Una vez más, el Alcorcón sabía todos los resultados de la jornada antes de empezar su partido. Sabía que, una jornada más, estaba fuera de los puestos de descenso, aunque tan solo a dos puntos del Real Madrid Castilla, en la zona límite. Una victoria les alejaría cinco puntos, un pequeño colchón para afrontar el último tramo de la temporada, aunque el planteamiento no fue el más ofensivo posible.

José Bordalás llegaba a este encuentro con alguna complicación en el once, ya que el delantero de referencia esta temporada, Óscar Plano, se encontraba lesionado. Apostó por reforzar el centro del campo con Iribas como interior derecho, dejando el lateral para Pau Cendrós. En el flanco izquierdo, la baja de Ángel Sánchez daba el protagonismo a Camille y en el centro del campo volvía Sergio Mora.

Sin delanteros

Sin la confianza en los delanteros llegados recientemente, Bordalás decidió no jugar con un punta de referencia. Juli y Dani Pacheco estuvieron en permanente movimiento en la búsqueda de una oportunidad de gol. Mientras tanto, la pelota no circulaba por Mora ni por Antonio Martínez, quienes podían trenzar el juego.

El partido iba y venía de un lado a otro del campo sin que hubiera alguna ocasión clara. El primero intento de gol llegó por parte de Antonio Martínez, que disparó por encima de la portería de Casto en el minuto 36. Tras este aviso, el Murcia se sacudió la presión de los amarillos.

Un centro desde la banda derecha sin aparente peligro se convirtió en un penalti de Babin que, en su intento por proteger el esférico, agarró levemente a Kike García, autor del primer tanto del partido. Otro penalti al borde del descanso que concede el Alcorcón, como le ocurrió contra el Córdoba o el Sabadell en jornadas anteriores.

Segunda parte de ataque

Tras el descanso no cambió el discurso del partido. Intercambio de posesiones sin excesivo peligro. El técnico visitante decidió meter jugadores de refresco y ataque al equipo, introduciendo en el campo a Fernando Sales y Arnal Conde por Rubén Sanz y Pau Cendrós. No tardaron en hacer efecto los cambios, ya que el delantero fue el artífice del gol del empate en el minuto 58.

El 1-1 en el marcador provocó que los dos conjuntos se lanzaran al ataque con más intensidad, pero sin mayor acierto rematador. Los porteros apenas tuvieron trabajo durante el resto del partido.

El empate dejó satisfechos a los alfareros, cuyo gran objetivo es el de asegurar la salvación en la Liga Adelante. La distancia ahora es de tres puntos, una ventaja aún insuficiente como para tomarse un respiro. Respecto al Murcia, el punto cosechado les coloca empatado con el Recreativo de Huelva en la lucha por acceder al playoff de ascenso. Aún queda mucho por decidir en la categoría de plata.