Decía el gran Luis Aragonés que los objetivos se cumplen en los 10 últimos partidos de liga, y no en vano el adjetivo de “sabio” le acompañó, junto a su distrito madrileño de origen, Hortaleza, para formar un apodo con el que se le recordará para siempre. Sin embargo, tanto o más importante es llegar bien encaminados a ese último tramo de temporada donde cualquier equipo alcanza sus límites máximos de “productividad” con el fin de evitar la desgracia, sea cual sea el objetivo marcado y haya evolucionado este desde el comienzo o, por el contrario, siga siendo el mismo.

Es en esa fase previa donde se encuentran ahora todos los equipos de la 2ªB, pero algunos lo tienen más difícil que otros, y en este grupo hallamos al Mérida AD. El equipo romano conoció la victoria el pasado 4 de febrero cuando estaban a punto de cumplirse tres meses sin sumar tres puntos. La jornada siguiente, es decir, la del pasado domingo, visitaba al líder en su feudo, un fortín del que pocos salen ilesos… pero ellos lo consiguieron. Parece que al Cartagena se le resiste el Mérida este año, o quizás son los pecholatas quienes le tienen tomada la medida a los cartagineses, pero la cuestión es que la jornada anterior se saldó con un empate que en Mérida se ha valorado casi como una auténtica victoria, mientras que en tierras murcianas el resultado ha sabido más a derrota. Es por ello que en la capital extremeña quieren aprovechar al máximo todo lo positivo que supone este empujón para hacer un final de temporada casi perfecto que les permita no ya cumplir los objetivos (puesto que los playoffs hace mucho tiempo que empezaron a verse lejanos en el Romano) sino, simplemente, salvar los muebles sin sufrimientos innecesarios.

Pero antes de empezar la décima jornada, tiene tres aún por delante (y qué tres): este domingo recibirá la visita del Murcia, quienes se acaban de colar en el cuarto puesto de la clasificación y no parecen tener ninguna intención de dejarse puntos lejos de la Nueva Condomina. El siguiente partido en casa será ante un Betis Deportivo que intenta poco a poco salir del pozo sin su jugador más decisivo, Loren, que ya anda triunfando por la Liga de las estrellas. Pero, sin duda, la clave de esta preparatoria se encuentra en el único enfrentamiento a domicilio que le queda en el segundo mes del año. El 25 de febrero tendrá lugar el esperado derbi entre dos de las escuadras extremeñas con más rivalidad de la región: Badajoz – Mérida. El que gane no sólo se llevará tres puntos, sino una confianza extremadamente necesaria para afrontar la recta final de la temporada debido a las pasiones que este encuentro genera.

Llegados a este punto, podemos afirmar que al Mérida, en este frío mes de febrero, sólo le vale ganar, ganar y ganar para llegar con impulso y seguridad al último intervalo de curso. Y sí, también tiene que volver a ganar, y ganar y ganar para acabar salvando la temporada y, por qué no decirlo, también el orgullo. Ganar: eso parece ser lo más importante del fútbol, a los sabios me remito.