En la Edad Media, muchos de los castillos feudales que gobernaban las grandes ciudades se construían en los puntos más altos de las aldeas rodeados de muros y fosos. El porqué, no es más que la protección a toda costa del trono del rey y su familia. Los bravos luchadores de la ciudad de Irún y el castillo del Stadium Gal no son más que un fiel reflejo de aquella época tan mágica como enigmática. 

Dieciséis equipos han pasado por la ciudad fronteriza con la intención de saquear los dominios del Real Unión y solamente uno de entre esos conjuntos se ha llevado el botín, el Navalcarnero. Además con un resultado contundente de 1-3, con el que es difícil recuperar el ánimo. Las arcas del Stadium Gal custodiadas por Jon Tena e Ignacio Otaño han visto como catorce puntos han volado a costa de los siete empates contabilizados. Curiosamente, siete equipos han conseguido perforar la portería irundarra. Goles que en pocas ocasiones han servido para puntuar. Yugo Socuéllamos, Real Sociedad B y SD Gernika han sido los agraciados con la "pedrea" que otorga el empate. Sin olvidarnos del ya mencionado equipo madrileño franjirrojo. Hasta el momento parece que el sufrimiento no ha sido tal. Añadiendo las nueve victorias cosechadas hasta la fecha, no cabe la menor duda que muy bien tiene que hacer las cosas los rivales para conseguir la machada.

Sin embargo la historia puede dar un giro si al echar un vistazo a las estadísticas se hace un recuento de los partidos con una victoria por la mínima. Y son nada más y nada menos que siete de esas nueve victorias donde la diferencia en el marcador es de un único tanto. Por un gol a cero acabaron partidos contra el Real Madrid Castilla, la SD Amorebieta, Sestado River, CF Fuenlabrada y CD Toledo. Otros dos resultados con mínima desigualdad en el marcador fueron contra SD Leioa y el más reciente, frente a la SD Zamudio, con un resultado de dos goles a uno a favor de los locales. La seguridad defensiva, predominante durante buena parte de estas dos últimas temporadas, se va difuminando poco a poco hasta el punto que no recibir un gol es sinónimo de alegría. Obviando además la flagrante falta de gol que asola a este club donde Galán con once tantos, y pichichi del conjunto entrenado por Asier Santana, solo ve como Dani Estrada y Ozkoidi, con tres tantos cada uno,le "siguen la estela". En este punto mucho tendrá que ver el cambio de estilo de juego que está sufriendo el conjunto irundarra que , vive más pendiente de las aptitudes y actitudes del rival que de las suyas propias, desde la marcha de Aitor Zulaika. El juego directo no ayuda a un equipo conformado para otro estilo mucho más elaborado donde el centro del campo debiera de servir los balones a las posiciones más adelantadas.

El último punto de este pequeño análisis, y no por ello el menos importante, destacar que el conjunto irundarra viene demostrando la seguridad física que se demandaba en los últimos años. A diferencia de años precedentes, el conjunto irundarra ve como los últimos treinta minutos de partido les está otorgando muchos goles a favor que en muchos casos se convierten en puntos. Ni todo es blanco, ni absolutamente todo es negro. 

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