El Club Deportivo Mirandés B sumó un nuevo triunfo en su feudo ante la Cebrereña este sábado (2-0) con motivo de la sexta jornada del Grupo VIII de la Tercera División. Los rojillos suman diez puntos tras un buen inicio de temporada (la tercera en esta categoría) y se sitúan en la parte media alta de la clasificación. El conjunto dirigido por Jorge Martín de San Pablo encadena tres jornadas consecutivas sin perder, con dos victorias en el Campo Municipal de ENCE (1-0 ante el San José y 2-0 frente a la Cebrereña) y un empate en Almazán (2-2). El próximo sábado 1 de octubre visitarán al Unionistas de Salamanca, uno de los equipos más fuertes de la Liga.
Diego José debutó como titular esta temporada en el once rojillo y lo hizo con buen pie. Jugó como delantero centro y, además de un buen despliegue defensivo en la presión, anotó el primer gol de la tarde que abría el marcador ante una Cebrereña bien posicionada que hasta entonces estaba aguantando el empate.
La jugada del gol se inició con un avance en conducción de Unai Arguiarro, que se internó en el área cediendo a Guillermo, cuyo duro disparo logró despejar el meta abulense, pero el balón le quedó franco a Diego José, que acertó alojándole en la red para hacer el 1-0.
La recuperación de Álex Valer es un hecho, lo que supone una buena noticia para el conjunto rojillo, que no tiene una plantilla demasiado amplia en número de efectivos. El extremo parece haber dejado atrás sus problemas físicos.
El capitán Andrés del Olmo tuvo un duro comienzo de partido, ya que debió ser atendido tras un fuerte golpe recibido en la cara tras un salto en la zona del centro del campo en los primeros minutos. Afortunadamente Andrés se recuperó y pudo continuar en el césped sin mayor problema.
La Cebrereña llegaba a ENCE con los mismos puntos que el Mirandés B (siete) y tras ganar en la última jornada disputada el derbi provincial ante el Real Ávila. El conjunto verdiblanco hizo gala de su fortaleza física en todas sus líneas, jugando con mucha intensidad y tratando de dominar desde los desplazamientos en largo y las disputas por alto.
El Mirandés B volvió a cuajar un buen partido, en la línea de otras jornadas independientemente del resultado obtenido. Los rojillos mantuvieron el nivel mostrado ante Bupolsa, Tordesillas y San José, sus mejores encuentros. Los jóvenes jugadores del filial sacaron bien el balón desde atrás a través de un juego posicional, rápido y atrevido.
Los chicos de Jorge Martín de San Pablo sabían que para ganar a la Cebrereña debían al menos igualar la intensidad de los abulenses. El centro del campo rojillo funcionó bien tanto en ataque como en defensa, imponiendo un ritmo de juego alto que favorecía sus intereses en un partido que terminaron llevando a su terreno.
Otra jornada más la zaga rojilla se mostró rápida, atenta y concentrada, concediendo pocas ocasiones de gol al rival. Las anticipaciones de Unai Ranero, Asier y Carri anularon el peligro de Terleira, que ocupó la posición de delantero centro en la Cebrereña.
Con el paso de los minutos fueron apareciendo mayores espacios en la medular, que fueron aprovechados por el centro del campo rojillo. Las incorporaciones de los interiores en conducción generaron mucho peligro y Andrés iba pudiendo maniobrar con mayor margen desde la posición de mediocentro.
Para mantener un ritmo alto de juego durante todo el partido es imprescindible que los jugadores que se van incorporando desde el banquillo continúen con la labor establecida. Tanto Álex Valer como Ricardo y Abel cumplieron perfectamente con su función y su participación resultó de gran importancia en el resultado final del encuentro.
El despliegue físico del filial rojillo fue clave para sacar el partido adelante. Un equipo joven que supo madurar el encuentro hasta encontrar sus opciones de gol para desequilibrar la balanza a su favor. Un aspecto que será importante para mantener las opciones de triunfo en las próximas jornadas ante rivales de la parte alta de la clasificación.
Tras el 1-0 el Mirandés B atravesó una fase de dudas que la Cebrereña no supo aprovechar. El equipo se echó atrás en exceso y los abulenses crearon peligro con centros desde las bandas y sobre todo en jugadas a balón parado. Afortunadamente los rojillos se sobrepusieron y dominaron el tramo final del encuentro hasta cerrar el triunfo con solvencia.
Mikel, al transformar un lanzamiento de penalti por mano dentro del área verdiblanca, selló el 2-0 definitivo que daba tranquilidad a la afición rojilla congregada en ENCE para animar al filial rojillo.
Tras la sexta jornada de Liga en el Grupo VIII de Tercera División, el Mirandés B suma diez puntos y rendirá visita el próximo sábado 1 de octubre (17:30 horas) al Unionistas de Salamanca. Se trata de uno de los equipos más fuertes de la categoría, pero los rojillos viajarán con la convicción de realizar un buen partido y consolidar su buena línea de trabajo.