Una nueva jornada más en Segunda División B con muchas cosas por dilucidarse. En Galicia se disputa un partido con dos equipos con objetivos diferentes a estas alturas de campeonato, pero con el mismo final, al fin y al cabo, obtener tranquilidad para afrontar el final de la liga. Disparidad de objetivos, fin común. Los tres puntos. Ganar. Irse a casa con el trabajo bien hecho, el objetivo cumplido y la satisfacción de una semana más cerca del final deseado.

Ambos equipos, debutantes en la categoría esta temporada, viven sus temporadas de maneras distintas. Aunque ambas instaladas en la felicidad, sus plantillas viven dos campeonatos diferentes. Los gallegos se encuentran a pocos puntos de las cuatro primeros plazas, que dan derecho al playoff final de ascenso a Segunda División.

Los hombres de Borja González se encuentran a un punto del Navalcarnero, actual cuarto clasificado, y tienen pendiente la disputa del partido aplazado por el temporal de nieve contra el Guijuelo de Jordi Fabregat. La racha de los aurinegros se prolonga desde su triunfo en tierras navalcarnereñas por 0-1, que desde entonces suman tres victorias de manera consecutiva, y buscan la cuarta ante los del Barrio del Pilar.

Los gallegos enfrentan el partido sin bajas reseñables, y con la intención de mantener su buena línea de resultados. Seguir soñando con entrar al final de la liga en la fase de ascenso a la Liga 1-2-3 y allí disfrutar de una experiencia única. El Rápido de Bouzas se ha caracterizado esta temporada por su buen hacer defensivo, con 19 goles encajados, la tercera escuadra con menos goles recibidos; y por su buen aprovechamiento de sus goles, apenas 27, de los que ha sacado una enorme rentabilidad en cuanto a puntos.

Al Adarve le cuesta sumar fuera

Por su parte, el Adarve, aunque más lejos de la zona noble de la clasificación, también vive en su particular estado de felicidad. Los madrileños, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, siguen alejados de la zona de descenso y pensando en conseguir una permanencia holgada, sin tener que sufrir hasta la última jornada. Vista la situación actual de históricos del fútbol español como el Toledo, la Ponferradina o el Pontevedra, por detrás de los rojinegros en la clasificación, todo es posible para el conjunto madrileño.

Sin embargo, lo que los rojinegros cosechan en la guarida del lobo, lo pierden lejos de su morada. En el Vicente del Bosque se han visto obligados a doblegar la rodilla equipos de la talla del Toledo, el Castilla, el Dépor B o el Celta B, y sólo el San Sebastián de los Reyes conoce la victoria en feudo rojinegro. Lejos de casa, la historia es diferente. Los hombres de Víctor Cea han caído en cinco de sus últimos seis desplazamientos. Solo Ferrol y Segovia han sido territorios conquistados por el Adarve.

Los madrileños llegan al Baltasar Pujales sin la presencia de su mayor arma ofensiva. Héctor se pierde la cita por la expulsión por doble amarilla en el duelo contra el Celta B. Cea no podrá contar con su máximo goleador, pero a cambio, el que sí estará listo para la cita es el 'Mago' Berodia. Aunque el veterano mediapunta madrileño podría no ser de la partida desde el inicio, todo apunta a que tendrá minutos si el Adarve necesita de su concurso para ganar en Vigo.

Por lo demás, los madrileños confían en su fortaleza como grupo y su buen hacer para tratar de sacar los tres puntos de un escenario muy complicado. De conseguirlo, el paso adelante hacia la tranquilidad será muy importante. En cualquier caso, el que se imponga en este choque saldrá reforzado hacia su objetivo de cara al final de liga.