Una temporada más el CD Lugo ha conseguido mantenerse en la Segunda División Española. Ya son cuatro campañas consecutivas en las que el conjunto lucense consigue mantenerse en la liga de plata y es la primera vez sin el autor del ascenso a esta categoría en el banquillo, Quique Setién.

La temporada ha estado marcada por una igualdad absoluta y eso ha hecho que los jugadores del Lugo tuviesen que sacar lo mejor de sí mismos cada fin de semana manteniéndose constantemente entre el noveno puesto y el decimocuarto en la clasificación. La salvación a falta de varias jornadas supuso una buena oportunidad para intentar entrar en los puestos de playoffs por el ascenso a Primera División, pero las fuerzas y las ganas le faltaron ante rivales mucho más necesitados.

Distintas claves han rodeado al Lugo en esta temporada 2015/2016, pero tal vez las más importantes hayan sido los cambios en el banquillo, el paso de puntillas por la Copa del Rey y varios jugadores destacables en distintas posiciones del terreno de juego.

Milla coge las riendas pero las suelta sin previo aviso

Encontrar un sucesor para Quique Setién no era tarea fácil por lo tanto había que apostar sobre seguro y buscar a un técnico con experiencia. La llegada de Luis Milla al banquillo del Lugo no hizo otra cosa que ilusionar a la pequeña ciudad gallega, ya que no todos los días un exseleccionador de la selección española sub 21 va a estar entrenando a tu equipo cada día. Su llegada armó un gran revuelo y sus métodos comenzaron a surtir efecto desde el primer momento. El técnico estaba contento con su plantilla y sabía que podía conseguir buenos resultados, pero tras varias jornadas jugando con las posiciones de los playoffs, el equipo caería a la rutina habitual.

Milla durante su enfrentamiento al Alcorcón | Foto: Rodri J. Torrellas (VAVEL.com)
Milla durante su enfrentamiento al Alcorcón | Foto: Rodri J. Torrellas (VAVEL.com)                                                           

Cuatro derrotas en cinco partidos le hicieron caer en la tabla tras un inicio arrollador, pero esto no iba a suponer que bajasen los brazos los jugadores del entrenador turolense. A continuación, llegaría una gran racha de ocho encuentros sin perder donde tres victorias y cinco empates hacían que el equipo volviese a subir en la tabla. El gran ambiente que se vivía y el buen fútbol que desarrollaba el equipo lucense hacía temer a los rivales cada visita, pero de la noche a la mañana todo se acabó.

Tras 26 jornadas ligueras y dos partidos de Copa del Rey, Luis Milla presentaría su dimisión a finales de febrero alegando “motivos personales”, los cuales fueron relacionados en todo momento por discusiones con distintas personas de la directiva, en especial el antiguo director deportivo Toni Otero. Con esta dimisión, acababa un pequeño ciclo del entrenador de Teruel donde había conseguido mantener al equipo a cuatro puntos de distancia de los puestos de playoffs y diez del descenso, además de dejar un gran trabajo realizado a su sucesor.

Durán al rescate

Ante la situación vivida con Luis Milla, la directiva rojiblanca debía moverse con rapidez y acierto para cubrir el puesto de técnico. Todo ello les llevó a fichar a José Antonio Durán, un entrenador que llevaba mucho tiempo dentro de la estructura del CD Lugo dirigiendo al equipo de juveniles y que ya dirigió en el 2004 al equipo para salvarlo del descenso en Tercera División y dejarlo al borde del ascenso a Segunda División B.

Durán en su estreno frente al Real Zaragoza | Foto: La Liga
Durán en su estreno frente al Real Zaragoza | Foto: La Liga

Con la llegada de Durán, el estilo de juego del Lugo no varió en exceso pero los resultados no fueron los mismos. El equipo consiguió mantenerse en los mismos puestos pero los fallos eran el pan de cada día en cada uno de los partidos que disputaban. Aun así, la permanencia fue conseguida por cuarto año consecutivo con bastantes jornadas de antelación y aunque estaban cerca los puestos de playoffs, Durán no supo dar con la tecla para alcanzarlos.

Con el final de la temporada, la directiva decidió no renovar el contrato al técnico lucense por lo que finalmente deberá buscarse un nuevo destino con la llegada de Luis César Sampedro.

Sin pena ni gloria por la Copa del Rey

Una de las competiciones que suele hacerse muy atractiva para los aficionados de Segunda División y categorías inferiores es la Copa del Rey. En ella ponen a prueba su potencial contra rivales de distintos niveles poniendo en juego su clasificación para la siguiente ronda en algunas ocasiones en un solo partido.

