Tras adelantarse en los primeros minutos, los de Julio Velázquez no supieron mantener la ventaja y se dejaron empatar y posteriormente remontar por un Juan Villar que vuelve a marcar tras varias jornadas sin mojar. A remolque, el equipo amarillo buscó con más corazón que cabeza el gol del empate durante toda la segunda parte que no llegó.

Santo Domingo se vestía de gala una vez más para recibir en este caso a un Real Valladolid que llegaba con la necesidad de ganar y sacar 3 puntos vitales en su lucha por acceder a los puestos de promoción de ascenso. Los alfareros, empujados por su afición en una jornada con mucho ambiente en el feudo amarillo, buscaban volver al camino de la victoria tras varias jornadas en los que los de Julio Velázquez se habían dejado puntos importantes por el camino.

En lo referente a las alineaciones, ambos técnicos introducían novedades. Cuenca y Álvaro Giménez volvían al once amarillo mientras que en los blanquivioletas la gran novedad era la vuelta a la portería de Isaac Becerra y la titularidad de Rafa como tercer central en una defensa de tres y dos carrileros muy abiertos.

EL VALLADOLID GOLPEÓ MÁS VECES

El partido comenzó sin un dominador claro, ambos equipos salieron enchufados en el partido y se intercambiaban llegadas peligrosas por las dos bandas. Las aficiones de ambos equipos, sabedoras de la importancia de estos tres puntos animaban y se hacían notar en la grada amarilla. Y en el primer disparo a puerta del partido, al lanzamiento de un córner, David Navarro enganchó una buena volea dentro del área ante la que nada pudo hacer el portero visitante. Tras anotar el gol, el defensa alfarero tuvo que abandonar el terreno de juego por lesión.

Tras ese tanto tempranero, el Real Valladolid supo reaccionar y a punto estuvo de empatar tras un disparo de José que fue bien rechazado por Dmitrovic. Sin embargo el Alcorcón, lejos de conformarse con el 1 – 0 tampoco decidió encerrarse y en cada contraataque hacia portería rival llevaban peligro de gol. En este intercambio de golpes fue el Pucela el que supo encontrar el premio en una jugada por banda derecha en la que Juan villar batió al portero amarillo tras un buen disparo cruzado, empatando así el choque.

Con el empate en el marcador el Alcorcón tomó las riendas del partido y fue el equipo que más y mejor buscaba el gol. Pero el fútbol no siempre es justo y en una nueva llegada de Juan Villar al área, cayó derribado por Owona y el árbitro decretó penalti que el propio jugador vallisoletano se encargó de transformar poniendo por delante a los visitantes al filo del descanso.

POCAS OCASIONES, NINGÚN GOL.

En la reanudación del partido, el Alcorcón salió enchufado sabiendo que la derrota no podía ser el resultado final. Toribio y Víctor Pérez buscaban las combinaciones por el medio del campo y con internadas por la banda izquierda. Pero de nuevo fue el Real Valladolid el que a punto estuvo de poner más tierra de por medio con una clara ocasión de Míchel que rechazó Dmitrovic.

A partir de la hora de encuentro, el choque entro en una dinámica en la que ninguno de los dos equipos pasaban del medio campo y en la que jugaban un futbol muy trabado y lleno de imprecisiones. El Valladolid, bien cerrado atrás hacia imposible que cualquier llegada alfarera tuviera algún peligro y los minutos pasaban sin que el equipo de casa diera sensación de peligro.

Durante los últimos diez minutos, el Alcorcón puso las ganas y el corazón, pero le faltó la puntería. El Valladolid se limitó a defender en su campo esperando a cazar alguna contra que dejará el partido sentenciado. Balones a la olla durante los últimos instantes del partido que no obtuvieron premio y el Valladolid que se marchó de Santo Domingo con el botín que vino a buscar.    

TOCA REMAR POR LA PERMANENCIA

Tras esta derrota, el vestuario del Alcorcón queda tocado anímicamente, según declaraciones de Dmitrovic y buscan revertir la situación lo antes posible. A partir de ahora quedan 11 finales para el equipo de Julio Velázquez que ya piensa en su próximo encuentro frente al Almería crucial para su salvación.

Con 33 puntos el conjunto amarillo no ocupa los puestos de descenso, pero los ve desde muy cerca y ello sumado a la mala dinámica que arrastran en la que no ganan en sus últimos 7 partidos provoca que se viva una situación delicada en el seno del club alfarero.

A partir de ahora toca remar contra viento y marea y huir de esa zona de peligro en la que se encuentran los amarillos para afrontar con mayor tranquilidad las últimas jornadas.