Se respiraba ambiente de fútbol en Montilivi antes del pitido inicial. En los aledaños del estadio se celebraba la fiesta del socio, una fiesta que la lluvia no consiguió aguar a los espectadores. Los aficionados de ambos equipos se preparaban para el espectáculo en el que fue el primer derbi catalán de la temporada.

Desde el primer momento se vio que el Reus no se iba a encerrar atrás, intentando marcar un gol desde el minuto uno. Los de Natxo González lo tenían claro, el balón debía circular pasando por las botas de Folch, el mejor de los suyos. A partir de allí balones a los mediapuntas, Querol, Miramon y Jorge Díaz, y estos debían abrir para los laterales para colgar pelotas al área. El partido empezó con mucho ritmo, ambos conjuntos parecían nerviosos y cometían algunos errores en la entrega del balón.

Primera parte intensa, con pocas ocasiones

Parecía que el Reus estaba más asentado en el partido, pero la primera ocasión llegó para los locales. Un córner botado por Borja hacia el pico del área en el segundo palo, donde Ramalho empalmó de primeras en una medio volea que Edgar tuvo que sacar abajo cuando casi se cantaba gol. A partir de aquí parecía que el Reus dominaba el partido. El Girona aguantaba la presión en su campo y los centrales del equipo de Tarragona tocaban libremente, basculando de lado a lado y los dos pivotes defensivos, Folch y Garai, bajaban a recibir sin ningún tipo de marca.

Ya casi en el minuto 20 el Girona despertó con Coris a la cabeza, que centró para Sandaza, que no llegó a conectar bien con la cabeza y se marchó fuera sin peligro. El propio Sandaza perdonó minutos después una ocasión creada por Borja. El mediapunta gerundense arrancó desde medio campo escorándose hacia la izquierda llegando a la esquina del área, donde puso un magistral centro con el exterior a Sandaza, que remató a un lado de la portería de Edgar. Después de esto se vio poco fútbol en Montilivi durante el resto de la primera parte y en algún momento llegó a ponerse bronco con un par de entradas feas por parte de ambos conjuntos que el colegiado no vio.

Vuelta al esquema de Getafe

Con el inicio de la segunda parte parecía que ninguno de los dos equipos proponía nada nuevo. La primera ocasión de la segunda mitad no llegó hasta once minutos después del inicio de esta. Cifu arrancaba por la banda y colgaba una pelota al área, donde Longo, totalmente solo, bajaba con el pecho pero fallaba en el remate, marchándose por encima de la portería del Reus.

Ya en el minuto 59 Machín movía ficha. Salía Alcaraz en sustitución de Sandaza y el Girona volvía a jugar con el esquema de Getafe para así desatascar el partido, dándole más presencia en el medio campo, dejando a Pere Pons con mayor movilidad para crear el juego de los gerundenses. Pero al Girona le costó algunos minutos adaptarse al nuevo sistema y el Reus empezó a dominar y crear ocasiones que no supusieron trabajo para el guardameta Bounou.

A falta de veinte minutos Natxo González hizo el primer cambio, sacando del campo a Querol, que estaba muy marcado por Portu, y entrando Ricardo Vaz como revulsivo. Portu lo volvió a intentar de lejos, pero el disparo, desviado por un defensa, salió rozando el palo. Machín volvía a hacer un cambio, esta vez lateral por lateral. Coris, que había estado muy activo en la primera parte, había desaparecido prácticamente del juego del Girona, dando pie a la entrada al terreno de juego a Aday.

Final intenso

En los últimos quince minutos el partido se volvió loco, con un juego a base de pelotas largas arriba por parte de los dos equipos. En una de estas apareció Cifu, providencial al cortar un centro de Benito que remataba Vaz totalmente solo, en un fallo de marcaje por parte del Girona. Cuando parecía que el Reus tenía las ocasiones más claras y preparaba un cambio ofensivo, donde Jorge Diaz salía por Fran, el Girona marcó.

Cifu recuperaba un balón en medio campo y montaba el contragolpe, colgando un balón al primer palo, que Olmo despejaba de mala manera enviando la pelota al segundo palo, que bajó Aday con la cabeza y que Portu remató a placer con el portero ya batido. Parecía que el Reus bajaba los brazos, pero en los últimos cinco minutos una falta peligrosa a unos 25 metros de la portería del Girona hacía que Bounou interviniera por primera vez en el partido.

La falta fue directamente a la barrera, pero en la segunda jugada, cuando el Girona se replegaba, Garai recogía el balón chutando raso abajo al palo izquierdo del portero marroquí, que atajó de forma magistral, aunque tuvo que recibir atención médica por un golpe recibido en la jugada. Ya en zona mixta Bounou confirmó que solo había sido un golpe y que no tenía ninguna molestia.

Los últimos minutos fueron para los entrenadores, que hicieron cambios, uno para asegurar el resultado cambiando a Portu por Eloi y el otro para intentar empatar sacando a Edgar Hernández en sustitución de Miramon. Ya en los cuatro minutos de añadido Longo tuvo la oportunidad de matar el partido en una contra montada por Aday que combinó con Borja para darle un pase al delantero del Girona, el cual hizo un fantástico recorte al defensa del Reus en el área pequeña, pero mandó el esférico a las nubes. Así, el Girona consigue su segunda victoria consecutiva ante el Reus, el mejor equipo fuera de casa en lo que va de Liga, y sigue acercándose a los puestos de playoff.

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