Con la ilusión del novato en su primer día a pesar de sus 22 años dirigiendo equipos por todo Euskadi; con la ambición del letrado que acoge la defensa del condenado que la mayoría rechaza por la dificultad que entraña el caso. Así es el talante con el que Pablo Turrillas Aranceta afronta sus primeros días como flamante técnico del centenario Sestao.  

A sus 52 años y un nombre forjado principalmente por sus más de 500 partidos en el grupo vasco de Tercera División, este Licenciado en Geografía e Historia, que compagina su trabajo en una empresa de diseño gráfico con su labor de entrenador de fútbol, comenzó su carrera en los banquillos en el equipo de su pueblo, el Amaika Bat, para pasar por Cultural de Durango, Aurrera de Ondárroa, Gernika, Elgoibar, Arenas de Getxo, Anaitasuna , Zarautz y Lagun Onak. Cuatro días después de abandonar el club de Azpeitia, y tras el penúltimo entrenamiento antes de su debut liguero, el técnico ha consumido parte de la escasa hora que separa su Deba natal de la Margen Izquierda atendiendo la llamada de VAVEL. 

“He tenido tres días que no les deseo ni al peor de mis enemigos” apunta con evidente sarcasmo Pablo Turrillas al ser preguntado por su apretada agenda en estos primeros días como entrenador del Sestao River.  Atender a los distintos medios de prensa, radio, televisión, además de acomodarse a la nueva rutina de tomar la A8 tras la jornada laboral para entrenar en Sestao, le hace recordar la comodidad y cercanía que le ofrecía el banquillo del Lagun Onak, aunque no se queja: “Primero medité la decisión conmigo mismo, porque surgen las dudas del que va a un sitio nuevo, regresando a Vizcaya después de unos años, a una categoría donde no había estado, y en la situación de coger a un equipo a mitad de temporada que nunca había vivido. Valoré que había más aspectos positivos que negativos y como no había tiempo que perder aquí estamos”.

En efecto, días frenéticos para un entrenador que tras el cese de Jon González recibía la propuesta de Alfonso Del Barrio, director deportivo del Sestao River, para coger al equipo de Las Llanas hasta final de temporada con el inequívoco objetivo de rescatarlo del penúltimo puesto y mantenerlo en 2ªB: “ A Peli no le conocía ni he tenido la oportunidad de hablar con él, y a Alfonso no es que le conociera demasiado, pero sí que había mantenido alguna conversación con anterioridad. Ahora tenemos mucho trabajo por hacer, pero vamos con ilusión y ganas que es lo más importante”.

Y es que, si en la matinal del domingo el técnico guipuzcoano dirigía al Lagun Onak en Maiona contra el Santutxu, apenas 24 horas más tarde era anunciado oficialmente por el club como nuevo entrenador del Sestao, dirigiendo su primera sesión esa misma tarde: “A todos los medios he insistido mi agradecimiento al River por la confianza que han depositado en mí, y sobre todo al Lagun Onak por todas las facilidades que me han dado para que se cerrara la operación. Es un club muy familiar en el que he trabajado muy a gusto, aunque me voy con el sabor agridulce de despedirme con derrota y reconociendo que para ellos ha sido una faena el hecho de que me vaya en mitad de temporada y tengan que buscar otro entrenador”.

Con el humilde club de Azpeitia Turrillas estuvo hace unos meses a punto de conseguir una machada, clasificándolo para los playoffs de ascenso a 2ªB., donde caerían eliminados en segunda ronda por un gol postrero en el El Rubial de Águilas. Ahora, de forma inesperada, tras 14 temporadas en Tercera y cuatro playoffs de ascenso frustrados, llega la oportunidad de debutar en una categoría que como técnico se le resistía: “Lógicamente se nos quedó un regusto amargo tras haber caído eliminados contra el Águilas, pero el fútbol es muy caprichoso, y cuando no lo piensas ni esperas te pone en Segunda B. En el Lagun entendieron que era para mí una oportunidad tan importante, un tren de esos que sólo pasa una vez en tu vida, que fueron de los primeros en animarme a dar el paso y comprar el billete.Nunca me había quitado el sueño entrenar en Segunda B, pero hay que aprovechar el día a día que no sabemos mañana lo que podremos hacer”.

"El Real Unión tiene una de las mejores plantillas de la categoría"

La conexión Garmendipe - Las Llanas tampoco es nueva, y se le recuerda al míster de Deba que el último cuerpo técnico guipuzcoano que dirigió al Sestao en la temporada 2012/13 estuvo integrado por José Luis Ribera y Aitor Zulaika, dos ex del Lagun Onak: “Precisametne estuve hablando con Aitor, y comentando su pasado en el Sestao. Creo que los entrenadores guipuzcoanos hemos ido a Las Llanas con gusto, demostrando pasión por nuestro trabajo, y muchas ganas de hacerlo bien” - responde con satisfacción.El nuevo míster del River,ha firmado hasta final de temporada - “luego ya veremos que pasa” y, dado que el resto del cuerpo técnico ha abandonado la nave verdinegra junto a Jon González, llega con alguien de plena confianza como su entrenador de portetos: “El preparador físico lo pone el club, y a mí me acompaña Kepa Martín, un gran técnico que ha estado como preparador de porteros en las categorías inferiores del Eibar” aclara con satisfacción.

El técnico guipuzcoano apela a a la unión de todos los estamentos del club, desde una plantilla cuya calidad alaba y recuperación física anhela, hasta la afición, de la que guarda una gran imagen de sus partidos como visitante en Las Llanas: “Me he enfrentado varias veces al Sestao, cuando coincidimos en Tercera, bien en el banquillo del Gernika, del Arenas o el Aurrerá. Recuerdo cada vez que íbamos a Las Llanas respirar ese ambiente de fútbol, esa gente que aprieta, y que vive cada partido con intensidad. Hoy mismo venimos de entrenar en Las Llanas y precisamente veníamos comentando la sensación especial que se siente, es otra cosa, te hace sentirte entrenador de verdad”.

