Óscar García (Granada, 12-7-1988), es el ejemplo de futbolista cosmopolita, un claro producto de la globalización que domina el mundo actual. Actúa como delantero, y a pesar de contar con tan sólo 29 años, ha pasado ya por tres continentes, defendiendo hasta once elásticas diferentes. El punta comenzó su formación en la cantera del Málaga, llegando a su filial en la temporada 2006/07. Tras cuatro años en la capital de la Costa del Sol, se tuvo que labrar un futuro fuera de La Rosaleda. Primero en España (Leganés, Ontinyent, Loja y San Roque de Lepe) y posteriormente en el extranjero. Con experiencias en lugares tan dispares como Dinamarca, Mongolia o Nueva Zelanda, Óscar es un auténtico trotamundos. Ahora, ya de vuelta a nuestro país, se enroló en 2016 en las filas de la Sociedad Deportiva Leioa.

Me cito con él en el Estadio de Sarriena, minutos antes de que empiece su entrenamiento. A eso de las cinco de la tarde, Óscar se pone el peto habitual y me atiende en un banco, a ras de césped. Ese mismo verde que le ha hecho ganarse la vida. Detrás nuestro, a pocos metros, los chavales se ejercitan en campos anexos, buscando convertirse algún día en futbolistas profesionales. Estamos en Bizkaia y la influencia del Athletic es enorme. El entorno está plagado de camisetas rojiblancas. La vida transcurre muy tranquila en Leioa, un peculiar enclave en la Margen Derecha, muy próximo a la bulliciosa Getxo. El día es apacible y podemos disfrutar de unos cómodos minutos de conversación rodeados de vegetación y naturaleza.

Pregunta: ¿Cómo ve la actual temporada con el Leioa?

Respuesta: Empezamos bien, tuvimos un pequeño bajón, pero ya hemos conseguido recuperarnos. Volvimos al buen camino y estamos otra vez en la pelea.

P. ¿Y a nivel individual, ¿cómo se encuentra?

R. Acabamos de empezar, como quien dice. Estoy entrando, estoy jugando, intentando ayudar al equipo en todo lo que puedo y esperemos seguir así.

P. Con 29 años, habiendo estado en 11 equipos diferentes, ¿es un viajero incansable?

R. Sí, en el fútbol es complicado estar dos o tres años seguidos en el mismo equipo. Te van llamando de sitios y vas experimentando (risas).

P. Aquí, en Leioa, en cambio decidió quedarse otro año más. ¿Le enganchó el proyecto, ¿no?

R, El Leioa lo considero como una familia. Es un equipo en el que te integras muy bien, por lo que me comentaron de seguir un año más y no me lo pensé.

P. El año pasado casi dan la campanada…

R. Tuvimos una regularidad muy buena. Pero el bajón que los equipos suelen tener a principio o a mitad, nosotros lo tuvimos al final, y eso es complicado. Conseguí marcar nueve goles, mi récord anotador en España.

P. ¿Te imaginaste el año pasado cómo sería jugar un playoff con el Leioa?

R. Nos salía todo y nos pensamos que estábamos en el "mundo de Yupi“Nos salía todo, era el mundo de Yupi”". Al fin y al cabo, esto es fútbol y hasta la jornada 38 todo puede pasar. Eso nos pasó, nos quedamos fuera. Hubo equipos con más nombre que también quedaron fuera (Logroñés, Real Madrid Castilla, Bilbao Athletic, Barakaldo). Pero bueno, no estuvo mal el año.

Un curso de ensueño

La temporada pasada fue un sueño para la Sociedad Deportiva Leioa. Sorprendiendo a propios y extraños, los de Gordobil rozaron una quimera: clasificarse entre los cuatro primeros. Hubo tramos de la temporada en los que rozaron el liderato. Una mala racha frustró los sueños de una humilde entidad. El desenlace fue muy cruel para los leioaztarras, que llegaron a la última jornada con opciones. En un partido loco, un postrero gol gorribelz fue un triste epílogo para un año memorable. Al menos, los de Sarriena se quedaron con el consuelo de jugar Copa, algo histórico para una institución que hace apenas una década se paseaba por las categorías regionales.