El inicio que tuvo esta temporada el Lugo en esta competición fue bastante certero. Su visita al Nuevo Arcángel le ponía ante uno de los rivales más duros de Segunda División para estrenarse. Las apuestas daban por ganador al equipo de José Luis Oltra pero tirando de coraje y estrategia, los gallegos consiguieron llevarse el encuentro por 0-1 gracias a un gol del exblanquiverde Joselu al inicio de la segunda mitad.

Los lucenses celebran el gol de Joselu en el Nuevo Arcángel | Foto: La Liga
Los lucenses celebran el gol de Joselu en el Nuevo Arcángel | Foto: La Liga                              

Pero lo que parecía ser una competición que podía ir bien y donde dar alguna que otra sorpresa terminaría en la siguiente ronda. En esta ocasión, el Lugo tendría que jugar fuera de casa de nuevo y esta vez visitarían a la Ponferradina de Yuri. El encuentro fue muy igualado entre los errores en los últimos metros y el dominio de ambos conjuntos en el centro del campo, pero si por algo destacarían los locales en la primera vuelta sería por tener a un grandísimo delantero en sus filas, Yuri, quien pondría el 1-0 en el marcador al final de la primera parte de la prórroga.

Un año más donde no se supo aprovechar la buena dinámica en esta competición y donde sirvió más a Luis Milla para probar que podía hacer en los siguientes partidos de Liga que en sacar alguna que otra alegría a la afición.

Un goleador nato frente al renacer de otro

Una de las sensaciones esta temporada ha estado en la delantera. El argentino Pablo Caballero ya tuvo una temporada de ‘adaptación’, en la que marcó siete goles y fue de los jugadores más efectivos del conjunto lucense, por lo que en esta 2015/2016 se esperaba un paso hacia delante del delantero.

Y lo esperado lo ha conseguido superar con creces. El ariete argentino ha sido uno de los quebraderos de cabeza de todas los defensas de Segunda División. Con doce goles se ha metido en el 'Top Ten' de la categoría entre los jugadores más goleadores, aunque algo distanciado de las primeras posiciones. Tal vez esto se haya dado por sus problemas físicos que no le han permitido jugar las últimas jornadas como le hubiese gustado.

Caballero antes de que comenzase el partido frente al Real Zaragoza | Foto: Andrea Royo (VAVEL.com)
Caballero antes de que comenzase el partido frente al Real Zaragoza | Foto: Andrea Royo (VAVEL.com)                     

El sustituto de Caballero en esta última fase de la temporada ha sido Joselu, quien parecía no dar pie con bola durante toda la temporada pero que finalmente ha conseguido resurgir de sus propias cenizas para liderar el ataque lucense. Entre la jornada 35 y 39, el delantero onubense ha conseguido meter cuatro de sus cinco goles en liga, a los que se sumaría el cosechado frente a su exequipo en Copa del Rey.

Dos delanteros de calidad que han sabido liderar el ataque del Lugo en distintas etapas de la Liga cuando su equipo les ha necesitado. Caballero por su parte siendo el máximo goleador y Joselu reaccionando cuando más se necesitaba un líder en la punta del ataque.

La pareja que da sentido a todo

Por último, el juego del Lugo siempre ha tenido a dos personas muy presentes tanto en su construcción de juego como en la defensa, Pita y Seoane. Ya durante la pretemporada de este curso, una de las prioridades para el presidente Tino Saqués era renovar el contrato a dos jugadores que creía que eran los pilares de su equipo, y acertó en su decisión.

Seoane y Pita posan con Saqués en la rueda de prensa de su renovación | Foto: Jesús Ponte
Seoane y Pita posan con Saqués en la rueda de prensa de su renovación | Foto: Jesús Ponte

Tanto con Milla como con Durán los dos jugadores han sido siempre imprescindibles en el once titular. La falta de alguno de ellos hacía que el equipo no estuviese bien nivelado. Desde que José Juan ponía en juego el balón, todo el rato pasaba por ellos el esférico, buscando así las mejores opciones. La mano derecha y la izquierda de su técnico sobre el terreno de juego eran ellos y así lo han demostrado en cada ataque o transición. Pero la importancia de ellos no ha quedado solo en el plano ofensivo. Su aportación a nivel defensivo ha sido igual o mayor teniendo en cuenta el sistema que siempre se ha utilizado el equipo lucense. Al subir los laterales con mucha frecuencia, ellos debían ser siempre quienes cubriesen sus espaldas y ayudasen a los centrales en todo momento cuando hubiese un contrataque.

Muchas jugadas rivales han sabido cortar durante esta temporada y muchas alegrías han conseguido darle a su afición, incluso en los últimos minutos a veces, para conseguir permanecer un año más en Segunda División y así asentar al CD Lugo en la categoría para poner la vista en el ascenso de aquí en adelante.