La vida sigue igual

El UCAM Murcia ha empezado el nuevo año como terminó el anterior: con victoria. Sin hacer demasiado ruido, el equipo universitario, tras vencer al Granada B, ha logrado encadenar su cuarto triunfo consecutivo y ya suma seis jornadas sin conocer la derrota,, obteniendo catorce de los últimos dieciocho puntos puestos en juego. Todo ello desde la llegada al banquillo de José Miguel Campos, el mazarronero le ha imprimido a su equipo el tan necesario gen competitivo para todo aquel equipo que quiera luchar por cotas altas, como es el caso del UCAM. Y es que el encuentro frente al filial nazarí fue un nuevo ejemplo de ello, porque a pesar de las múltiples bajas con las que contaban los universitarios: Góngora y Germán por lesión; Carlos Moreno por sanción; y Jony porque rescindió y se marchó al Elche, no se les resistió la victoria e incluso volvieron a aprobar la asignatura de dejar la puerta a cero, como ya ocurrió en el último encuentro en casa del año con el San Fernando.

El choque comenzó muy agitado, con ambos equipos avisando a su rival desde el inicio. El primer acercamiento con peligro lo protagonizó el equipo rojiblanco, Carlos Neva se internó por el costado zurdo, llegó a línea de fondo, centró y Pablo González remató desde el interior del área, pero su testarazo se marchó por encima de la meta de Esteve, guardameta del filial que disputaba su primer encuentro como titular con la casaca azuldorada, teniendo una actuación más que notable. Por tanto, Pol Ballesté, guardameta de la primera plantilla, vio el encuentro desde el banquillo, lo que denota que no tiene la confianza de su entrenador y que podría salir del club en el presente mercado invernal. La respuesta del UCAM Murcia llegó inmediatamente. David López, veterano centrocampista que volvió al once después de muchas jornadas, recogió el cuero en el interior del área y se sacó un zapatazo con su pierna zurda que se estrelló en el travesaño.

Durante la primera media hora los universitarios tuvieron el control del juego gracias a David López y Vivi, que dotaban a su equipo de una mayor claridad con el balón para encontrar un hueco en un Granada B muy bien plantado atrás hasta el primer gol. Marc Fernández, protagonista del encuentro, pudo abrir el marcador pasado el primer cuarto de hora. Víctor García colocó un centro a media altura al área que logró bajar con solvencia Arturo, este la cedió para Isi y a su vez para Marc, pero el de Corbera de Llobregat se encontró con el pie de Áaron. En esa acción el guardamenta del filial nazarí sintió un fuerte dolor en el muslo y tuvo que ser sustituido por Lejárraga. Y no pasaron demasiados minutos hasta que le tocó realizar la primera intervención.

Marc Fernández volvió a sacarle partido a un envío de Víctor García, que actuó como lateral zurdo ocupando el puesto del lesionado Góngora, se internó en el área y acabó en el suelo. El colegiado interpretó que el defensa había derribado al atacante y señaló penalti. Marc Fernández cogió el cuero, lo puso en el punto de penalti y, tras varios amagos, lanzó fuerte a media altura a su costado zurdo, pero Lejárraga le adivinó las intenciones y despejó el balón, convirtiéndose en el héroe de su equipo hasta ese momento. Con el empate a cero tomaron rumbo al vestuario los futbolistas de ambos equipos. A partir de ahí, el UCAM se desconectó totalmente del encuentro y no volvió hasta los instantes finales del choque. 

El Granada B llevó la voz cantante en la segunda mitad, pero le faltó contundencia en el área rival para haberse adelantado en el marcador y haber puesto en apuros a un UCAM que necesitaba la victoria y que tan solo creaba peligro en acciones aisladas a balón parado, las cuales no ponían a prueba al joven guardameta nazarí. Al que sí pusieron a prueba fue al universitario, ya que Esteve tuvo que intervenir providencialmente ante el lanzamiento cruzado de José Antonio, rozando el balon con las yemas de los dedos para enviarlo a saque de esquina. A falta de quince minutos para el pitido del colegiado, Arturo, delantero universitario, creyó en una jugada que parecía condenada a evaporarse, como tantas otras, pero que resultó ser decisiva. Tras la pelea del punta en el córner de la portería del Granada, el esférico salió rebotado para Dani Pérez, este lo puso en el área, Marc Fernández lo controló y a la media vuelta colocó el balón en el fondo de la red, haciendo inútil toda estirada del portero. 

Con el marcador en contra, los jugadores de Pedro Morilla se volcaron en busca del empate y el UCAM Murcia les volvió a golpear por segunda vez y esta ya sería la definitiva. En el descuento, Chevi combinó con Quiles y este mandó un balón largo al espacio para Marc, este se adentró en el área y con una tranquilidad pasmosa, la que te da ya haber marcado, batió a Lejárraga por bajo y certificó la victoria para su equipo. Con este resultado, los universitarios se colocan en tercera posición y siguen a tres y dos puntos del líder y del segundo, respectivamente, pero aumenta la distancia con posibles rivales en la lucha por el play off. Por su parte, el Granada B cae hasta la novena posición y se queda a cinco puntos de la promoción, que la cierra el Marbella. 

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