P. Empezó a ser futbolista en la Academia del Málaga. ¿Qué recuerdos tiene de esa época?

R. Muy buenos, estoy muy feliz y contento de haberme formado allí. Aunque soy de Granada tuve suerte de ir para allá a los catorce años. "Pude saber qué era el profesionalismo con el Málaga" no llegué a jugar en Primera, pero sí pude debutar con el primer equipo en Copa del Rey contra el Getafe. Esa fue mi primera experiencia como profesional.

P. Después tuvo que buscarse la vida fuera del Málaga. ¿Fue un cambio drástico en su vida el pasar de una cantera a un equipo serio?

R. Sí, con 22 años me marché para el Leganés. Bueno, no fue un cambio tan grande. El último año me lo pasé en la disciplina del primer equipo. No fue un giro drástico, simplemente cambiar de ciudad.

P. Después se movió a Ontinyent y después hacia equipos de Andalucía, antes de marcharse al extranjero.

R. Estuve medio año en el Ontinyent, después en el San Roque de Lepe y ya después me fui fuera, destino a Kazajistán, en el Kairat Almaty.

Óscar, disputando el cuero (fuente el propio futbolista)
Óscar, disputando el cuero (fuente: el propio futbolista)

Futbolista global

P. ¿Muy diferente la cultura kazaja a la que estamos acostumbrados en Occidente, no? Hábleme un poco del nivel futbolístico allí...

R. Sí, muy distinta a la que nosotros conocemos. La diferencia es brutal al ser otro continente. En cuanto a la liga, muy física. Tú no puedes comparar ninguna liga a las punteras, como Italia. España o Inglaterra. Por algo se dice que esos campeonatos son los mejores. Si no recuerdo mal, hicimos mitad de tabla. Ni tan mal...

P. Medio año después regresó a España, con destino al Loja, volviendo a la Segunda B.

R. Sí, firmé medio año. Por el tema de mercados, donde he solido ir he ido firmando así, por el tema de que el mercado terminaba en verano y no quería cerrarme puertas.

P. Posteriormente volvió a irse fuera, con destino a Noruega. ¿Te marcó ese país no? Estuviste hasta en cuatro equipos (Moss, Birkebeineren, Egersunds. Raufoss) en el país escandinavo. ¿Con qué momento te quedas?

R. Estuve allí tres años y medio, muy a gusto. Si me tuviera que quedar con una experiencia, quizá con la primera, que fue la que me abrió las puertas y con la que empecé mi aventura en Noruega. No logré demasiados logros deportivos, ni tuve la oportunidad de jugar competición europea. Esas oportunidades me llegarían más tarde en Nueva Zelanda.

P. En 2015, saltó de Noruega a Nueva Zelanda, cruzando medio mundo. Supuso un contraste brutal en su trayectoria, ¿no?

R. Sí, ahí sí que sí, "Jugar en Nueva Zelanda supuso un cambio enorme". Conseguí jugar también la Champions de Oceanía con el Auckland City. Además, pude jugar con algún jugador conocido de allí, como Iván Biselic. Cuando estaba allí, logramos quedar terceros en el Mundialito y a él le dieron el premio como jugador. Fue un salto tremendo en mi vida.

Óscar, en Nueva Zelanda (fuente: el propio entrevistado)
Óscar, en Nueva Zelanda (fuente: el propio entrevistado)

P. ¿Cómo se vive el fútbol en Nueva Zelanda?

R. Bueno, allí el deporte dominante es sin duda el rugby. No es el deporte principal, pero sí que va gente a ver fútbol. Nuestro estadio era pequeñito. Dando una vuelta por allí, te fijas en los colegios y te das cuenta de que están jugando siempre a rugby. Es lo dominante en aquella región, los estadios son enormes y se llenan siempre.

P. ¿Y culturalmente muy distintos?

R. Sí, allí hay también mucho asiático. Es una mezcla de varios países en uno.

P. ¿De los tres países en los que estuviste, con cuál se queda, por cultura y estilo de vida?

R. Si tuviera que elegir, me quedaría con Noruega. La calidad de vida es muy buena y además está cerquita de España (risas).

"El Leioa es una familia"

La sonrisa es una expresión habitual en el rostro de Óscar. Su carácter sureño sale a relucir en prácticamente cada frase que dice. Se nota que es un jugador que es feliz con su profesión. Perfectamente integrado en el Leioa, el atacante trata de mejorar cada día. Luchador como pocos, lo da todo en cada partido que juega, siendo un ejemplar profesional.

