Jueves 7 de diciembre, 18:00 horas. Alrededor de 21.000 asientos vacíos en el Nuevo Arcángel. Imagínenselo. Fotografíenlo y guárdenlo para la posteridad. Con un escenario propicio para disputar un partido con la mayor concentración posible, arrancó el choque entre Córdoba B y Villanovense.

Los primeros minutos de juego dejaron ver el alto nivel físico de los jugadores locales, de acuerdo con su edad; y el sobresfuerzo que se veían obligados a realizar los contrincantes, debido a llevar una dinámica un tanto extraña, jugando prácticamente dos partidos a la semana. Esto trajo consigo una muy alta presión del cuadro cordobés, que sin duda incomodaba a los zagueros serones.

Los sistemas tácticos que presentaban ambos equipos eran auténticos calcos. 4-2-3-1 contra 4-2-3-1, aunque las funciones que realizaban jugadores que ocupaban la misma posición eran totalmente diferentes. El Córdoba B, con vistas a un juego mucho más vertical y rápido que el de su rival, se apoyaba sobre una única figura: Aguado. El centrocampista, que, a priori, ocupó la posición de media punta, se recorría todo el campo en círculos buscando sacar el balón jugado desde su propia defensa para intentar romper las líneas seronas con mayor facilidad. Pese a que el sistema era claro, se encontraron con un muro inexpugnable enfrente: Javi Sánchez y Javi Barrio, quienes solo pusieron en apuros a su equipo tras dos pérdidas de balón provocadas por la alta presión de los rivales. 

El sistema de los de Iván Ania volvía a ser el mismo de siempre. Todo el peso del equipo recaía sobre los "tres tenores", que ayer no tuvieron su mejor actuación. Kamal recuperaba balones y cortaba jugadas para que Pajuelo subiera el balón buscando a Xavi Annunziata y el canario manejara el curso del ataque. 

Cabe mencionar que, tras la destitución del entrenador del Córdoba CF y la posterior incorporación del técnico del filial al primer equipo, el Córdoba B se había visto obligado a cambiar de entrenador para esta jornada, por lo que el partido se presentaba como una auténtica incógnita que se reafirmó como tal. 

Dos estilos de juego tan diferenciados como los que presentaban ambos equipos, se vieron frustrados por el del rival inconscientemente. Los cordobeses, tras reconocer la dificultad de romper la línea de zagueros del Villanovense, optaron por un juego más combinativo y horizontal. Esto conllevó un cambio en el juego del propio Villanovense, quienes tuvieron que emplear un juego más vertical, renunciando a la posesión en favor de los locales. Se cambiaron las tornas y se perdió la esencia, con lo que se esfumó el fútbol del Nuevo Arcángel.

Sobreponerse a las adversidades

La segunda parte estuvo condicionada por dos factores, que terminaron modificando el curso del partido: las lesiones de Jacobo y Allyson para el Villanovense. Tras abandonar renqueante el campo Jacobo y dejar su puesto a Allyson -que minutos después abandonaría el terreno de juego también- el sistema del Villanovense cambió a un 4-4-2, con dos puntas como referencia en ataque y Xavi Annunziata de extremo. La modificación trajo consigo unos minutos de desconcierto en el once serón, que aprovechó el rival para adelantarse. La jugada, como no podía ser de otra manera, vino de un contraataque, llevado a cabo por el magnánime Aguado. Así, tras pasar el balón de un lado a otro del campo, Laro Setién lo cazó en la frontal del área y con un gran trallazo batió a Leandro por la escuadra. 

Un gol psicológico que supondría un mayor problema cuando, minutos después, Allyson tuvo que abandonar el campo con gran dificultad para caminar y dejando su posición a Luis García. De nuevo se volvía al 4-2-3-1, pero con muchos jugadores agotados y cabizbajos tras este cúmulo de circunstancias. 

Tocaba remar a contracorriente y el Nuevo Arcángel no lo ponía fácil. Los ataques del Villanovense llegaban paulatinamente, al igual que se sucedían los minutos en el marcador. Los cordobeses, por su parte, hicieron un gran alarde de una madurez impropia en estos equipos. Con un juego mucho más combinativo dotaron de gran temple al partido. 

Con esta dinámica, y en un nuevo contraataque llegó el segundo gol del Córdoba, justo en el momento de auge del Villanovense en toda la segunda mitad. Con un único pase, Ángel -que no había aparecido en todo el partido- consiguió romper las líneas defensivas del Villanovense y Waldo no falló ante el portero. 

Así se rompían todas las esperanzas del Villanovense de conseguir empatar el partido y llevarse un punto a Villanueva de la Serena. Por otra parte, la victoria del filial cordobés aumenta aun más la igualdad que reina en este grupo IV de Segunda B.

Puntuaciones

3 puntos: Aguado

2 puntos: Annunziata

1 punto: Laro Setién

  

VAVEL Logo
Sobre el autor
Antonio Rodríguez
Optando por escribir para ser libre. Estudiante de Periodismo y Comunicación audiovisual en la Universidad Carlos III.