Héctor Verdés, de cabeza, dio la victoria al Alcorcón en el derbi del sur de la Comunidad de Madrid frente al Leganés. Con el solitario gol del defensa alfarero el conjunto amarillo da por finalizada la mala racha que atravesaba en Santo Domingo, donde no había conseguido puntuar esta temporada.

El ambiente previo era excepcional, de partido grande que no se había producido hasta ahora en categoría profesional. La última vez que se encontraron fue en Segunda B, en la temporada 2009/2010, con victoria pepinera por 1-3.

Sorprendía antes del partido la alineación de José Bordalás. Javi Jiménez debutaba en liga en portería, en sustitución de Falcón. También aparecía Fran Cruz junto a Verdés en el centro de la zaga, en detrimento de Charlie, y Fausto por Escassi en la medular. Aparentemente, todos los cambios parecían apuntalar la defensa amarilla para intentar mantener la puerta a cero. También apostó Bordalás por Máyor en punta de ataque por el goleador David Rodríguez, intentando presionar la salida de balón del Leganés.

45 minutos de tanteo

Acertó el técnico local con los cambios, ya que los visitantes no crearon apenas peligro en la primera parte. Garitano, por su parte, también dispuso un entramado en la medular para presionar la circulación de balón amarilla. Carlos Álvarez y Borja Lázaro eran los primeros en presionar a los centrales locales, que, en muchas ocasiones, no podían conectar con la zona de ataque.

Hubo que esperar hasta el minuto 42 para ver la primera jugada con verdadero peligro. Óscar Plano, que está cuajando un gran inicio de temporada partiendo desde banda derecha, trazó una diagonal hasta la frontal del área para disparar seco a la meta de Queco Piña. El balón, con vida propia, trazó una parábola muy difícil que a punto estuvo de sorprender al portero visitante.

Segunda parte de ida y vuelta

El descanso vino muy bien al Leganés, que pudo reponerse del desgaste en la presión de la primera mitad. Tan solo habían pasado cuatro minutos cuando Carlos Álvarez puso en aprietos a Javi Jiménez, que respondió con una buena parada. La iniciativa era claramente blanquiazul.

Bordalás apostó rápido por introducir más mordiente arriba. Entró David Rodríguez por Anderson, que no había encontrado su sitio en el partido. Máyor retrasó ligeramente su posición y siguió participando en la presión. Con este movimiento, el Alcorcón buscaba con balones largos a su nueva referencia arriba. Más tarde, el técnico dio entrada a David González por Rubén Sanz. Siguió ganando el equipo con el cambio, ya que el canario puso el criterio a la circulación de balón. A pesar de ello, el Leganés volvió a crear peligro, en esta ocasión a balón parado en un cabezazo del capitán Postigo que volvió a poner a prueba los reflejos del meta alfarero.

El partido atravesó entonces por un tramo de ida y vuelta en el que ningún equipo alcanzaba a hacerse con el control del juego. Entraría después en la fase del miedo, en el que ninguno de los dos quería perder el punto conseguido hasta entonces. Ni el Alcorcón había ganado en casa ni el Leganés había logrado una victoria lejos de Butarque. Cualquier gol pondría fin a alguna de las dos rachas negativas.

Gol a balón parado

La suerte entonces se convirtió en la mejor aliada del Alcorcón. Corría el minuto 81 cuando Escassi entró en el terreno de juego por Fausto, con sobrecarga muscular. Un minuto antes, Héctor Verdés, que había sido duda toda la semana, había pedido el cambio. Su rodilla no parecía aguantar más. A la vez, Fausto se echaba al suelo con calambres y Bordalás apostaba por sustituir al mediocentro en lugar del defensa.

Una jugada después, tras un córner sacado en corto por el Alcorcón, Óscar Plano colgaba un balón al corazón del área que Verdés cabeceó a la red. El destino jugó claramente a favor de los alfareros, que veían los tres puntos al alcance de los dedos.

Para conseguirlos, tuvieron que sufrir los últimos minutos las acometidas visitantes, que no lograron el premio final del empate.