Saltaban las alarmas a principio de semana entre la afición fuenlabreña: el Tenerife estaba dispuesto a pagar los 500.000 euros de cláusula por su capitán Luis Milla. Una noticia que, más allá del dinero, se antojaba pésima para los intereses deportivos y, al final de semana, se acabó confirmando.

El talento de Milla, al fin, llega al fútbol profesional. Quizás es la mejor síntesis a este inesperada, pero lógica, noticia. Al fin y al cabo, como decía el entrenador azulón Antonio Calderón, cuando el equipo va bien ''las individualidades sobresalen'' y este solo fue un ejemplo de los varios que hay por la plantilla. 

Con la pérdida de Milla, por el Fernando Torres pierden jerarquía en la medular y, sobre todo, a un capitán con mayúsculas a pesar de su corta edad. Se va con temporada y media en el club y dejando huella entre la afición con unos playoffs y un subcampeonato de la Copa RFEF como logros. 56 encuentros disputados de azulón en los que anotó cuatro tantos.

Como aspecto positivo, su traspaso deja un montante de dinero muy elevado para ser un movimiento de Segunda B: 500.000 euros. Una cantidad que supone una gran parte del presupuesto anual, muy elevado ya de por sí, del equipo de Fuenlabrada. Pero sin duda que, más allá de esto, los de Antonio Calderón pierden más que ganan sin Milla en césped.