El Cornellà es uno de los equipos que más directo juegan al fútbol en la Segunda División B y para ello, Jordi Roger se ha inventado un sistema adecuado para el estilo de juego que practica el equipo del Baix Llobregat. El 4-4-2 en rombo fue la formación elegida el domingo para el encuentro ante el Espanyol B. En Vavel, analizamos que aporta ese centro del campo propuesto por el entrenador de los verdes.

Idóneo para jugar en casa u otros campos pequeños

El propio técnico comentó en rueda de prensa que están buscando soluciones para encontrar la regularidad que le falta a los verdes en casa. Fuera, se acoplan bien a los campos donde juegan, pero en Cornellà algo está fallando. Ante el Espanyol B y jugando en el Nou Municipal, a Jordi Roger se le ocurrió jugar con un centro del campo en forma de rombo con el objetivo de acumular mucha gente dentro y ganar la batalla en esa zona del campo.

Como de costumbre, David fue el elegido para la posición de mediocentro puro. El capitán se situó delante de la defensa, escoltado a sus lados por los dos Caballé. Marc jugó como interior izquierdo y Pep como extremo derecho. Es importante la distinción entre interior y extremo porque Marc tenía más tendencia a jugar cerrado, dándole constante apoyo al capitán, y Pep pegado a la línea de cal dando profundidad a su equipo. Una amplitud ya presente en la izquierda gracias a las incursiones de Lucas desde el lateral.

El modelo de juego del Cornellà es uno de los más directos de la liga saliendo desde atrás. Una vez lanzan los centrales balones largos hacia los puntas, el 4-4-2 en rombo permite la acumulación de gente en el centro del campo para ganar segundas jugadas y empezar a jugar el balón en una zona menos peligrosa del terreno de juego.  Ahí es donde aparece la figura del mediapunta. Puerto es el encargado de generar fútbol en un equipo práctico en cuanto a juego se refiere.

Imagen donde se observa parte del rombo del centro del campo.
Imagen donde se observa parte del rombo del centro del campo.

                                                                               

Como hemos comentado con anterioridad, el  4-4-2 en rombo además de ser un sistema idóneo para hacerse con las segundas jugadas, es favorable para las incorporaciones de los laterales. El pasado fin de semana fue Lucas el lateral que más aprovechó el carril en banda que dejaba Marc Caballé al meterse hacia dentro como interior. Pep jugó un poco más abierto en banda y eso impidió a Pere incorporarse tanto como su compañero en el otro lateral.

Una de las muchas incursiones de Lucas ante el Espanyol B.
Una de las muchas incursiones de Lucas ante el Espanyol B.

                                                          

El Espanyol B no explotó demasiado el juego de toque, es cierto que es complicado de practicar en Cornellà, pero en esas situaciones es muy importante en dicho sistema el esfuerzo físico de los interiores. Los Caballé son clave en el centro del campo del Cornellà ya que su trabajo debe ser el más importante de los hombres de Jordi Roger. Deben arropar al pivote para que no se encuentre en situaciones de desventaja en contragolpes del contrario.

En definitiva, el sistema escogido por Jordi Roger el pasado domingo ayuda a ser más fuertes en el centro del campo en las segundas jugadas y da libertad total a los laterales para dar profundidad. Cuando el técnico se decida por jugar con dos puntas, Enric y Ahmed, este será el sistema elegido por él para dar el equilibrio necesario al centro del campo.