La escuela de Mareo ha curtido a grandes futbolistas que han conseguido jugar en los grandes equipos del campeonato nacional. Una de sus últimas perlas es Álvaro Bustos, el pequeño extremo, en cuanto a estatura no en cuanto a calidad, es una de ellas. Con apenas 21 años ha conseguido debutar en Segunda División de la mano de Carlos Terrazas y espera rendir a un gran nivel para poder regresar a su casa, Gijón.

El Mirandés hacía oficial el pasado mes de agosto el fichaje de Álvaro Bustos, el jugador nacido en Gijón llegaba a Miranda de Ebro para jugar como cedido en esta campaña. El extremo izquierdo de 1’75 m. destaca por su velocidad y por su calidad y está llamado a ser uno de los mejores futbolistas de Segunda División. Tras la desafortunada lesión de Alain Oyarzun, del que no se espera su regreso hasta el mes de febrero o marzo, Bustos se ha hecho con un hueco en el once y está demostrando todo su repertorio en este inicio de campeonato. En siete partidos ha conseguido anotar dos tantos y ha dotado al equipo de calidad y llegada al área rival. El extremo es un auténtico incordio para la defensa rival.

Bustos logrando un golazo ante el Tenerife. (Video: You Tube)

Dos graves lesiones frenaron la enorme progresión de Álvaro Bustos

El camino de Álvaro Bustos hacia el fútbol profesional comenzaba en las categorías inferiores del Sporting de Gijón. Después de pasar por las distintas categorías, en la campaña 2011/12 le llegaba momento de su debut con el segundo equipo en el partido contra el Conquense. En la temporada 2012/13 cuando estaba entrando con asiduidad en el once se produjo su primer gran contratiempo. Estuvo fuera de los terrenos de juego durante seis meses por una rotura del ligamento cruzado anterior y de dos meniscos en su pierna izquierda. El 8 de diciembre del 2013 reapareció sobre los terrenos de juego disputando 20 minutos en el partido ante el Real Oviedo, encuentro con rivalidad especial para los gijoneses.

Álvaro Bustos con la camiseta del Sporting. | Foto: Carla Cortés - VAVEL

Cuando comenzaba a coger el ritmo de competición volvió a caer lesionado, la mala suerte se cebaba con Bustos. En noviembre de 2014 se rompió la rodilla derecha lo que le apartó del fútbol durante la friolera de ocho meses. A pesar de las lesiones, el extremo siguió trabajando en busca de una mejor fortuna con la creencia de que tarde o temprano tenía que llegar. Después de su calvario con las lesiones, en la temporada 2016/17, tras el descenso del Sporting B a Tercera División, Abelardo decidió contar con él para el primer equipo pero en agosto, viendo que las oportunidades en el club que le vio crecer iban a ser escasas, el Mirandés se interesaba por el futbolista y el equipo asturiano accedía a su cesión durante una campaña.

Bustos (11) formando con España en categorías inferiores. | Foto: RFEF

Carlos Terrazas le ha dado la oportunidad de foguearse en el Mirandés y Álvaro Bustos no lo está desaprovechando, está siendo uno de los mejores de los rojillos en este inicio de año. Bustos, el pequeño gran guaje, espera realizar una gran temporada con los mirandesistas y, por qué no, rubricarla con el ascenso para regresar al equipo de sus amores y jugar en la máxima categoría del fútbol español. El fútbol le debe una a Álvaro Bustos y este año, sin duda, se la devolverá.