A falta de solo una jornada, el CD Boiro tiene en su mano la permanencia directa si logra los tres puntos ante el Burgos CF. Barraña dictará sentencia en una última jornada de infarto en el coliseo blanco. Incluso el empate puede sacar a los boirenses de los puestos de playout y eludir el descenso directo si le benefician el resto de resultados. El domingo el estadio y el pueblo entero se colorearán de blanco y azul en apoyo a un equipo que, termine como termine, ha cuajado una temporada más que notoria para ser la primera temporada de su historia en la categoría de bronce del futbol español.

Un año historico

A pesar de las múltiples lesiones, de los escándalos arbitrales, de las rachas de malos resultados y de estar varios meses sin cobrar, los jugadores, el cuerpo técnico y la dirección deportiva del Boiro han hecho méritos de sobra para ser reconocidos por la afición blanca, que tienen el deber de llevarlos en volandas y dejarse la voz en esta finalísima que puede significar el último partido del curso para los barbanzanos. Por eso, pase lo que pase, todos los hinchas boirenses debemos estar agradecidos por las 38 jornadas mágicas que han disfrutado este año.

Gracias a Guillén por enseñarnos que uno puede volar sin alas. Gracias a Jimmy y Axel por ser dos locomotoras imparables por la bandas. Gracias a Soto, Catú, Crespo y Mateo Garcías por su fuerza y coraje para ser un muro impenetrable. Gracias a Borja Yebra por ser un director de orquesta sublime. Gracias a Pillado y Gonzalo por dibujar pases imposibles. Gracias a Cano, Marcos Álvarez y Juampa por romper la cadera de cada rival que les hizo frente. Gracias a Romay por su magia sin varita. Gracias a Pedro Beda y Rubén Rivera por su garra y goles en cada partido. Gracias a Herbert y Manu Rodríguez por ser un soplo de aire fresco en los momentos críticos. Gracias a Borja, Iago y Rodri por estar siempre ahí cuando se los ha necesitado.

Los comercios de la localidad han mostrado su apoyo al equipo a lo largo de la semana

Y gracias al presidente David Places y su equipo en la dirección deportiva por un proyecto que ha llevado al CD Boiro del barro al cielo en cuestión de cinco años. Pero sobre todo gracias a Fredi Álvarez y sus ayudantes. Ese cuerpo técnico que siempre ha dado la cara y que nunca se ha dado por vencido a pesar de que todos y todo parecía en su contra. Fredi nunca renunció a su estilo, nunca renunció a creer y nunca renunció a ganar, ni contra el colista ni contra el líder del Grupo I.

Ahora, ante el último gran reto de la temporada, toda la escuadra debe sacar fuerzas de donde sea para afrontar el que puede ser uno de los partidos más importantes en la carrera de muchos de ellos. Permanecer el año que viene en Segunda B es clave para el ambicioso proyecto del club barbanzano para seguir medrando en el fútbol español. Después de muchos sin sudores, viajes interminables en autobús, dolorosas derrotas, sufridas victorias y demás problemas que los aficionados ni nos acercamos a imaginar, todo el conjunto del CD Boiro se encuentra ante otra página dorada de la historia de este modesto club de la Ría de Arousa. Las primeras líneas ya las han escrito los comercios y aficionados de la localidad, que han llenado el pueblo con los colores de su equipo en la antesala de la cita ineludible del domingo. Aquí estamos preparados para el capítulo decisivo y, sea cual sea el final, solo nos queda dar las gracias por una temporada inolvidable.