El Celta B gana y desespera al Sanse

El Celta de Vigo B sigue intratable en casa. Después de diez jornadas los celestes continúan luciendo su condición de invicto en Barreiro. La victima de esta semana fue una correosa UD San Sebastián de los Reyes, que a pesar de terminar el encuentro con hasta tres jugadores menos, dio combate al filial que se impuso gracias a un solitario tanto de Dejan Drazic, que empezó el partido en el banquillo. El triunfo deja al conjunto olivico a cuatro puntos del líder, el Deportivo Fabril, mientras que los madrileños pierden comba con la cabeza de la tabla y se quedan en séptima posición.

Sin noticias en el frente

Esta semana las expectativas ya estaban bastante altas a la espera del partido entre dos de los equipos más en forma del campeonato después de realizar un arranque de campaña ilusionante. El Celta B llegaba al choque alicaído después de perder la segunda plaza tras la derrota, la primera del curso, ante el Fuenlabrada, mientras que el Sanse afrontaba el duelo con una racha a sus espaldas de dos victorias consecutivas.

La línea defensiva del Sanse impidió que se viese el juego de ataque

Y ninguno de los dos conjuntos decepcionó de inicio: los locales propusieron más futbol desde el primer momento; los forasteros, sabedores de que eran incapaces de combatir al mismo nivel de juego, apostaron por mantenerse ordenados y esperar a poder salir en tromba hacia la meta de Dani Sotres. La sobriedad táctica de los blanquirrojos impidió que en el primer tiempo se viesen ocasiones claras, ya que los muchachos de Santaelena rayaron a muy buen nivel en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Nandi y Juanfran, especialmente activos en el apartado defensivo, se encargaron de desbaratar cualquier internada rival, mientras que Raí Marchan y Molina trataban de filtrar pases entre la rocosa zaga madrileña. Pudo adelantarse el Sanse por medio de un córner, pero el remate de Fer Ruíz en el primer palo no encontró puerta. Sin apenas oportunidades destacadas, lo más relevante del primer tiempo  fueron los homenajes a Solís, que por una lesión de rodilla estará varios meses sin enfundarse la elástica celeste, y a las víctimas por los incendios en Galicia.

Uno menos, y dos, y tres…

El segundo asalto comenzó de la peor manera posible para el Sanse. A los diez minutos de la reanudación, Akieme veía la segunda amarilla y enfilaba el túnel de vestuarios con más de media hora por delante. En inferioridad numérica el Celta se hizo todavía más dueño del encuentro, y Rubén Albés dio entrada a Drazic para intentar aprovechar la velocidad y el uno contra uno del serbio para intentar llevarse el partido.

La entrada de Drazic tras la expulsión de Akieme cambió el encuentro

El atrevimiento del técnico gallego dio sus frutos al poco de entrar el balcánico. La electricidad del serbio provocó la falta que daría pié al único tanto de la contienda. Falta botada en corto para que Drazic empalase el cuero para enviarlo al fondo de las redes de Morales. Cinco minutos le bastaron al extremo para revolucionar el partido. Por debajo del luminoso, los madrileños dieron un paso al frente pero el partido se les puso muy difícil con el marcador adverso y con uno menos. Neyder y Fer Ruíz lo intentaron con sendos cabezazos, mientras que los vigueses respondieron plantándose solos ante Morales, pero el meta sansero se llevó el mano a mano.

Ya en el añadido, una tangana provocada por la expulsión merecida de Rubén García, después de que el diez pisase a un adversario, dejó a los visitantes con ocho. En el tumulto, Borja Díaz también vio la cartulina roja, por lo que el Sanse tendrá hasta tres bajas la próxima jornada. Sin tiempo para más, el gol de Drazic dejó los tres puntos en Barreiro y el Celta B vuelve a la senda de la victoria tras el tropiezo ante el Fuenla. Por su parte, los madrileños regresan a la capital con tres efectivos menos para el próximo choque ante el Rápido de Bouzas y un poco más lejos de la cabeza de la tabla.

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