Fútbol y justicia pueden ir de la mano o no. En muchas ocasiones no es así. Sin embargo, en otras, como sucedió ayer en el Ramón de Carranza, la ecuanimidad viene dada en el último minuto, de forma accidental, y señalando al que, hasta ese momento, había sido el héroe de su equipo. Un fallo, el único que tuvo Munir en todo el partido, en una jugada de lo más asequible para un portero, acabó decantando la balanza y haciendo inútil todo el esfuerzo defensivo de los hombres de Arrasate. A la salida de un córner, el marroquí midió mal y su despeje de puño no encontró el balón. Como consecuencia, Garrido disfrutó de un plácido remate sin oposición alguna. Balón a la red. Tres puntos que se quedan en la Tacita de Plata y jarro de agua fría para un Numancia que, sobre todo en la primera parte, podía haberse llevado la victoria incluso.

Comienzo frenético

El partido empezó con mucha intensidad. Los amarillos llevaron el peso del encuentro durante los primeros diez minutos. Fruto de ello Salvi tuvo a puerta vacía el primer tanto del encuentro. Su disparo, con Munir ya batido, se encontró con Escassi, al que Arrasate le situó de central en el primer tramo del partido. Tras el susto inicial, los sorianos se zafaron del dominio gaditano. En el minuto 20 Nacho Sánchez tuvo el gol en sus botas pero el portero Cifuentes despejó el balón. El rechace le cayó a Marc Pedraza que, incomprensiblemente, le pegó mal al balón cuando tenía la portería para él solo.

Acuña iba a ser uno de los hombres más incisivos del Numancia. Mientras, por el lado amarillo, Ortuño sería el que más peligro iba a crear. El jugador numantino probaría en varias ocasiones a Cifuentes con disparos lejanos pero sin mucha fortuna. El delantero cadista hizo lo propio con Munir pero sus acometidas no encontraron puerta. Con este resultado se iba a llegar al descanso.

El Cádiz, de menos a más

A la vuelta de vestuarios Cervera dio entrada a Garrido por Silvestre, que tenía tarjeta amarilla. El dominio territorial empezó siendo del Numancia pero las ocasiones del Cádiz. El equipo gaditano, además, fue incrementando su autoridad sobre el terreno de juego y acabó sitiando a los rojillos. Munir iba a desbaratar varias ocasiones de los amarillos. Ortuño se fue de Luis Valcarce en el 76' pero su disparo era atrapado por el guardameta rojillo.

Jagoba Arrasate parecía contentarse con el empate, sus cambios así lo indicaban. El entrenador vasco dio entrada a Callens y sacó a Nacho. De la misma manera Acuña tuvo que retirarse por un encontronazo y entró Manu del Moral en su lugar. Pablo Valcarce y Eneko Capilla tuvieron la más clara del Numancia en la segunda parte. Pero sus disparos no fueron efectivos, era el minuto 84'.

Asedio gaditano

Los momentos finales fueron de total dominio amarillo. Güiza desperdició dos mano a mano contra Munir, que hasta ese momento estaba pletórico. El primero tras pase de Álvaro y el segundo gracias a una gran acción de Ortuño. Cuando todo parecía abocado a la igualada. Un córner botado desde el lado izquierdo de la portería defendida por Munir acabó entrando en la portería soriana merced a la mala fortuna del guardameta. Los jugadores rojillos reclamaron falta de Ortuño por obstaculizar a Munir en su salida. Sin embargo, el gol era legal, ya que la acción se sitúa fuera del área pequeña, con lo que el portero sí que puede ser tocado por rivales. Con el tiempo casi cumplido el Numancia dispuso de la última ocasión del encuentro. Manu del Moral disparaba desde fuera del área potente y bien colocado, pero Cifuentes despejaba no sin problemas.