Carlos Pouso no era el problema. Nunca puede ser un problema un técnico que ha logrado cambiarle la cara a un equipo en apenas dos años. El leioztarra cogió un equipo sin identidad y sin grandes objetivos y logró estar cerca de ascender a Segunda y clasificar dos temporadas seguidas a los riojanos entre los cuatro mejores. El problema no es técnico, el problema es de confección de plantilla. Simplemente, la plantilla actual se queda corta y no es suficiente para poder estar arriba. Para eso está el mercado invernal. El Logroñés debe reforzarse, para ello debe acertar en los fichajes. La responsabilidad recae ahora en la dirección deportiva, y por tanto, en Pouso.

Porque Pouso sigue en el Logroñés, sigue trabajando a destajo en Las Gaunas. Ya no es entrenador, pero sigue siendo el director deportivo en el conjunto riojano. Y por ende, el máximo responsable de la confección de la plantilla. Tenemos en España ejemplos de equipos de cuyo éxito tiene bastante culpa su director deportivo. Conocido es el caso de "Monchi" y su Sevilla. Parecía que en verano la UD Logroñés daba un paso al frente, cuando la presidenta de la SD Eibar, Amaia Gorostiza y Félix Revuelta firmaban un acuerdo de colaboración, en el que el Eibar se comprometía a contribuir en la profesionalización del club riojano. Es cierto que el acuerdo es con vistas a largo plazo, pero aún no se han visto ni una ínfima parte de sus presumibles frutos.

Firma del acuerdo entre ambos clubes (fuente UD Logroñés)
Firma del acuerdo entre ambos clubes (fuente UD Logroñés)

 

El tamaño no debe ser excusa

No hay que irse muy lejos de La Rioja para encontrar otros ejemplos de éxito en ciudades pequeñas. Osasuna, Alavés, Eibar, Real Sociedad... Pero el más llamativo es el del Numancia de Soria. A base de crecer desde la humildad, el club soriano ha logrado consolidarse en la Segunda División e incluso saborear la Primera. Y todo en una ciudad de 40.000 habitantes y en una provincia de 90.000. Así que en La Rioja no puede haber excusas. A lo mejor hay que fijarse un poco más en la humildad y dejar de lado ciertos proyectos pensados para clubes de mayor entidad. Bien es cierto que la propuesta de hacer una nueva Ciudad Deportiva es ilusionante, pero puede que no sea lo más apropiado.

Primero, el fútbol

Quizá sea mejor esperar a que el club riojano logre entrar en el fútbol profesional para acometer esa construcción. Lo mejor ahora puede ser invertir dinero para mejorar la plantilla, la cantera y la estructura del club. Porque es evidente que hay cosas que mejorar. El equipo lleva dando avisos desde mayo. Sin ir más lejos, en el playoff, el Logroñés sólo consiguió marcar un gol y no ganó ningún partido de los cuatro que disputó. El año pasado, el equipo no maravillaba, pero cumplía y ganaba. Y casi todo gracias a dos hombres: Pere Milla y Miguel Martínez de Corta. Dos hombres claves, de los que son capaces por sí solos de cambiar la dinámica de un equipo. Uno con sus paradas y otro con sus goles.

Pere Milla era un jugador estrella. Con sus 17 tantos, desatascó muchos partidos donde el equipo no encontraba la forma de superar a sus rivales. Se fue él, se fue medio Logroñés. Es duro decirlo, pero es así. No extrañaría ver al ilerdense pisar un campo de Primera en unos años, porque es un jugador con algo especial. Los atacantes actuales no pueden compararse con él, ni de lejos. El otro bastión sigue fiel a la elástica blanquirroja. Miguel Martínez de Corta lleva salvando al equipo muchos partidos. Si no fuera por él, sin duda el Logroñés estaría en puestos de descenso, ya que actualmente sólo está a uno de la quema.

Pere Milla, celebrando un gol junto a su equipo (fuente VAVEL.com)
Pere Milla, celebrando un gol junto a su equipo (fuente VAVEL.com)

 

Pero no se puede vivir del pasado y el equipo debe reponerse a las adversidades. Con un análisis bastante rápido, es fácil diagnosticar los tres principales problemas del equipo.

Tres debes a solucionar

La falta de gol: El principal debe de este equipo. La escuadra riojana carece de un referente claro. Casi todos los equipos del grupo II lo tienen. Bautista, en la Real B, Dioni en el Fuenlabrada, Luisma Villa en el Arenas de Getxo, Villalibre en el Bilbao Athletic, Galán en el Real Unión... En los riojanos, Espina y Reguilón se reparten los goles, pero el equipo no tiene un líder ofensivo contínuo. Mendi lo intenta, sin resultado. El club tiene que encontrar urgentemente un "9" o un jugador completo en tareas ofensivas. En Las Gaunas ya se asume que será complicado que algún jugador llegue al nivel de Pere Milla. Pero el conjunto riojano necesita gol como el comer, si es que quiere estar en la zona alta.

Falta de rigor defensivo: El año pasado, cuando cualquiera veía un partido del Logroñés, tenía la sensación de que los riojanos eran un equipo compacto y rocoso. No en vano, fueron uno de los conjuntos menos goleados de la categoría. Este año, la sensación es completamente diferente. Da la sensación de que el equipo puede recibir gol en cualquier momento. 16 goles han encajado ya los blanquirrojos en 15 jornadas. En toda la temporada pasada, solamente 28. Y no son más, por el gran trabajo de un Miguel Martínez de Corta que se está mostrando inconmensurable. Obviamente, si los blanquirrojos quieren estar arriba, deben ajustar su defensa.

Falta de experiencia para gestionar los partidos: Cuando un equipo no sabe muy bien a qué juega, hay problemas. Eso le pasa a la UD Logroñés. En numerosas ocasiones, el equipo no sabe bien si quedarse replegado esperando el contragolpe o ir a por el partido desde la pelota. Hay que elegir, y sobre todo acertar con el planteamiento. Si en algo se diferencian los equipos de arriba de los de abajo, es en la claridad de ideas que tienen. Saber gestionar los partidos te permite lograr mejores resultados y con ello posicionarte arriba. El Logroñés aún está a tiempo, porque la igualdad es tal, que el cuarto sólo está a 5, y el tercero a 8. Distancias salvables si el equipo reacciona.

Prueba de toque

Y precisamente contra el tercero juega el Logroñés la próxima jornada. En el Stadium Gal, y contra el Real Unión. Prueba importantísima para los riojanos, que determinará si los riojanos están listos para jugar arriba. Y todo en una semana donde la directiva debe decidir si seguir con el hasta ahora interino Sergio Rodríguez o buscar un nuevo técnico. Mucho trabajo les queda a todos los integrantes de este equipo para volver a hacer a Las Gaunas soñar. Lo bueno es que sólo estamos en diciembre y que hay mucho margen de maniobra y de mejora. Ya se verá si el equipo se toma las uvas mirando hacia arriba o temblando con el descenso.

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