Vuelta al buen camino en Sarriena. El Leioa logró una trabajada victoria frente al Gernika en Urbieta y se ha vuelto a colocar entre los cuatro mejores de su grupo. La entrada de Picón en línea defensiva ha vuelto a dotar de jerarquía a todo el eje y Gordóbil ha vuelto a acertar con su planteamiento. Ambas han podido ser las razones por las cuales el Leioa ha vuelto a encontrarse.

Y eso que el partido no fue nada fácil. Urbieta siempre es complicado y esta vez no iba a ser menos. El Leioa comenzó el partido encimando el área rival. La clave fue desactivar el arreón inicial del Gernika en su casa. Y vaya si lo hicieron. Las ocasiones se sucedieron en los primeros minutos. Tanto fue el cántaro a la fuente que al final se acabó por romper. Fue Óscar García, el "9" de este equipo, quien recogió un rechace dentro del área y marcó el 0-1.

La primera parte fue en general plácida para el Leioa, pero en la segunda llegaron las complicaciones. Una falta normal de Picón fue considerada por el trencilla como roja. Rigurosa cuanto menos la decisión del colegiado. A partir de la expulsión, los locales se animaron y acabaron encerrando al Leioa en veinte metros. Pero el resultado se mantuvo, tres puntos más para los de la Margen Derecha.

Picón, hombre clave

La presencia del cántabro es fundamental para el equipo. Sin él, la defensa pierde orden y disciplina. La experiencia es un grado. Picón ha jugado en Segunda muchos años e incluso pudo saborear Primera. Categorías donde la táctica es clave. El ex racinguista tiene la oportunidad ahora de transmitir ese conocimiento táctico a los jugadores del Leioa, y vaya si lo hace. No hace falta decir que es titular induscutible.

Gordóbil, excelente lectura de partidos

Si la temporada pasada quizá el técnico vizcaíno no estuvo a la altura en determinados partidos, en esta temporada su lectura de partidos está siendo sobresaliente. Ya lo fue en Navalcarnero o en el partido en Sarriena contra el Rayo Majadahonda. En este último encuentro, el Leioa perdió por 2-3. Pero Gordóbil estuvo a punto de conseguir con sus decisiones que su equipo empatase el partido. Cuando el Leioa iba 1-3 abajo, Gordóbil quitó a un delantero (Silas), para meter a un defensa (Picón).

La idea era jugar con defensa de tres más dos carrileros. Así el esquema táctico en ataque fue un 1-3-5-2 y en defensa un 1-5-3-2. El Leioa recortó distancias y tuvo oportunidades de igualar el encuentro, pero la pólvora mojada hizo que la victoria volase para Majadahonda. En Gernika, Gordóbil también acertó en sus decisiones. Cuando el Leioa se quedó sin Picón, el vizcaíno tuvo que recomponer al equipo. Fran Sota fue el damnificado. El Leioa perdía calidad, pero ganaba músculo. Era lo que el partido requería, defender con uñas y dientes el resultado y buscar el contragolpe. El Leioa no sufrió tanto como se podía pensar y los mediocentros del Leioa destruyeron bastante juego.

Fran Sota, la locomotora del equipo

Pero si hay un jugador que le de un salto de calidad a este equipo ese es Fran Sota. El riojano genera algo positivo para su equipo cada vez que toca el balón. Pichichi del equipo, asiste y genera juego para sus compañeros. Es pieza clave en el esquema ofensivo del Leioa. A todas estas virtudes hay que sumarle la polivalencia, ya que Sota puede jugar de mediocentro, de interior o de mediapunta. Incluso alguna vez ha jugado de lateral, en el Tropezón. Todo un privilegio para Gordóbil al contar con un jugador comodín, que abra nuevas posibilidades para el equipo.