Posiblemente dos de las palabras más sonadas en el mundo del fútbol refiriéndose a las personas de raza negra: Puto negro. Una frase inofensiva para muchos, un serio problema para otros tantos. Thaylor Lubanzadio, jugador proveniente de la SD Eibar en calidad de cedido desde enero en el Real Unión Club de Irún, fue deliberadamente objeto de insultos racistas. El fútbol moderno está repleto de actos realmente desagradables, desde unos padres pegándose en un encuentro de juveniles, pasando por los insultos a árbitros o a jugadores. Pero los más sonados, sin duda los insultos y mofas racistas que se intentan liquidar de los terrenos de juego. Sobre estos actos se podría realizar una biblia pues existen de todos los colores imaginables como la imitación de los gestos un simio o tirar plátanos al césped entre tantas otras hirientes.

Los hechos a los que se hacen referencia dan comienzo cuando en un lance del encuentro, Thaylor realizó una falta al jugador rival en cuestión. Prácticamente acto seguido, tras el saque de la falta, hubo un encaramiento entre Thaylor y el defensa del Atlético Saguntino. Se vio claramente que lo que le dijo el jugador del club valenciano al delantero unionista, no le sentó nada bien y puso en aviso al colegiado Gómez Luque y sus asistentes de los hechos. Muchos pensamos en propios lances del juego, sin llegar a imaginarse lo ocurrido realmente. Al finalizar el encuentro, el jugador unionista dejó el césped con cara de pocos amigos y esperando la llegada del colegiado y sus ayudantes. Al llegar al túnel de vestuarios, Gómez Luque tuvo que detenerse pues había bastante agitación en el túnel.

Al parecer la ertzaintza tuvo que mediar en el conflicto, que a posteriori se extendió ya en los vestuarios con la expedición saguntina. Unos hechos que incluso la prensa nacional se hizo eco pues Thaylor relató lo sucedido en los micrófonos del Larguero de la Cadena Ser. También la prensa escrita se ha hecho eco de los sucesos. La indignación no sólo acaba con el acto que se produjo en la tarde del miércoles. El tándem arbitral con el colegiado Aritz Gómez Luque a la cabeza, hizo caso omiso a las indicaciones que hizo el jugador bilbaíno dejando constancia del “encontronazo” con su asistente y obviando los aberrantes insultos hacía Lubanzadio.

Las reacciones por parte de los irundarras no se han hecho esperar. La junta directiva de la entidad unionista ha emitido un escueto comunicado donde rechaza todo acto discriminatorio y ayudará en cualquier acción que tome su jugador. Instituciones como el alcalde la ciudad fronteriza, José Antonio Santano, y el diputado de cultura, turismo, deportes y cooperación, Denis Itxaso, tampoco han querido dar la espalda a estos hechos mostrando su total rechazo y apoyando al jugador unionista.

A título personal del que se encuentra tras el teclado, me gustaría dar unas impresiones sobre este vandalismo verbal, extensible a todos y cada uno que se cometen jornada tras jornada en cualquier campo. Perdón por volver a reproducir estas palabras, pero “puto negro”, mire donde se mire, es un insulto, casi tan grave como acordarse de las madres de alguien. La sociedad debe de implicarse activamente en erradicar hechos como este, no sólo del deporte, sino también de la sociedad.

Expandiendo esta implicación a instituciones, entrenadores, jugadores y evidentemente los jueces de la contienda. Las palabras quedan muy bonitas para la galería, pero lo que realmente queda en la historia son las acciones, la movilización. En estos casos, como en los insultos a su gremio, el trio arbitral en conjunto ha de imponer, ante todo, el respeto a los seres humanos, sean quienes sean los afectados por tales actos. Hay que mojarse. Demostrar que un calentón lo podemos tener cualquiera, pero cuando se sobrepasa los límites, tomar medidas.

Que no se me mal interprete, no culpo al colegiado vasco de todo lo ocurrido en Gal, pero sí de no poner remedio y constancia en el mismo momento que se hace eco de los insultos, vengan de donde vengan. El periodismo ha de ayudar en esa lucha con las armas de las que se disponen, relatando estos hechos, repudiándolos firmemente seamos de la bandera que seamos, siguiendo al equipo que sigamos. Desde la redacción del Real Unión para VAVEL, nos sentimos en la obligación de denunciar públicamente lo ocurrido con Thaylor Lubanzadio.