Al principio de los años 90, Mérida CP y CF Extremadura se erigieron en embajadores extremeños de la más alta división del fútbol nacional por primera vez en la historia. Con el CD Badajoz pisando fuerte en Segunda, a la comunidad se le auguraba entonces un futuro muy prometedor en este deporte. Sin embargo, dicho auge nunca alcanzó el éxtasis final, y el partido soñado entre dos equipos de la tierra acabó convirtiéndose en una utopía que nunca ha estado tan cerca de alcanzarse que en aquella época. A pesar de las dos temporadas que ambos clubes disputaron en Primera División (95/96 y 97/98 el Mérida; 96/97 y 98/99 el Extremadura), la etapa dorada del fútbol extremeño no le regaló a sus aficionados la guinda del pastel en unas circunstancias extraordinarias. El equipo pacense nunca pudo lograr el ansiado ascenso, y los avatares del destino hicieron que romanos y almendralejenses “jugaran” a alternarse entre ellos en las dos máximas categorías, lo cual no les permitió jamás coincidir en la llamada Liga las Estrellas.

No obstante, esto no impide a ambas aficiones recordar aquella era con emoción y nostalgia a partes iguales. Es cierto, nunca tuvo lugar un derbi castúo con todas las de la ley, pero tampoco debemos ignorar aquellos enfrentamientos en 2ª que se dieron antes y después del gran momento. Este olvido sería muy injusto para quienes lo vivieron en primera persona, tanto en la grada como en el campo, pero si hay alguien con quien dicha acción resultaría especialmente inmerecida, ese es Pedro José. El de Torremejía vistió durante casi 15 años la elástica azulgrana, viendo crecer como a un hijo al que acabó convirtiéndose en equipo de su corazón. Jugó con los almendralejenses en 3ª, 2ªB, 2ª y, por fin, en 1ª. Como ya hemos dicho, el derbi mayúsculo jamás sucedió, pero los seguidores del fútbol extremeño pueden dar fe de la fuerte rivalidad entre ambos a raíz de los diversos encuentros que se han llevado a cabo en las distintas divisiones.

Antes del ascenso máximo, Extremadura y Mérida coincidieron en 2ª una temporada (94/95), decantándose la balanza hacia los segundos tras un empate a 1 en Mérida (tantos de Benítez y Manuel) y una goleada a domicilio de estos mismos por 1-4 (Tirado para el Extremadura y Prieto, Reyes, Urbano y Benítez para el Mérida). A partir de entonces, comenzó la dinámica de subidas y bajadas de división sin coincidencia de ambos hasta la temporada 99/00, también en 2ª. En la penúltima jornada, los pecholatas vencieron por 1-0 en su casa (Juanma Prieto) y se quedaron muy cerca de ascender de nuevo a Primera División. Sin embargo, los impagos provocaron su descenso a 2ªB y su posterior desaparición por el mismo motivo. En consecuencia, hasta dos años después (02/03) no volverían a darse estos encuentros extraordinarios (eso sí, ya en la categoría de bronce o incluso en Tercera División) de la mano del filial UD Mérida Promesas convertido en primer equipo de la ciudad. Esa temporada se solventaría con una victoria blanquinegra en casa (1-0, gol Prieto, pero esta vez José Luis) y un empate en feudo azulgrana (1-1 por gentileza de Pichi y Cubillas, respectivamente).

Por su parte, en la capital extremeña se empezaba a despertar de nuevo un sentimiento con olor a pasado. El UD Mérida Promesas ascendía a 2ªB en 2001, apenas un año después de la desaparición del su correspondiente histórico. Sorprendentemente, en el siguiente curso los de Paco Miranda consiguieron meterse en la liguilla de playoffs. Sin lograr ascender, se mantienen varios años en la categoría de bronce hasta que, en 2004, descienden a 3ª. Pero de nuevo en la 2007/2008, Goran Milojevic  y los suyos consiguen desadormecer al Romanito que todos los emeritenses llevaban dentro con la clasificación para playoffs a 2ª. Volvieron a caer y, en esta ocasión, el sueño se convirtió en pesadilla ya que el club se sumió en una grave crisis económica e institucional. Con la desaparición del Mérida UD, a la ilusión de aquellos tiempos pasados ni se la veía ni se la esperaba por tierras emeritenses hasta que el Grupo Abeto decidió hacerse cargo del equipo por medio de la creación del AD Mérida en 2013. Justamente, decía el poeta emeritense Félix Grande que “donde fuiste feliz alguna vez no debieras volver jamás”. Sin embargo, Dani Martín, actual presidente, consiguió hacer regresar a cientos de nostálgicos romanos a ese sitio donde no hacía tanto caían lágrimas, de alegría y de tristezas. El Estadio Romano vio como cada vez más butacas perdían el polvo fruto del abandono que había sufrido los últimos años gracias al chute de ilusión que los emeritenses experimentaron a partir de entonces.

Los azulgranas aguantaron en pie algo más de tiempo que sus enemigos, pero la catástrofe económica, como desgraciadamente ocurre en este tipo de equipos modestos, acabó por obligarlos a fundar un nuevo club desde cero: en la temporada 2007/2008, nació el actual Extremadura Unión Deportiva. Por sorprendente que parezca, el histórico CF no desapareció hasta la 2009/2010. A tan solo 30km de distancia, los aficionados almendralejenses miraban con cierta melancolía el resurgir de sus vecinos. Una y otra vez, el Extremadura UD se quedaba a las puertas del ascenso a 2ªB, hasta que en la 2015/2016, el experto en liguillas, Juan Marrero, destruyó el gafe que durante años les había acompañado. La primera temporada en 2ªB se antojaba complicada de manejar, pero el fichaje de Juan Sabas a mitad de curso resucitó a los jugadores y consiguieron la salvación. En contrapartida a todos los cursos anteriores de sufrimiento, la fortuna no abandonó al Extremadura, quien se vio sorprendido por la iniciativa de inversión de un grupo ajeno a la comunidad. Gracias a ello, este año gozan de una gran plantilla que da como resultado el puesto que poseen actualmente: terceros a tan solo un punto del liderato, el cual ya ostentaron hace unas semanas.  

Gracias a la estabilidad económica que sus respectivos inversores le proporcionan, hoy en día ambos aspiran a puestos de grandeza. Almendralejo quiere ver a su equipo en Segunda en menos de tres años, mientras que Mérida lucha por el mismo objetivo sin límites temporales específicos. Quién sabe si Extremadura volverá a revivir aquellos inmejorables momentos y, por qué no, tal vez el destino compense todo el sufrimiento con el derbi siempre soñado y jamás acaecido. De momento, la próxima cita con la historia ya tiene fecha: domingo 10 de diciembre a las 18:00, Extremadura UD – Mérida AD. Disfrutemos el presente.