La temporada 2016/17 para el Sabadell, por el momento, no está siendo la más fácil que ha disputado últimamente. En verano, una plantilla repleta de caras nuevas marcada por al austeridad económica derrumbaba las bases marcadas la temporada anterior por Miguel Álvarez como técnico y Javi Pérez en la dirección deportiva. Ambos terminaron fuera de la Nova Creu Alta. La entrada de nuevos inversores, como es el caso de Hummel Ibérica, hizo que el proyecto empezara de cero, con numerosas caras nuevas, algunas de renombre. El talentoso trotamundos del fútbol Jordi López –ex del Real Madrid, del Sevilla o del Llagostera en estos últimos años–, Jordan Gaspar, procedente de la Fábrica del Real Madrid o el veterano y consolidado central Manu Torres, ex del Málaga, eran algunas de las figuras más destacadas. Sin embargo, el nombre más conocido que se incorporó a las filas arlequinadas fue Gai Assulin, bautizado en la prensa de Barcelona como el "nuevo Messi" años atrás, cuando estuvo en la Masía azulgrana. 

Con estos nombres encima de la mesa, el optimismo tomó la Nova Creu Alta, más por obra de los nuevos directivos que no por una afición que aún contenía el aire tras verse al filo del abismo algunas semanas antes del inicio del campeonato liguero. El objetivo primordial, según afirmó el presidente Antoni Reguant a principio de temporada, era "clasificarse para el play-off de ascenso", puesto que los fichajes que se habían hecho tenían esa intención. Pero la liga, justa y cruel como suele, poco a poco fue bajando al Sabadell de la nube y situándolo en una posición más real visto el nivel del Grupo III. La zona media, e incluso la zona baja, ha sido el hábitat del conjunto arlequinado en este primer tramo de liga, para desesperación de una afición harta de sufrir y que ve como el tiempo pasa y la situación, tanto deportiva como económica, no mejora.

Paso al frente ante el Prat

La situación tocó fondo en L'Hospitalet. Un triunfo arlequinado permitía afrontar el final del 2016 con optimismo, viendo al equipo más cerca del Play-Off que no del descenso. Un mal planteamiento táctico por parte del entrenador, Jose Solivelles, llevó al Sabadell a completar, por ahora, uno de los peores partidos de la temporada, que se saldó con una derrota por 2-1 ante el que, en esa jornada, era el penúltimo clasificado de la liga. La presión arreciaba, y algo había que cambiar para revertir la situación. 

La visita del Prat a la Nova Creu Alta estaba marcada en el calendario como una fecha clave. Era el último partido del 2016 en el feudo arlequinado, y una victoria metía al Sabadell entre los diez primeros. Para esta fecha tan decisiva, Solivelles recuperó para la causa a dos de sus hombres más talentosos: Gai Assulin, que volvía tras cuatro partidos de sanción, y Jordan Gaspar, que recuperaba la titularidad tras un primer tramo de temporada irregular. No defraudaron. 

Gai Assulin, con dos goles –el segundo, donde creó de cero, desde su propio área, un golazo antológico, está dando la vuelta a España–, y Jordan Gaspar, con la guinda del pastel en forma de golazo, se estrenaron con el conjunto arlequinado. Ambos respondieron a la confianza de Solivelles con una actuación más que destacada, puesto que ambos extremos dieron esa chispa de desborde y velocidad en la zona ofensiva que tanto anheló su equipo en las jornadas precedentes y que, a la postre, les permitió asegurar los tres puntos ante el Prat.

Una reacción de todo el equipo

Tanto Gai Assulin como Jordan Gaspar, como era de esperar, acapararon los focos en los días posteriores al encuentro frente al Prat. Pero el partido del domingo permitió ver, por primera vez, una alineación donde cada jugador jugó en su posición. Antes, por culpa de lesiones, sanciones o decisiones tácticas, no pudo verse. El centro del campo fue dominado por la "Doble J", formada por Juanjo Ciércoles y Jordi López. El enlace con los jugadores atacantes, Migue García, volvió a su posición natural, tras varios experimentos que, forzados o no, le obligaron a jugar de delantero o extremo en algunos partidos, y la conexión con los atacantes fue fluida y mejor que nunca. El equipo mostró su mejor versión de la temporada, y no es casualidad. Jose Solivelles ha encontrado la base que ansiaba para confeccionar un once titular de garantías

Ahora, 2016 cierra el telón para todos los equipos de la categoría de bronce este fin de semana. Los arlequinados visitan la ciudad deportiva Dani Jarque, donde este sábado se enfrentarán al Espanyol 'B' a las 18:00 horas. Un partido trampa, puesto que, a pesar de la situación en la tabla del filial perico, un filial siempre es peligroso, y la necesidad impera en los blanquiazules. Será, pues, una prueba de nivel para un Sabadell que debe confirmar si, de cara a la segunda vuelta, quiere ir hacia arriba y luchar en la zona media-alta o bien quiere seguir abonado al sufrimiento. 

 

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