La Segunda División B es un pozo sin fondo para muchos equipos de grandes ciudades. Éstos pueden llegar a instalarse durante muchos años en la categoría, con escasas aspiraciones de mejorar la situación. En el caso del grupo segundo, cinco equipos representan a capitales de provincia: Burgos, C.D. Vitoria, Osasuna B, Bilbao Athletic, Real Sociedad B, Racing de Santander y U.D. Logroñés, aunque bien es cierto que tanto los vitorianos como los tres filiales no son el primer equipo de sus respectivas ciudades.

Por tanto, dejando de lado a los cuatro filiales, Sporting B, Bilbao Athletic, Real Sociedad B y Osasuna B, que se encuentran arropados por la masa social de sus primeros equipos, hay un líder absoluto en cuanto a seguidores y número de abonados. Se trata del Racing de Santander, que en la actualidad cuenta con más de 8.200 socios y frecuenta una asistencia media a los Campos de Sport de El Sardinero de 7.500 espectadores.

Estos datos están muy lejos del resto de rivales del grupo, donde le siguen a cierta distancia Logroñés y Burgos, con cifras cercanas a los 3.000 socios. Próximos a estos números  también están el Mirandés, Barakaldo y Real Unión de Irún, que cuentan con alrededor de dos mil socios.

El resto de equipos del grupo representan a poblaciones más pequeñas y, en consecuencia, el número de sus seguidores también se reducen. El líder de este grupo de equipos es el Tudelano, que cuenta con unos mil socios y el Arenas Club de Getxo, que se aproxima a los 750. Por último, tanto Lealtad como Caudal, Leioa, Amorebieta, Gernika, Vitoria, Izarra y Peña Sport cuentan con un apoyo social próximo a los 500 socios.