Le preguntaban a Lluís Planagumá, en la que sería su última rueda de prensa como técnico del UCAM Murcia, si viendo las actuaciones de -por aquel entonces- su equipo jugando como local era positivo volver a disputar siete días después un encuentro en La Condomina. A lo que el catalán respondió que sí con rotundidad. Los números le llevaban la contraria en aquel momento y la realidad, que es la que lo marca todo, se impuso en la misma dirección. 

Ya sin Planagumá, destituido apenas unas horas después del encuentro en el que los universitarios cayeron con claridad frente al Extremadura, en una reacción inmediata de la cúpula del club, la cual con esta decisión parece no querer perder un solo segundo, quizás para no repetir errores del pasado, los universitarios tenían una nueva ocasión, con José Miguel Campos al frente de la nave azuldorada, para agradar a su público o si esto no era posible lograr al menos una victoria como fuera, que le permitiera situarse cerca del liderato. 

El ténico mazarronero fue presentado el miércoles y ese mismo día comenzó a trabajar con la plantilla, por lo que tan solo tuvo tres días para preparar el duelo frente al Villanovense. La mano del nuevo entrenador solo se podía notar en la elección del once inicial y, por supuesto, en la actitud de los jugadores, que en algunos tramos de los últimos encuentros no había sido la más adecuada. Lo segundo surtió efecto, o quizás no y simplemente el rival que había enfrente no logró dar el nivel necesario para volver a dejar en evidencia a este grupo de jugadores. Lo primero claramente no, ya que ocho futbolistas que estuvieron de inicio frente al Extremadura volvieron a gozar del privilegio de la titularidad. Entre ellos los dos mediocentros, zona del campo achacable al atasco del equipo. 

Los primeros cuarenta y cinco minutos del choque fueron soporíferos, dignos de disfrutar de una buena siesta dominguera. El Villanovense arrancó el encuentro presionando la salida del balón del UCAM, prácticamente como todos los conjuntos que han visitado La Condomina, los técnicos rivales saben cual es el principal talón de aquiles de los universitarios. Fruto del adelantamiento de las líneas visitantes, Dieguito dispuso del primer acercamiento de su equipo. El extremo, tras varias imprecisiones de la zaga local, logró chutar desde dentro del área, pero el disparo le salió muy centrado y Germán blocó sin problemas. La producción ofensiva del conjunto de Villanueva en la primera mitad finalizó con dos lanzamientos lejanos sin demasiado peligro, con un remate defectuoso de Javi Sánchez, en buena posición, tras un saque de esquina y con otro disparo, nuevamente desde dentro del área, de Dieguito, pero esta vez el esférico se marchó arriba. La del conjunto de Campos se redujo simplemente a un disparo de Marc Fernández, después de una buena combinación con Quiles, que se estrelló en el pecho de un defensor. El atacante pidió penalti, pero el colegiado no vio nada punible en la acción.

Dos penaltis errados

Tras el descanso, el Villanovense volvería a avisar con otro remate desde el interior del área, esta vez del punta Allyson, que no consiguió dirigir su cabezazo entre los tres palos. Acto seguido llegó la jugada que pudo cambiar el devenir del encuentro. Carlos Moreno realizó uno de sus habituales saques de banda largos a la olla, donde Marc Fernández, dispuesto a rematar, fue agarrado por un defensor. El colegiado no dudó y señaló el punto de penalti. Hacia allí se dirigió Góngora, el capitán universitario agarró el balón, cogió carrerilla y, ya habiendo engañado a Leandro, mandó el cuero fuera. El de Fuengirola acababa de tirar por la borda la ocasión más clara de su equipo para poder adelantarse en el marcador.

Pero nunca hay que lamentarse en exceso porque como dice el dicho "todo en esta vida es susceptible de empeorar". Un minuto después, en una jugada muy rápida al contragolpe del conjunto extremeño Dani Pérez sujetó de la camiseta a Allyson y el árbitro pitó penalti y expulsó al defensa sevillano por doble amarilla. En tan solo sesenta segundos el UCAM podía pasar de adelantarse a verse por debajo en el marcador y con un futbolista menos. La última palabra la tenía Germán. El guardameta ilicitano detuvo la pena máxima lanzada al centro por Dieguito, logrando mantener el empate.

A partir de este instante, quedando más de media hora de encuentro, lo lógico hubiera sido que los visitantes se hubieran volcado en busca de la victoria, pero no fue así. A excepción de un espectacular remate de chilena de Jacobo, que se fue lamiendo el poste, los de Iván Ania no dieron muestras de peligro. Los universitarios, con sus más que evidentes limitaciones futbolísticas, fueron los que se sintieron más cómodos en los últimos instantes y en cierta medida acosaron el área del 'villano' en busca del ansiado tanto de la victoria, pero siguieron sin encontrar las vías necesarias para acceder al gol.

El conjunto murciano repite jornada tras jornada los mismos síntomas, y no son nada positivos, ahora mismo se encuentra en caída libre, habiéndo obtenido tan solo cinco puntos de los últimos quince. En las próximas jornadas veremos si José Miguel Campos es capaz de enderezar el rumbo del equipo universitario y variar el guión como local antes de llegar al socorrido mercado invernal, donde con total seguridad el UCAM se reforzará de cara a la segunda vuelta. Mientras tanto, continúa a cuatro puntos del liderato y a uno del play off. Por su parte, una victoria frente al Melilla y este empate en La Condomina le permiten al Villanovense alejarse en seis puntos de la zona de descenso.

Germán Parreño 3
Dieguito 2
Fran Pérez 1