Crucial duelo por la salvación el que daba comienzo a las 12 del mediodía en la soleada mañana de Formentera. Dos equipos recién ascendidos con objetivos similares que se cruzaban en un partido que valía más que tres puntos. Ambos contendientes lo sabían, y esto se vio plasmado desde el minuto uno en su intensidad haciendo de cada duelo una batalla.

Serían los de Tito García Sanjuán los que saldrían mejor al partido, como no podía ser de otra forma gracias a su lógicamente mayor adaptación al característico tapete de juego de Sant Francesc. Y apenas a los diez minutos de juego, su ímpetu se traducía ya en el marcador gracias a un gol de Bonilla precedido de una tremenda combinación formenterense

El Formentera saca oro de una gran jugada colectiva

Con lo más difícil hecho ya para los locales, estos se dedicaron a cerrar vías de empate a los catalanes, que tras encajar ese duro varapalo inicial parecieron empezar a coger el ritmo al choque. Tenían la posesión, pero la defensa comandada hoy por Liñán y Javi Rosa no daba opciones y apenas se registraron antes del intervalo un par de centros laterales peligrosos y un disparo lejano desviado de Iu Ranera.

En el descanso, Arnau Sala decidió mover sus piezas ante el improductivo resultado que estaban cosechando, dando entrada a Eric Montes y a Joel Arimany, jugador clave en su ofensiva que volvía hoy tras una sanción de dos partidos. Con ellos, el Peralada se mostraba más ofensivo pero con los mismos problemas de profundidad en su juego. La vida seguía igual.

Hasta el 67 de juego tuvieron que esperar los de Girona para tener una oportunidad ciertamente peligrosa, pero Boniquet no pudo superar a un atento Marcos Contreras. Todo lo demás destacable fue a balón parado: córners envenenados, saques de banda largos...el pan de cada día de estos tensos duelos. Bien es cierto que los locales también asomaron la cabeza en área contraria con una ocasión de Quesada que desbarató Gianni, pero ellos ya tenían suficiente con su renta de un gol.

Con el paso de los minutos, el encuentro se fue cerrando más si cabe aún con un equipo visitante al que las prisas le ahogaban y otro que disfrutaba con el correr del minutero. En esta fase, la veteranía y buena dinámica del Formentera salió a relucir para vivirla con la mayor tranquilidad posible. Marcos era un mero espectador más allá de la tensión del momento y así hasta el sufrido pitido final.

Así las cosas, los de Tito García Sanjuán volvían a firmar una victoria en su fortín donde no pierden desde el lejano ya 9 de septiembre (jornada 4 ante el Ontinyent). Los baleares, con estos tres puntos, ponen tierra de por medio con el descenso, cerrando el año a ocho puntos ya y rozando zona de Copa del Rey. En cambio, el filial del Girona pierde una gran ocasión para vivir el fin de año fuera de la zona de peligro en un partido que lo intentó de todas las maneras pero no les salió absolutamente nada.