La llegada a un vestuario nuevo no supone especialmente un handicap para Turillas, bien por el conocimiento que tiene de muchos de sus jugadores por su paso por Tercera División, bien por el acreditado curriculum que atesoran otros: "Entre una cosa y otra creo que aproximadamente al 80% de la plantilla ya le conocía, y a algunos de ellos incluso por haberles entrenado, como por ejemplo a Josu Santamaría. Por ello no intuyo un proceso largo de transición, y en poco más de una semana estáará finiquitado el asunto de conocernos mutuamente". Tampoco la Segunda B, aunque se estrene en ella, deja de ser una desconida para el debarra, ya que la simple composición del grupo segundo, con la mitad de sus equipos oriundos de Euskadi, facilitan en parte el proceso de aclimatación al salto de categoría: "Conocemos bastantes equipos, y algunos incluso han sido entrenados por mí, como el Gernika o el Arenas. A los filiales también los controlamos bastante bien, Y por supuesto el Real Unión, nuestro próximo rival el sábado".

"Hay dos entrenadores que me gustan: Mendilibar y Gaizka Garitano"

Un rival extremadamente cercano para el guipuzcoano, que se deshace en elogios ante su oponente: "Irún es una plaza realmente complicada. Para mí, en cuanto a plantilla,tienen una de las dos mejores de la categoría. Además están en un gran momento de forma, con gran juego y confianza. Pero me parece buen momento para enfrentarnos a ellos, más motivados si cabe; creo que se van a a ver cosas nuevas en el equipo  y vamos a pelear el partido hasta el final".

FOTO: JB Monterrey
FOTO: JB Monterrey

Para los que aún no le conocen como entenador Pablo Turrillas se define brevemente: "La verdad es que yo he sido bastante autodidacta. Como jugador estuve en Segunda B hasta que tuve que dejarlo a los 30 años por una lesión. Desde entonces he estado entrenando ininterrumpidamente durante 22 años y nunca he sido de tener un referente claro, aunque hay dos entrenadores que me gustan. Primero, por su carácter pasional, aguerrido, con equipos muy ordenados y equilibrados, un entrenador bien conocido en Las Llanas como Mendilíbar. También se merece mencionar, por lo que ha hecho recientemente y por la relación que me une a él, Gaizka Garitano. Un técnico metódico, que sin hacer ruido fue capaz de subir al Eibar de Segunda B a Primera, no hay dinero para pagarlo.

Sobre cuestiones tácticas, y a pesar de las carencias ofensivas que presenta el River a estas alturas de competición, el míster no parece dispuesto a cambiar su método: “Voy a seguir fiel a mis principios porque creo que es lo que necesitamos ahora mismo. Mis equipos se construyen de atrás hacia adelante, eso es innegociable, y así estamos enfocando esos entrenamientos. Me gusta que mi equipo sea ordenado e intenso. Intentar cometer pocos errores atrás y que se juegue lo máximo en campo contrario”.

"Les dije a los jugadores que por la TV se advertía en sus rostros el decaímiento y las dudas"

El nuevo técnico del Sestao se muestra convencido de las posiblidades y aunque reconce que el reto es difícil, "con ganas e ilusión se puede superar la desventaja". Tras poder ver el último partido de liga ante el Sanse, reconoce los evidentes problemas deportivos - cuesta ver portería y no se suman victorias - y los físicos - hasta cinco defensas copaban la enfermería verdinegra - pero subraya el factor psicológico como prioritario en sus primeras semana de entrenamiento:" Me gusta mandar mensajes directos a quien tengo enfrente, motivar mediante la palabra. Mi primera toma de contacto con los jugadores fue ante todo una charla motivacional. Sobre todo les dije que en el partido por televisión, en los primeros planos, se advertía en sus rostros y en sus miradas una sensación de decaimiento, de dudas. Lo primero que hay que recuperar es el ánimo,porque creo que el fútbol es un estado de ánimo, y eso se está dejando notar en la clasificación".

Turrillas se alegra cuando se le pregunta por la diferencia de 36 puntos que separa actualmente al Sestao de la cifra mágica de 45 que podrían certificar la permanencia: “Es algo que he comentado en la charla a los jugadores en el entrenamiento. Nos equivocaríamos y sería nefasto pensar en los puntos que necesitamos para salir de ahí abajo. Sería nuestro primer error porque tenemos que ir, como se dice ahora, ‘partido a partido’ teniendo en cuenta el lugar en la clasificación y el momento de la temporada. Pensar primero en el Real Unión, la semana que viene en el Amorebieta, y luego en el Gernika. Lo de los 36 puntos de 72 que quedan por disputar es algo que asusta a cualquiera, son cifras de playoffs, así que toca centrarse en ir sumando cada partido el máximo número de puntos posibles hasta donde nos lleve la competición.

Para finalizar, y recordando el trabalenguas que hace un juego de palabras con su nombre y un clavo, Pablo Turrillas nos ofrece un argumento para mantener firme el ‘clavo ardiendo’ de la permananencia al que se quiere aferrar: “Yo me conformaría con que este River, y esta afición con él, se empapara al menos un 20% de lo que ha sido históricamente el carácter de la gente de Sestao. Ese compromiso que hemos visto durante los años 80 y 90 en años tan duros para la Margen Izquierda, luchando por respetar y conservar su puesto de trabajo. Demostrar ese compromiso, esa solidaridad, trabajo y honestidad aseguraría la cura de este enfermo”.