La difícil situación que se vive en Gavà parece que empieza a desbloquearse. El club por fin ha dado el paso de abonar el finiquito a Juanma Pons y, de esta manera, Óscar Mena podrá dirigir a los suyos desde el banquillo el próximo sábado.
El técnico madrileño fue uno de los grandes artíficies del ascenso del Gavà la pasada temporada, después de cuajar una brillante segunda vuelta de campeonato, en la que llegó a empalmar más de 25 partidos de conocer la derrota. De hecho, la primera vez que el equipo azulgrana mordió el polvo con Pons, tras la impresionante racha, fue en la jornada inicial del campeonato contra el Hércules (0-4). Después del tropiezo, fueron 4 empates consecutivos ante rivales de la parte alta.
Antes del último partido con tablas (0-0 - Mallorca B) de Pons en el banquillo, el madrileño ya estaba destituido. La junta directiva, con Maniega a la cabeza y Hugo, el propietario que quiere adquirir las acciones del club (aún ni siquiera se ha iniciado el proceso de conversión a SAD), decidió que Juanma no seguiría al mando del equipo. La noticia sorprendió a propios y extraños, porque Juanma se enteró de ella por Twitter, mientras que los jugadores tampoco sabían nada mientras que los medios de comunicación sí que se estaban haciendo eco de la destitución.
El sustituto escogido para reemplazar a Juanma Pons, fue el argentino Óscar Mena, procedente del Alcorcón B. En un primer momento se le criticó por ser compatriota del futuro máximo accionista, pero Mena ha demostrado ser un hombre totalmente implicado, y nada afín a la propia directiva. El coraje y la puesta en escena, conjuntamente con su directa forma de hablar, ha hecho que Mena ya se haya convertido en todo un ídolo para los aficionados. Ahora, el argentino y su cuerpo técnico tendrán la posibilidad de sentarse en el banquillo a partir del partido contra el Prat.
Pese a que la situación parece empezar a desbloquearse, los jugadores han confirmado a este medio que el club continúa sin pagar los atrasos. En declaraciones a los compañeros de L'Esportiu, el capitán Boris Garrós ha mostrado el malestar de la plantilla, porque el club podría haber pagado pero no ha querido: "Han llegado inversores chinos a Gavà dispuestos a asumir nuestras nóminas, pero los actuales gestores no quieren traspasar la gestión del club".