Yebra y con un equipo ultraofensivo en tres cuartos de campo para poner en apuros al equipo verdiblanco.

Sin mucha historia

La primera parte arrancó con los dos equipos bien colocados sobre el tapete de A Malata y conscientes de que la finalidad era no cometer errores si querían llevarse el partido. Los dos conjuntos se fueron probando poco a poco, midiéndose como dos púgiles en una velada por el cinturón de campeón.  Sin muchas ocasiones y a pesar de la valentía mostrada por los boirenses y su presión alta, el Racing fue el que supo llevar el peso ofensivo del partido, aunque siempre superado por una línea defensiva barbanzana muy bien trabajada y sacrificada en cada disputa, ganando la mayoría de los duelos.

Joselu y Juampa tuvieron dos buenas ocasiones 

La mejor ocasión del primer tiempo llegó traspasada la media hora de juego. Un pase rompelíneas de Adri Armental dejó solo a Joselu ante el Pato Guillén.  Con mucho tiempo para pensar, el máximo artillero ferrolano desaprovechó la oportunidad mandando el balón por encima de la portería del charrúa. En cualquier otro partido, el ribeirense hubiera engordado sus escandalosas cifras goleadoras, pero hoy no fue el nueve resolutivo que acostumbra ser.

A raíz de esa primera ocasión, el Boiro se desperezó y se fue en tropel al ataque. Al filo del descanso los blancos gozaron de dos ocasiones que pudieron desequilibrar la balanza. Primero por medio de Rubén Rivera con un disparo que se marchó pegadito a la base del poste, luego con una jugada a balón parado con Juampa como protagonista. Falta desde la frontal y el bonaerense estrelló el cuero en la madera justo antes del silbido que daba por concluida una primera parte sin muchas ocasiones.

Un error que vale oro

La reanudación no pudo empezar mejor para los de Fredi Álvarez, que tuvo que ver el encuentro desde la grada. La presión barbanzana dio sus frutos cuando provocó un erro juvenil del centro del campo ferrolano. Un pase atrás desde el centro del campo hacia Ian Mackay del que se aprovechó un siempre atento Rubén Rivera. El ariete herculino interceptó el pase y en el mano a mano quebró al guardameta y envió el balón sin oposición, aunque escorado, al fondo de la red. 0-1 y el Boiro pasaba a depender de sí mismo en la liga.

Rubén Rivera aprovechó un fallor rival para marcar

Tras el gol, el Racing buscó la igualada sin mucha fortuna pero si con mucho ímpetu. Dani Benítez, con un disparo desde fuera del área, obligó al cancerbero uruguayo a hacer una estirada salvadora para mantener su meta a cero. Más tarde Mendi, que había entrado en el descanso en sustitución de Joselu, pudo hacer la igualada con un testarazo que atajó Guillén sin mucho esfuerzo. El propio Mendi mandaría el esférico al larguero en otro buen remate, pero a pesar de los muchos intentos del equipo de Ferrolterra, entre la zaga visitante y Pato cuajarón un partido sobresaliente para mantener su portería inédita. A la contra pudo hacer el conjunto blanco el segundo de la tarde, pero ni Cano ni Romay acertaron a definir ante Mackay. Pidiendo la hora y sacando fuerzas de donde no las había, los boirenses llegaron al pitido final por delante en el luminoso, logrando otra victoria de auténtico merito ante un rival a priori superior.

Con la victoria, el CD Boiro pasa a depender exclusivamente de sí mismo para mantener la categoría. La próxima jornada recibe en casa al Burgos CF, otro rival directo. De ganar, los barbanzanos lograrían la permanencia directa, de empatar necesitaría una derrota del Caudal de Mieres y de perder, dependería de lo que hiciese el UD Mutilvera para ir al playout. Mientras, el Racing de Ferrol despide la temporada en A Malata a solo un punto de la Copa del Rey, un objetivo que puede sellar la próxima jornada ante la ya descendida Arandina CF. Toda la temporada resumida en noventa minutos. Emoción hasta el último segundo.