Fran Pérez, Kitoko y Góngora son los tres únicos jugadores que permanencen en el UCAM Murcia de la plantilla que se confeccionó para Segunda A. Los tres futbolistas, que tras renovar su contrato se convirtieron en los 'fichajes' más importantes del equipo universitario para afrontar el difícil reto del ascenso, sellaron su nombre a la importante victoria frente al Córdoba B, la primera en liga desde que llegase al banquillo José Miguel Campos.

Salvo contadas excepciones, los puntos en el grupo IV 17/18 se consiguen con sangre, sudor y lágrimas, independientemente de la entidad de los equipos, sus posiciones en la tabla o los últimos resultados. El UCAM y su afición pueden dar buena fe de ello. El encuentro frente al filial blanquiverde se presentaba como una auténtica final en el mes de noviembre, en la que los universitarios tenían la obligación de sumar los tres puntos a la vez que se esbozaban las líneas maestras del plan de Campos, señal inequívoca de que el conjunto progresa con el paso de las semanas. 

La novedad en el once del mazarronero fue la entrada de Kitoko en el doble pivote junto a Vivi. Quiles volvió a ser titular en casa, reencontrándose con sus compañeros, pero esta vez teniéndolos como rivales, en detrimento de Arturo que actuó como tal en el empate en Mérida. Son dos delanteros muy distintos que parece que van a ir rotando en función del rival que haya enfrente. En los extremos repitieron Urko Arroyo y Marc Fernández, que parecen fijos en el esquema del entrenador a pesar de que el primero no está dejando en buen lugar a quien decidió emprender su fichaje. La zona 'del 10' la ocupó Chevi, que vio portería en el Romano, pero lamentablemente tuvo que ser sustituido a la media hora de juego por una nueva lesión que, con total seguridad a falta del parte médico, le mantendrá fuera de los terrenos de juego en lo que resta de 2017. 

Clave: la presión universitaria

El UCAM planteó un encuentro muy serio frente a un Córdoba B que a pesar de estar abajo en la tabla llegaba a La Condomina con la moral por las nubes tras su triunfo (2-0) frente al Melilla. Los jugadores universitarios, en un claro mandato desde el banquillo, ahogaron la salida del balón desde atrás de su rival, en gran parte gracias al vigor físico de Kitoko que le permite desplegarse por diversas zonas del centro del campo, posibilitando así el robo de muchos balones en campo contrario para intentar percutir a una defensa que se encontraba descolocada. De esta forma, en transiciones rápidas tras pérdida y recuperación llegaron las primeras acciones de peligro sobre la portería de Marcos Lavín

Sin generar ocasiones claras de gol, el equipo universitario comenzó a avisar a su rival a balón parado, una faceta del juego que en las últimas jornadas no le estaba resultando efectiva. Góngora sacó dos córners desde la derecha, finalizando el primero sin remate y el segundo con un bombeado de Chevi, aún sobre el campo, que se marchó ligeramente por encima del larguero. El tercero, primero desde la izquierda, vino con premio. El de Fuengirola la puso con su pierna zurda a la cabeza de Fran Pérez, que se encontraba en el interior del área y realizó un remate académico, de tal forma que el balón botó justo delante del guardameta antes de tocar la red. 

Seguidamente, pudo llegar el segundo tanto para el conjunto murciano después de una jugada larga en la que Urko Arroyo partía desde la izquierda hacia el centro, este encontraba a Quiles que a su vez, con un poco de suerte porque la desvió un defensa, el balón le llegó a Marc Fernández, pero el catalán no se atrevió a disparar de primeras y ya con poco espacio armó su pierna diestra y el esférico se le marchó a las nubes. El Córdoba B trató de reponerse del mazazo inicial con dos acercamientos al área rival que apenas inquietaron a Germán, el cual vivió el partido más plácido desde que viste la zamarra universitaria. El punta Laro Setién remató un centro al lateral de la red y Góngora desbarató con suficiencia una jugada larga con varios centros a la olla que, de no haber sido cortada de raíz, podría haber acarreado un disgusto para los suyos.

