La presencia del CD Boiro la temporada que viene en el Grupo I no está asegurada. A pesar de lograr la salvación por méritos deportivos en la última jornada liguera, la permanencia de los blancos en  la Segunda División B queda supeditada a que el club solucione el impago de las nóminas de varios de sus jugadores. Esta situación ha llevado a que muchos miembros de la plantilla barbanzana hayan llegado hasta el punto de interponer una demanda al club para que les abonen los meses de marzo, abril y mayo.

La factura de la temporada

En la asamblea celebrada el pasado viernes, el por ahora presidente, David Places, reconoció esta difícil situación económica. El máximo mandatario confirmó que varios jugadores habían demandado al club por los impagos, pero a su vez hizo un llamamiento a la calma, afirmando que esta semana llegarían nuevos ingresos por parte de patrocinadores y de la Diputación, que de ser así asegurarían la viabilidad económica de la entidad y solucionaría la deuda que asciende a 94.000 euros. Esta situación debe solucionarse antes del día 30 de este mes, ya que de no ser así, el club corre el riesgo de perder la categoría si la primera semana de julio no presenta un aval para asegurar su comparecencia el próximo curso en la categoría de bronce.

La continuidad de David Places depende del acuerdo con el Ayuntamiento

A pesar de los muchos temporales que ha tenido que capear el Boiro durante su primera temporada dentro del profesionalismo, en la asamblea también se aseguró que si se consigue solucionar el problema de la deuda, el club acabará el ciclo con 17.000 euros de pérdidas de todas formas. Sin duda, esta situación se debe a la inexperiencia de los boirenses en estas lides, ya que esta fue la primera vez que la entidad blanca se embarcaba en la aventura del profesionalismo. Por eso, al ser legos en la materia, la empresa del futbol profesional ha resultado un fiasco a nivel económico para el club, aunque el equipo haya respondido en el aspecto deportivo.  

Ahora, los boirenses se enfrentan a su partido más difícil. La espada de Damocles pende sobre la cabeza de un equipo que se ha dejado la piel en los campos de Segunda B y que en esta ocasión tiene que dejarse la cartera para que su proyecto pueda sobrevivir al menos una temporada más. El primer paso será pagar la nómina a sus jugadores. Luego, habrá que elegir presidente, aunque lo ideal sería que David Places y la actual directiva llegaran a un acuerdo con el Ayuntamiento de Boiro para la continuidad del mandatario en Barraña. Y a partir de ahí toca escoger técnico, retener o fichar jugadores, poner en marcha la campaña de abonados, mejorar apartados como la comunicación…Queda mucho por hacer, pero todo depende de los billetes. La gran pena del fútbol: Poderoso caballero es Don Dinero