La victoria del pasado sábado en el Miniestadi supone una gran inyección de moral para el Alcorcón, que se aleja así de los puestos de descenso y rompe una racha de casi tres meses sin ganar a domicilio. Con estos tres puntos, el equipo madrileño se distancia de los puestos de descenso con cuatro puntos de margen, al mismo tiempo que se coloca a nueve de los puestos de promoción.

Sin duda el objetivo del conjunto alfarero sigue siendo la permanencia, aunque todo el mundo es consciente que, en una categoría tan igualada como la Segunda División, cualquier racha, positiva o negativa, te hace avanzar o retroceder rápidamente en la clasificación. Lejos quedan ya esas primeras jornadas donde el equipo llegó incluso a aspirar al liderato de la liga. Sin duda no era una situación real, e incluso puede que esa presión añadida hiciera que el rendimiento de la plantilla cayera en picado, como se pudo ver posteriormente con la peor racha de la temporada.

Ahora mismo, sin embargo, el equipo está mucho más compacto y compenetrado, sabiendo que su principal objetivo es el de seguir un año más en esta complicada pero apasionante categoría, eso sí, sin descartar cualquier meta superior que pueda surgir de aquí a final de temporada. A día de hoy, se ha abierto un hueco importante de cinco puntos entre los diez primeros clasificados (el Real Valladolid es décimo con 39 puntos) y el resto (la undécima posición la ocupa el Real Zaragoza con 34 puntos).

Con esto, es más que probable que en las próximas jornadas se terminen de definir estos dos bloques de equipos, y el Alcorcón debe aprovechar un calendario bastante favorable para intentar engancharse al grupo de equipos punteros y escapar definitivamente de las últimas plazas, ya que disputará tres de los cuatro próximos encuentros en Santo Domingo y donde perfectamente puede conseguir tres victorias que le enganchen a la lucha por los primeros puestos.

Recibirá primero al Tenerife, rival al que seguro se le quiere ganar tras el doloroso 4-0 de la primera vuelta. Después visitará Santo Domingo un Córdoba en horas bajas y finalmente llegará un Real Valladolid que también se ha convertido en un rival directo de los alfareros. En medio habrá que visitar Los Cármenes para enfrentarse al Granada, uno de los equipos más en forma de la liga actualmente.

A buen seguro que el técnico Julio Velázquez avisará a sus jugadores que no se dejen llevar por la euforia de la victoria del pasado sábado, y que hay que continuar con esta línea ascendente que el equipo ha cogido en las últimas jornadas. Todo con tal de llegar lo más arriba posible en la clasificación, ya que en el equipo hay muchas ganas de sellar la permanencia mucho antes que la temporada pasada con tal de evitar el sufrimiento de las últimas jornadas.