Se las prometía muy felices el Girona con la derrota del sábado del Getafe frente al Valladolid, que implicaba que solo tuviera que sumar un punto en las tres últimas jornadas de liga, y todavía parecía más tranquilo cuando a los 31 segundos de juego Pablo Maffeo anotaba el primero de la tarde. Parecía el día en que todo tenía que salir redondo, que tenía que cantarse el alirón. Pero el Nàstic, acuciado enormemente por su situación en la tabla clasificatoria, tiró de orgullo para remontar el partido en la segunda mitad.

El empate de Manu Barreiro a los 51 minutos de partido, tras conectar un cabezazo impecable que Bounou solo pudo contemplar, seguía sirviendo al Girona para subir a Primera División, pero motivó enormemente al conjunto grana, que ocho minutos más tarde culminaba la remontada y colocaba el segundo mediante Ikechukwu Uche, que sorprendió a todos con un derechazo desde fuera del área. El mismo jugador nigeriano ponía el Nou Estadi patas arriba con el tercero en el 69’. Tras una acción individual de Barreiro, se revolvió en el área y, a bocajarro, batía a Bounou y hacía enloquecer al público local.

Un punto para ser de Primera

A pesar del tímido empuje visitante en los instantes finales del encuentro, el marcador no se movió y el tres a uno resultó ser definitivo. Al Girona le seguirá faltando un punto para ser de Primera División la temporada que viene. Teniendo en cuenta que el Getafe, que se enfrenta en casa a Almería la próxima jornada y viaja a Mallorca en la última, lo gane todo, le bastará al cuadro de Machín empatar frente a Zaragoza, en Montilivi, o en Córdoba, en la jornada de clausura del campeonato. Aunque los de Machín lo tienen muy cerca, la Primera División tendrá que esperar.