P. La duración del día, con las famosas noches interminables propias de esas latitudes, ¿pasa factura?

R. Sí que se nota. Aquí la liga termina en noviembre (no se puede jugar en invierno por la climatología). Yo me volví a España y no viví todo el invierno. Las últimas semanas sí que era muy complicado, a las cuatro de la tarde ya era noche cerrada, y eso al final es duro. Como he dicho antes, yo estuve fuera de noviembre a febrero, por lo que me perdía los meses duros. Pero es verdad que era muy diferente a lo que estoy acostumbrado,

P. Tras su experiencia en Nueva Zelanda, se decantó por volver a su querida Noruega…

R. Terminó la liga en Nueva Zelanda en verano y me salió una oferta de allí. Como ya conocía el sitio, pues decidí volver. Puedo decir que esa es mi liga preferida, me di a conocer allí, lo hice bastante bien y me encontré siempre a gusto.

El delantero, en su etapa en tierras escandinavas (fuente: el propio entrevistado)
El delantero, en su etapa en tierras escandinavas (fuente: el propio entrevistado)

P. En verano de 2016, retornó al fútbol español, fichando por el Leioa. ¿Por qué decidió venir a jugar aquí?

R. Hablé con conocidos y me hablaron bien del club. Después conversé con mi familia y decidimos que algún día había que poner fecha de vuelta a España. Y decidimos que era un buen momento para volver.

P. ¿Se ha planteado volver a jugar en tu Granada natal?

R. No, a día de hoy el único planteamiento que tengo es seguir aquí y ayudar al Leioa a seguir creciendo. Como te dije antes, considero que el Leioa es una familia. Si fuera por mí me retiraría aquí. Tengo 29 años, me quedan bastantes años aún (risas). Aquí se está muy a gusto.

Partido en Sarriena (fuente JB Monterrey VAVEL)
Partido en Sarriena (fuente JB Monterrey VAVEL)

P. ¿Se ve con posibilidades de llegar a jugar en Primera o Segunda y ser un futbolista completamente profesional?

Sí, creo que cualquier persona que se dedique a este deporte es ambiciosa. Si no me considerase que puedo llegar a la élite, estaría jugando con mis amigos en mi pueblo.

P. ¿Después del fútbol tiene pensado un futuro como entrenador o algo relacionado con la pelota?

R. Bueno, la verdad que es un poco pronto para pensar en ello. Aún es pronto para pensarlo. Pero sí que me gustaría seguir con algo relacionado con esto. Es lo que me gusta y a lo que me he dedicado toda mi vida.

P. Volviendo a la actualidad, ¿qué objetivo de goles se marca para esta temporada?

R. No me gusta marcarme objetivos en ese aspecto, nunca me los he marcado, ni me los marcaré. Yo siempre intento ayudar al equipo "Prefiero ayudar al equipo que marcar goles". Que consigas más o menos goles, eso es lo de menos. Lo importante es lo conseguido a nivel colectivo. Si el equipo queda primero y tú solamente has marcado un gol, ¡bendito sea! Yo siempre quiero quedar lo más alto posible en la clasificación. Soy un jugador que marca 8-10 dianas por temporada y quiero seguir haciéndolo. Pero repito, prefiero el equipo, mis números son menos importantes.

P. Por último, ¿contento de jugar en un césped tan bueno como el de Sarriena?

Sí, la verdad es que tenemos a nuestra disposición unas magníficas instalaciones. Sobre todo, poder entrenar en césped natural te da la vida.

Foto con el entrevistado sobre el verde tapiz de Sarriena (fuente cosecha propia)
Foto con el entrevistado sobre el verde tapiz de Sarriena (fuente, cosecha propia)

Termino mi encuentro con un apretón de manos y una sonrisa. Lo que veo a mi alrededor me demuestra que efectivamente, el Leioa es una familia. Sus futbolistas están a punto de saltar hacia el entrenamiento, reunidos como si se tratara de una pandilla de amigos. Conos y cintas están preparados por todo el campo. Son las cinco y media de la tarde y la noche va ganando paso al día. Desde mi posición puedo ver el precioso atardecer sobre el Abra. Acabo así una nueva visita a Sarriena, un campo al que siempre tendré un cariño especial.