A falta de diez minutos para el descanso, tuvo lugar la jugada que marcó el encuentro. Kitoko recogió el cuero en tres cuartos de campo, envió un pase raso a Marc Fernández que se situaba dentro del área entre varios defensores, cuando trató de zafarse y buscar portería Hornero, que se encontraba de espaldas, soltó su pierna izquierda para atrás y a pesar de tocar balón en primera instancia también contactó con la de Marc Fernández en forma de zancadilla, por lo que el colegiado señaló el punto de penalti sin dudarlo. Los futbolistas del Córdoba B protestaron mucho la acción, al considerar que el extremo local había hecho todo lo posible por ir al suelo. Góngora, sin titubeos, aunque todavía estaba fresco en el recuerdo el penalti marrado frente al Villanovense, agarró rápidamente el balón, lo colocó a los once metros y batió a Lavín con un disparo fuerte a la base del palo, ante el que no pudo hacer nada el madrileño a pesar de haber adivinado la dirección de este.

Segundo gol en propia consecutivo

Hasta este momento, con el 2-0 luciendo en el marcador, la tarde era de vino y rosas para los 2.000 espectadores que se congregaron en La Condomina a pesar del frío, poco habitual en la Región de Murcia. Pero más helados todavía si cabe se quedaron cuando a falta de tan solo un minuto para que llegara el pertinente paso por los vestuarios, Sebas Moyano, con espacio más que suficiente, posibilitado por Góngora, relajado en el marcaje, colocó un centro al interior del área que Kitoko se introdujo involuntariamente en su propia portería con un testarazo perfecto al palo largo ante el que no pudo hacer absolutamente nada Germán

Tras el medio tiempo, el UCAM salió con el objetivo de que los tres puntos se tenían que quedar en la ciudad del Segura y para ello lo más recomendable era hacer un tercer tanto que diera tranquilidad y restara opciones al Córdoba B de verse con posibilidades de rascar un punto en los últimos instantes del encuentro. En este segundo periodo el futbolista que más se empleó en ataque fue Marc Fernández, que desde su costado diestro pudo sentenciar la contienda, pero o bien le arrebataban el cuero cuando se disponía a adentrarse en el área, el disparo se le iba por poco fuera o Lavín se ponía en su camino, deteniendo un disparo centrado. Quiles también buscaba su cuota de protagonismo en forma de goleador frente a sus ex compañeros, filial del club al que pertenece, pero tras una gran arrancada su golpeo se marchó desviado.

Los minutos iban pasando y el partido se iba consumiendo, el filial blanquiverde no sitiaba el área del UCAM, cuya única baza residía en recurrir a la mística de los últimos minutos gracias a la reducida diferencia en el marcador. Y estuvo a punto de funcionar. Ya en el descuento en una jugada llena de despropósitos por parte de los locales, el esférico le llegó a un jugador del Córdoba que puso un centro peligroso desde la izquierda que se paseó por el área pequeña sin remate alguno. El pitido final del colegiado andaluz supuso un auténtico alivio para la familia universitaria, que vuelve a saborear una victoria en casa que le situa quinto con los mismos puntos que el play off y a tan solo tres del líder. El filial blanquiverde permanecerá decimoquinto, con los mismos puntos del play out de descenso. 

Puntuaciones VAVEL.COM

Fran Pérez (UCAM Murcia) 3 puntos
Kitoko (UCAM Murcia) 2 puntos
Sebas Moyano (Córdoba B) 1 punto

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Sobre el autor
Alejandro Ruiz Cutillas
Periodista por vocación, futbolero por devoción. Debuté en la sección de deportes de La Opinión de Murcia, aprendí en los Gabinetes de Comunicación de la UCAM y UCAM CF. Intento siempre ser lo más objetivo posible.