Jonás Ramalho es un defensa que se caracteriza por ser solvente atrás, con una buena colocación, rápido al corte... Pero a veces también sorprende con incorporaciones en ataque en las jugadas a balón parado y anota tantos importantes para su equipo. Ayer, en el partido frente al Tenerife, cuando el marcador reflejaba el 0-1, obra de Amath N'diaye, el defensa vasco se quedó solo dentro del área en un centro de Àlex Granell que cabeceó a la red marcando todos los tiempos. Ramalho estableció el 1-1 que, a la postre, resultaría ser definitivo.

"El partido no ha empezado muy bien, nos ha penalizado que ellos marcaran tan pronto", reconocía el defensa al finalizar el encuentro. El ex del Athletic de Bilbao, sin embargo, estuvo en el momento y el lugar indicado para anotar el empate: "He tenido la fortuna de meter el gol y ayudar al equipo para empezar a meterlos en su campo". El zaguero tuvo una gran oportunidad en la segunda mitad, a la salida de un córner, que desbarató bien el venezolano Dani Hernández. "Cuando metes el primer gol tienes la fe de meter el segundo, pero el portero la ha parado bien", recordaba Ramalho.

El jugador, que empezó siendo suplente de Kiko Olivas, está aprovechando a la perfección la lesión de peroné y tobillo del jugador antequerano. Además del tanto, que sirvió para que el Girona sumara un punto y siguiera invicto en Montilivi, Ramalho sumó a su gran actuación frente al Tenerife velocidad, seguridad, contundencia y arregló algún que otro desaguisado atrás, especialmente con las internadas del velocísimo Amath. "Me encuentro bien e intento ayudar al equipo al máximo", sentenció el de Barakaldo, que ya acumula 880 minutos en liga en la actual temporada, repartidos en diez jornadas.