El balón ya ha comenzado a rodar para los jugadores lucenses y Luis César Sampedro parece que está realizando un buen trabajo en poco tiempo ya que el primer partido de pretemporada finalizó con una victoria frente a un equipo muy difícil de Primera División, el Celta de Vigo.

El inicio del amistoso comenzó con un Celta muy centrado y con una sola meta, marcar gol. Y no necesitarían mucho tiempo, ya que en solo tres minutos, el canterano Brais marcó el primer gol del partido. En una jugada que tampoco tenía mucho peligro, el balón quedó muerto tras darle al colegiado, donde se aprovechó Méndez para no darle ninguna oportunidad a Roberto de detener el esférico.

De esta manera se adelantaban los jugadores de Berizzo, quienes se adueñaron del encuentro aprovechando la velocidad de los extremos y consiguiendo que el Lugo se centrase más en mantener las líneas cerradas que en intentar algún contrataque que les pudiese dar el empate por el momento. Pero la intensidad de los primeros minutos se desvirtuaría y daría paso a un juego más pausado donde los celestes buscaban el error lucense a base de dominar el esférico y construir mediante el pase cada jugada con paciencia.

Tanto Drazic como Iago Aspas o incluso el canterano Brais pudieron marcar el segundo gol del Celta de Vigo, pero el buen hacer de la defensa de Sampedro como alguna ocasión de Roberto evitaron que eso volviese a suceder durante los primeros 45 minutos, donde el marcador se mantendría en el 1-0 a la espera de que llegase la revolución en la segunda mitad.

Una segunda parte con caras nuevas

Como es habitual en los partidos de pretemporada, ambos entrenadores introdujeron bastantes cambios en sus onces iniciales para darle minutos a otros jugadores de la plantilla y así ir viendo poco a poco cuáles pueden ser los mejores de cara a la temporada siguiente.

Berizzo observa el partido desde la banda | Foto: Alba Pérez (LaVozdeGalicia)
Berizzo observa el partido desde la banda | Foto: Alba Pérez (LaVozdeGalicia)

Las primeras ocasiones volvieron a estar del lado de los locales quienes pudieron marcar de nuevo en poco tiempo tras una jugada desde el centro del campo de Borja Iglesias que pudo darle un susto a José Juan, quien había entrado momentos antes. Pero, a pesar de esta jugada aislada, el Celta de Vigo comenzaría a perder poco a poco ese dominio del que tanto había presumido en la primera mitad y los lucenses comenzarían a aproximarse a la portería de Rubén Blanco.

Uno de los mayores problemas que siempre han lastimado al Celta han sido las jugadas a balón parado y ésta vez no sería una excepción. Tras un saque de esquina, Ignasi Miquel, saltaría sin ningún problema para marcar de cabeza sin apenas oposición de la defensa celeste, poniendo así el 1-1 el marcador.

Los problemas se le iban acumulando a los locales, que veían como el Lugo se iba creciendo por momentos y ellos no eran capaces de dar más de tres pases consecutivos. Los rojiblancos iban avisando de que querían el partido con jugadas donde pudieron adelantarse con Pita o Yelko, excanterano del Celta de Vigo. Pero sería en los minutos finales donde tanta insistencia les daría su recompensa.

Los dos protagonistas mecionados con anterioridad serían los que le darían la victoria en los últimos minutos del encuentro al Lugo. En un saque de esquina que pondría Yelko, Pita podría marcar el 1-2 dejando ver de nuevo que la defensa de Berizzo tiene un grave problema con las jugadas a balón parado. Así el CD Lugo consiguió llevarse el primer partido de la pretemporada frente a un rival fuerte y también el I Trofeo del Gran Peña.

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