El Club Deportivo Guijuelo no ha comenzado de la mejor manera, en estas nueve jornadas los chacineros solo han conseguido sumar seis puntos, todos ellos fuera del Municipal. Algo que no tendría que ser así. El equipo fue diseñado para estar en los puestos altos de la tabla y no en descenso como ocurre hasta ahora. Además de apostar por una plantilla de calidad, se apostó por un equipo que hiciera disfrutar a la afición en cada jugada, y mucho más cuando lo hace en casa. Pero tras el paso de las semanas, los halagos se han convertido en murmullos, negativos, gracias la imagen que está dando el equipo cuando salta al terreno de juego.

La pasada campaña, se puede definir en una palabra: sufrimiento. Los chacineros pasaron semana tras semana en descenso, hasta que se obró el milagro. Cuando nadie apostaba por ellos, a tan sólo diez jornadas para finalizar la liga, el equipo consiguió dar la vuelta a la situación y sumar 24 puntos en tan sólo 8 partidos. Es complicado que los milagros se repitan, más viendo que el arranque ha sido peor aún. El ex técnico, Mateo García, consiguió sumar tres victorias, cinco empates y seis derrotas en 14 jornadas, consiguiendo 14 puntos. Algo que por ahora parece imposible de conseguir y es que los chacineros deberían ganar tres de los cinco partidos que quedan hasta llegar a la misma jornada.

Hay una notable diferencia con el curso pasado, y es que el juego de los pupilos de Fabregat ha mejorado con creces, se comenten muchos menos errores en el centro del campo, y Kike Royo junto con la defensa están rindiendo a su máximo nivel. Gracias a las mejoras en el juego, los rivales han conseguido sufrir, pero estas no son suficientes. El Guijuelo no es capaz de adelantarse en el marcador ni mucho menos igualar un partido. Está viviendo una sequía goleadora que jornada tras jornada es mayor. Antonio Pino, Manu Dimas, Pepe Carmona, Cifo, Manu Fuster no han dado el pistoletazo de salida a su cuenta goleadora ni mucho menos han conseguido poner en aprietos a los rivales. Tan sólo dos atacantes, han conseguido anotar, primer Diego Suárez y después Julián Luque, sin olvidar el tanto del capitán Jonathan Martín que nunca falla a su cita con el gol.

Los datos hablan por sí solos, la sequía goleadora de los atacantes chacineros, se está pagando muy cara y ya se sabe que sin gol, no hay victoria.

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