Se acabó una de las mayores cuenta atrás de los últimos años desde que Vicente del Bosque anunció que dejaba de ser el seleccionador de España. Cerca de mes y medio entre que se dio salida al salmantino, se anunció a Julen Lopetegui como su sucesor y se fue puliendo el proyecto poco a poco. Con su primera lista de convocados se vieron grandes novedades con respecto a lo visto con el anterior entrenador, que permiten vislumbrar parte de la idea que tiene el técnico vasco en la cabeza. Más delanteros, menos centrocampistas puros y, en general, mucha más verticalidad. Se lleva a esta convocatoria a muchos extremos puros, un delantero cuya especialidad es correr a la contra (Diego Costa) y los que, posiblemente, son los dos laterales más profundos con nacionalidad española (Carvajal y Jordi Alba).

Así que, para esta primeras dos pruebas, se puede esperar un fútbol que rompa esa monotonía y dificultad para superar la defensa rival que venía acusando ‘la Roja’. Para ello, eso sí, deberán prepararse para recibir más golpes de los que venía encajando. Un juego más vertical invita y permite al rival atacar más y, por tanto, generar más problemas a una defensa acostumbrada a trabajar poco. Precisamente, la selección belga se ha doctorado en este estilo de juego, buscando extremos muy rápidos a la contra (como Hazard y Ferreira Carrasco) y delanteros de remate poderoso (como Origi y Lukaku). De todo eso se vio una buena ración, sobre todo, en la última Eurocopa; durante dicho torneo, Bélgica se vio inmersa en un intercambio permanente de ocasiones en el que solo salió derrotada contra Gales.

Demasiado nuevos

La apuesta por un fútbol más vertical no es la única similitud entre los dos equipos. Tanto Julen Lopetegui como Roberto Martínez debutarán en sus respectivos banquillos en el Estadio Rey Balduino. Eso quiere decir que será su única toma de contacto con los jugadores antes de enfrentarse a la primera prueba oficial. En total, tendrán prácticamente una semana para adaptar el sistema a sus futbolistas, tiempo que debería ser suficiente para implantar nuevas ideas, pero no para cambiar el sistema de arriba a abajo. Es por ello que, si bien habrá cambios en la manera de jugar, será más que probable ver a dos equipos bastante parecidos a lo visto con los anteriores seleccionadores. Pero, ¿dónde estará el equilibrio entre lo nuevo y lo viejo?

Es evidente que los ‘diablos rojos’ apostarán por un juego de contraataque y férrea defensa; no solo porque es lo que mejor conoce una plantilla que poco dista de la que se presentó a Francia 2016, sino porque será su mejor arma para enfrentar a España. Más dudas deja, sin embargo, cómo saldrá Lopetegui al terreno de juego. Lo único seguro es que Saúl será titular (porque así lo expresó el seleccionador, ya que  no estará frente a Liechtenstein). También parece probable que el combinado español tenga una amplia posesión, siguiendo la lógica de los últimos años. Eso sí, será más que probable que otras veces ver transiciones rápidas buscando pillar a la contra a la selección belga. Todo dependerá de qué jugadores decida usar el entrenador: ¿seguirá la tradición de Del Bosque y usará un once totalmente distinto al que enfrente a Liechtenstein, o irá a buscar sus titulares?