El tiempo se le hecha encima a la SD Zamudio. Los sueños del municipio con la vuelta de su equipo a la categoría de bronce el pasado verano, se han convertido en pesadillas. El conjunto de Gorka Rueda atesora solamente veintiún unidades en su casillero y ocupa el último puesto en el grupo segundo. La situación del conjunto del Txorierri es realmente complicada, ya que solamente tiene por delante siete jornadas para tratar de voltear la situación. La misión no se presenta nada fácil, ya que a falta de veintiún puntos por disputarse, el Zamudio se encuentra a catorce del play-out y a quince de la salvación. Es por ello que los encuentros que quedan, toman tintes de final para los pupilos de Gorka Rueda. 

"Reacción a domicilio"

Una de las claves de la mala situación del conjunto vizcaíno, son los malos números que atesora lejos de Gazituaga. No en vano, el pasado fin de semana cosechaba una nueva derrota lejos de su feudo, en este caso ante el Real Unión. Dicho traspiés, dolió en la forma en la que se produjo, y es que, a pesar de que el Zamudio lograba adelantarse en el marcador, veía como los locales le daban la vuelta a la contienda en los compases finales. No obstante, los vizcaínos llevan arrastrando estos problemas de sumar a domicilio durante todo el campeonato. Los tecnológicos son el peor equipo de la categoría como visitante, tras cosechar dos empates y catorce derrotas en dieciséis encuentros disputados. Números que deben mejorarse en este tramo final para que el sueño de la Segunda B no se evapore de Gazituaga.

El domingo, primer match-ball

Los zamudiarras no pueden esperar más para tratar de reaccionar y sin ir más lejos, este domingo (17:30 horas) afrontan una auténtica final en Gazituaga. Los pupilos de Gorka Rueda reciben a la SD Amorebieta. Un derby vizcaíno que toma tintes dramáticos, ya que ambos conjuntos ocupan puestos de pérdida de categoría y el no hacerse con la victoria, significaría un duro varapalo para los intereses de unos y otros de cara a continuar siendo equipo de Segunda División B. No en vano, tras el encuentro del pasado fin de semana en Irún, Gorka Rueda, técnico del equipo del Txorierri mandaba un mensaje claro: "Mientras las matemáticas digan que podemos ser equipo de Segunda B, creemos en eso".

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