Victoria 'in extremis' de los azulones gracias a un tanto del 'Doctor Gol' en el tiempo de descuento. Tres puntos que dan alas a un Fuenlabrada que ya duerme a un punto de los puestos de playoffs. En cambio, el Sanse continúa con sus malos registros a domicilio y en puestos de descenso a Tercera.

Arrancó el encuentro con un fuerte control por parte de los visitantes. Los de Santaelena ni mucho menos salieron a verlas venir y con Matas, Pichín y Fer Ruiz causaban peligro a la defensa local.

Matas y Rangel incendian el duelo

Y pronto encontraron su premio a tal valentía, con un tanto y celebración de Antonio Matas que olían tan a vendetta como lo de la ida. Pero el Fuenlabrada no rehuyó ante tal golpe y tan solo siete minutos después Dioni igualaba un partido que ya se intuía 'movidito'. Molinero asistía y el gaditano hacía su 13ª diana de la campaña.

Ese rápido gol del empate pareció despertar a un aletargado Fuenlabrada que poco a poco fue entrando en juego. Así se llegó al entretiempo, no sin antes un par de ocasiones.

Tras el paso por vestuarios, el partido fue calcado. Incisiva salida del conjunto sansero y gol al canto. En esta ocasión, con Rangel como protagonista en un saque de esquina.

Cervero al rescate

Entonces, saltó al césped el protagonista del partido: Diego Cervero. Ese tipo de profesional que es ejemplo en esta categoría y deporte, que siempre tiene la escopeta cargada y que hoy se encargó de desempolvarla decisivamente y por partida doble.

A los diez minutos de salir, era el encargado de ejecutar un penalti que hizo creer al 'Fuenla' en la remontada. Tras ello, el partido solo tuvo un color, el azulón del conjunto del sur de Madrid. Los últimos 25 minutos fueron de absoluto monopolio local con Milla a la batuta. Y hasta el minuto 91, no fue cuando Diego Cervero consiguió hacer justicia con un testarazo que significó más que tres puntos.

Un Fuenlabrada que cada día ve más cerca su objetivo (playoffs) y que con partidos de fe inqubrantable como el de hoy, lejos no andará de acabar con él entre las manos. En el otro bando del derbi madrileño, desolación por un importante punto que se les escapó de las manos cuando todo parecía decidido. Un Sanse que no perdía en Fuenlabrada desde hace más de una década.