Partido poco vistoso en Santo Domingo pero con un resultado clave para ambos equipos que deja sensaciones muy distintas. Owona de cabeza puso el único gol del partido y el Alcorcón supo conservar el resultado ante un Mallorca que buscó el empate pero que se topó con Dmitrovic.

Santo Domingo era sede una vez más, de una auténtica final por la permanencia. El conjunto alfarero necesitado de victorias, recibía al RCD Mallorca también en una situación límite. Ambos equipos buscaban los tres puntos para huir de la zona baja de la tabla y meter presión a sus perseguidores. La primera de las once finales que quedan por disputar de aquí a que termine la presente temporada, se jugaba en el feudo alfarero y eso se notaba en el ambiente de las gradas que era el de las grandes citas.

Los técnicos de ambos conjuntos alineaban un once de garantías con el que poder conseguir la ansiada victoria. Julio Velázquez, mermado por las lesiones en su defensa, cubría las sensibles bajas de Bellvis y David Navarro con Razvan y Elgezabal. Olaizola por su parte, introducía en punta a Brandon, acompañado de Moutinho, Lago Junior y Culio.

Mucho corazón, poco juego

El partido comenzó con el equipo de casa enchufado sabiendo muy bien lo que se jugaba y poniendo toda la intensidad posible en cada pelota. Las primeras llegadas peligrosas llevaron el sello amarillo que buscaba incesantemente el primer gol del partido principalmente por las bandas. El Mallorca un tanto superado por el juego alfarero intentaba desactivarlo con faltas tácticas que frenaran el partido.

Poco a poco el partido entró en una dinámica en la que los dos equipos basaban su juego en balones largos, que eran rechazados por las defensas quedando el fútbol de toque en un segundo plano. El corazón estaba presente en cada balón más que la cabeza y el juego de ambos equipos no invitaba a la aparición de los goles.

Y con pocas ocasiones y ningún tiro a puerta por parte de ambos equipos se llegó al final de los primeros 45 minutos. Ningún equipo quería fallar y los riesgos eran mínimos. Cualquier error podía suponer la derrota en un partido en el que estaba prohibido perder.

 

Otro gran comienzo, esta vez con premio

Nada más comenzar la segunda parte, el Alcorcón se adelantó en el marcador tras un lanzamiento de córner cerrado que remató Owona en el segundo palo. El primer tiro a puerta del partido llegó en el segundo tiempo y fue dentro de la portería balear. A partir de ese momento el partido se revolucionó y a punto estuvo de empatar el Mallorca de no ser por la gran actuación de Dmitrovic que sacó en la línea el empate bermellón.

A partir de ese momento el partido cambió. Tuvo mucho más ritmo por parte de ambos equipos y las ocasiones peligrosas llegaban de un lado y del otro del campo. El Mallorca debía reaccionar al gol y lo hizo pero sin encontrar el premio del empate. El Alcorcón por su parte, mantenía la ventaja del tanto conseguido construyendo algún contragolpe en busca del segundo tanto que ponía en apuros a la defensa visitante.

Con los últimos minutos en juego, el Mallorca buscó el empate hasta el último minuto pero se topó con un Alcorcón que conservaba la renta conseguida con uñas y dientes y que a la contra a punto estuvo de matar el partido. El árbitro decretó el final del encuentro y Santo Domingo respiró aliviado por volver a ver ganar y coger aire a su equipo.

Final ganada.

Victoria de oro para los alfareros en un partido poco vistoso pero con un importante resultado en el que derrotan a un rival directo por la permanencia y pueden respirar tranquilos. Una final ganada que da moral, esperanza y alegría al equipo de casa y deja muy tocado al Mallorca que se queda penúltimo en la tabla y  ve más cerca el descenso que la permanencia.  

Con 36 puntos y fuera del descenso, los de Julio Velázquez afrontan de otra manera la siguiente final frente al Mirandés la próxima jornada en la que será clave sacar algún punto. Por su parte el Mallorca, todavía no se rinde y sabedor de la dificultad de conseguir el objetivo recibirá al Nástic en otro duelo por seguir en la categoría de plata del fútbol español.