Después de una temporada y media en el club, Aritz López Garai se convierte en el líder del vestuario del CF Reus. Antes lo era sobre el césped. Su experiencia, temple y saber estar siempre han estado bien valorados por los demás compañeros que escuchaban con atención los consejos del vasco dentro del terreno de juego. Con la marcha de Natxo González, Garai tiene un difícil trabajo por delante en la que es su primera aventura como entrenador. Sin embargo, ha dicho que “el venir de una temporada muy buena no es un problema, sino un aliciente”.

El centrocampista, porque la demarcación en el campo siempre va ligada a la persona, cuenta con la confianza total de los altos cargos del club catalán. Tanto el máximo accionista, Joan Oliver, el presidente, Xavier Llastarri, y el director deportivo, Sergi Parés, han creído que la mejor elección para ocupar el banquillo era Garai. “No dudé ni un instante cuando me propusieron ser el entrenador” ha dicho Garai en rueda de prensa.

El exjugador de Córdoba, Sporting de Gijón o Celta de Vigo ha comentado que quiere “un equipo valiente, atrevido y competitivo. La gente debe estar identificado con su equipo”. Además, ha avanzado que mantendrá lo bueno del equipo e introducirá sus mejoras personales y que no tiene ninguna petición especial sobre ningún jugador ya que cree que Sergi Parés hará un buen trabajo. Su decisión de retirarse como jugador y ejercer de entrenador sin descanso alguno sorprendió a todos, pero él, que ha tenido siempre la idea de ser técnico, dice estar en el momento ideal para dar este cambio. Garai tiene conocimientos del club, conoce sobradamente a los jugadores y gran experiencia en la categoría por lo que se ajusta a la perfección a lo que la dirección de Reus buscó cuando conoció la renuncia de González a la propuesta de renovación.