Si a día de hoy se realizara una encuesta entre la afición alfarera en torno a cuál es el aspecto del equipo que se aprecia más débil, casi con total seguridad se podría afirmar de antemano, que la respuesta más votada sería el problema de cara a la portería rival. Es decir, la dificultad a la hora de marcar un gol. 

La temporada pasada, con el descenso como fantasma protagonista durante todo el curso, la falta de elaboración, dejaba sin ideas al equipo y el generar peligro al rival resultaba una ardua tarea. En las 42 jornadas ligueras, el Alcorcón apenas anotó 32 tantos, siendo el segundo peor de la competición en este aspecto. 

Con Julio Velázquez habiendo podido estructurar y diseñar el equipo a su gusto, en la presente temporada esos problemas ofensivos no se han tapado tampoco. Los delanteros por los que se apostó fueron Jonathan Pereira, Álvaro Giménez y Nicolao Dumitru. Este último ha durado bien poco, dado que ha salido en este mismo mercado invernal rumbo a Tarragona. Disputó un total de 12 encuentros oficiales y anotó tres goles. Posee una vibrante electricidad y fue desequilibrante en ocasiones, no siempre jugando como delantero centro puro, pero corriendo y encarando al defensor sin tapujos. Finalmente de la noche a la mañana acabó desapareciendo de los planes del míster. 

Álvaro Giménez comenzó la temporada siendo titular. Lo que parecía una apuesta segura, ha terminado por ser intermitente y en las últimas semanas no ha tenido protagonismo alguno. Las características positivas de Giménez residen en su maravilloso sacrificio con el equipo, su lucha constante en cada balón y en especial, su juego de espaldas. Frecuente es ver a un central mandar un balón largo buscándole, para que reciba de espaldas, aguante el cuero, logre arrastrar defensores y así, logre espacio suficiente para que llegue gente de segunda línea sorprendiendo. Por alto también posee un digno alcance de salto y llega bien de cabeza. Pero lo que se le ha recriminado ha sido su poca eficacia goleadora. Demasiadas ocasiones claras erradas y poca calidad para salir corriendo con el balón pegado al pie. Los remates a portería y disparos lejanos han de ser un punto a focalizar para el entrenamiento.

De la experiencia y el gran trabajo que Jonathan Pereira lleva desempeñando durante toda su carrera nadie puede dudar. El gallego es un delantero hábil y veloz, que se siente más cómodo cuando le dejan jugar con libertad, sin encasillarse entre los centrales y así además, puede aportar en segundas jugadas y dar continuidad en el juego. Salta a la vista que el juego aéreo no es su punto fuerte y en el choque o contacto físico también puede sufrir. No está teniendo el mayor acierto de cara a puerta pero Velázquez sigue apostando por él.

A todo lo mencionado anteriormente hay que añadir un nombre reciente: Asdrúbal. El canario ha llegado a coste cero tras una aventura en Australia y todavía lleva poco tiempo en el club, lo cual ha hecho que no se haya ganado una oportunidad para demostrar de lo que es capaz. 

El Alcorcón esta temporada genera mejor fútbol gracias al mayor talento de sus centrocampistas. No obstante la labor de los delanteros se antoja fundamental para no mermar la mentalidad del equipo. Fabricar 10 ocasiones de gol puede ser una losa mental si no eres capaz de materializar ninguna. Así, del modo contrario que si apenas necesitas 3 para desequilibrar al rival y perforar la red, será un plus.