Ayer en el Romero Cuerda se aprendió una lección futbolística. Un derbi es un derbi. Es cierto que esta frase está sobre sobreutilizada en este deporte, pero, analicémosla. Es prácticamente imposible que se enfrenten dos equipos que tengan una cierta rivalidad y los jugadores no lo jueguen con la mayor intensidad posible. Es necesario que sea así. Todos quieren imponerse al eterno rival en el marcador, aunque el partido se juegue un cinco de agosto y sea amistoso. La intensidad reina en un derbi. 

Antes del comienzo del partido el CF Villanovense presentó la nueva plantilla ante su afición. Son tan sólo siete jugadores los que continuarán de la pasada campaña. Es todo un reto para el club serón y en especial para su entrenador, Iván Ania, hacer que una plantilla nueva casi en su totalidad funcione. Aunque no han empezado con mal pie.

Típico de derbi

Tan sólo bastaron siete minutos para que la tensión que se mascaba en el terreno de juego hiciera eco de su existencia. El ex jugador del Sabadell, Javi Barrio, mostró la bestia que lleva dentro, encarándose en dos ocasiones con Ruano y Guzmán tras dos entradas temerarias de éstos. Así comenzaba un encuentro que de amistoso tenía poco. En cuanto a lo futbolístico, se podían apreciar en el tapete serón dos equipos "en rodaje", tímidos y precavidos. En este caso fue el club visitante el que empezó mostrándose más intenso, sobre todo sus referentes en ataque; y los locales mostrando su veteranía en la categoría de bronce, aportaban ese toque de tranquilidad y paciencia a la hora de mover el esférico por el terreno de juego. 

Esta presión en ataque permitió que el Badajoz gozara de un par de ocasiones sin mucho peligro. Ambas surgieron de pases inteligentes entre líneas que cazó Guzmán, pero que no acabaron entre los tres palos. En una de ellas el cuadro visitante protestó un posible penalti de Gonzalo sobre el Guzmán pero el árbitro se mostró impasivo. 

Transcurridos los primeros veinte minutos de juego poco se había sacado en claro. Poco fútbol y mucha tensión. El punto de inflexión llegó con la expulsión del dorsal número once del CD Badajoz, Ruano, tras realizar una fea entrada con los tacos sobre Ángel Pajuelo, quien tuvo que retirarse minutos más tarde con molestias. Pese a la superioridad numérica, el Villanovense seguía creando un juego sosegado, con Anunziata como referente en el medio del campo. Se podría decir que se notaba que era un partido de pretemporada ya que fueron muy pocas las ocasiones que se sucedieron. De hecho, sin nada más que destacar se llegó al ecuador del partido.

Cambios decisivos

Con el inicio de la segunda parte y como ya se acostumbra a ver en partidos de pretemporada, llegaron los primeros cambios. El más importante y decisivo sin duda fue Elias Pérez. El jugador de la Puebla de Sancho Pérez volvía a jugar en el Romero Cuerda desde que sufriera aquella fatídica lesión en Jaén. Y como no podía ser de otra forma, volvió por la puerta grande. El Villanovense empezaba a funcionar con Elias y Kamal formando la pareja de baile perfecta en el centro del campo.

Los balones surcaban el terreno de juego sorteando las piernas de los jugadores rivales y las ocasiones no tardaron en llegar. Corría el minuto 65 cuando Elias Pérez ponía un balón entre líneas para el barileño Allyson que sólo ante el portero no supo materializar. Así se escuchó el primer ¡UY! en las gradas que también vivía un ambiente de derbi. Pero poco tardaría en volver a levantarse el estadio, ya que en la siguiente jugada, tras una internada por la banda, Javi Barrio habilitaba a Elias Pérez en la frontal del área que con un gran trayazo mandaba el balón al fondo de las mallas. 1-0.

Fue en este momento cuando el Villanovense empezó a sentirse cómodo en el campo y, por fin, se empezaba a notar la superioridad numérica.  Anunziata fue el protagonista de la siguiente ocasión serona, que poco a poco asediaba la meta de Néstor. En este caso el pase provenía del mismo ejecutor, Elias Pérez, pero el ex jugador del Caudal Deportivo no consiguió batir al guardameta que mandó el balón a córner. 

Tras la sucesión de varias ocasiones para los de Iván Ania, la trifulca volvía a aparecer en el partido. En este caso el perjudicado fue José Ángel, jugador que pasó por las filas verdiblancas y que no acabó muy satisfecho de su regreso al Romero Cuerda, ya que el colegiado decidió expulsarle por protestar desde el banquillo. Y para no perder la dinámica de las expulsiones, en una de las siguientes jugadas, tras señalar el colegiado falta a favor del Villanovense, éste decidió expulsar a Tapia por encararse con un rival. 

Tras este amargo periodo que no gusta recordar, llegó el definitivo 2-0. Otra vez el mismo protagonista. Elias Pérez mandaba un disparo de falta directa a la escuadra defendida por el meta que en primera instancia interceptó el chut pero se le escapó de las manos. 

Así llegaba a su fin un amistoso que dejó buenas sensaciones en general, aunque destacando la necesidad de asentamiento de las plantillas.