Por fin llegó el gran día. A pesar de que Bélgica fue un rival duro, España jugará este lunes su prueba realmente seria. Será un partido esperado, sobre todo, por ser el primero oficial de la era posterior a Vicente del Bosque, y el primero con Julen Lopetegui a los mandos. Además, será la presentación del equipo en suelo español, en una mezcla de ilusión por lo bien que se ve al equipo ahora, y decepción por los malos resultados obtenidos en la última Eurocopa. Por si todo eso fuera poco, será la primera vez en ocho años que Iker Casillas no firma el acta de un partido oficial como capitán de la selección española. Más allá de este puro formalismo, es un indicativo del cambio generacional que se está produciendo en el equipo, y cuyo primer testigo será el Reino de León.

Para el encuentro, Lopetegui contará con todos los futbolistas convocados excepto Saúl Ñíguez. El centrocampista del Atlético de Madrid ha abandonado la concentración de la absoluta para unirse a sus compañeros de la sub-21, que, también este lunes, se juegan contra Suecia el pase al próximo Europeo. Por su parte, está previsto Álvaro Morata llegue al choque totalmente recuperado del golpe que sufrió en Bruselas. Aunque el parte médico señala una contusión, ya entrenó con normalidad en la sesión del domingo, y el seleccionador se mostró optimista en la rueda de prensa. En concreto, dijo que sus sensaciones eran de una completa recuperación y que estaría disponible sin mayores problemas.

El Bélgica - España marcó la ruta

A pesar de todos los condicionantes, como que Bélgica defendió francamente mal y eso permitió a la selección jugar a sus anchas, el partido del pasado jueves dejó claro lo que pedirá Lopetegui a su nuevo equipo. El estilo es básicamente el mismo que implantó Luis Aragonés en su día, y que continuó Del Bosque durante toda su era. La posesión del balón y el dominio del fútbol total seguirán siendo las piedras angulares de este nuevo proyecto que se inicia ahora. Sin embargo, el nuevo entrenador ya ha dejado algunos detalles que sí suenan a novedad. Lo más evidente es la velocidad y fluidez del juego; Thiago y Koke, con la inestimable colaboración del omnipresente Silva, manejaron a la perfección el centro del campo. Salvando las distancias, se podría decir que hubo un nivel de manejo de la pelota que recordaba al equipo que se acabó proclamando campeón del mundo en 2010.

Otro detalle que, poco a poco, se fue dejando ver el último día fue la mayor cantidad de transiciones rápidas. Tener una gran posesión de balón no impidió a jugadores muy veloces, como Vitolo o Diego Costa, intentar aprovechar los espacios que dejaba la defensa belga. Además, con la entrada en escena de Carvajal, el combinado español será mucho más peligroso por la banda derecha (como ya lo era por la izquierda gracias a Jordi Alba). Todo esto solo fue una prueba, pero el propio seleccionador ha dejado claro que el camino que están siguiendo es el correcto para buscar nuevos éxitos. Aún queda que algunos jugadores como Saúl o Asensio se consoliden en las convocatorias con la absoluta, y que regrese de su lesión Andrés Iniesta.

La segunda oportunidad de Diego Costa

En torno al delantero hispanobrasileño ha girado una de las mayores polémicas de los últimos años en el fútbol español. En 2013, con su tremenda explosión futbolística en aquel Atlético que acabaría proclamándose campeón de liga, las federaciones de España y Brasil tuvieron una intensa disputa por el delantero. Tanto fue así, que primero jugó dos amistosos con Brasil en marzo, antes de ser pretendido por 'la Roja'. Finalmente, Vicente del Bosque se salió con la suya (fue quien apostó por él), y, el 7 de noviembre de 2013, fue convocado por primera vez para vestir la camiseta roja. Sus primeras actuaciones no fueron demasiado positivas, pero el salmantino siguió apostando por buscar el jugador que Simeone había hecho brillar. Los partidos se sucedieron, y Costa seguía sin encontrarse cómodo con la selección. Sin haber conseguido un solo buen partido, fue titular en el Mundial de Brasil. A pesar de no haber estado a un buen nivel (como el resto del equipo), cuajó una buena primera parte contra Holanda en la primera jornada.

Tras esto, y con una decepcionante temporada en el Chelsea de por medio, Costa se fue cayendo poco a poco de la selección. Delanteros como Morata, Alcácer e, incluso, Aduriz le ganaron la partida. Sin embargo, su buen comienzo de este curso a las órdenes de Antonio Conte le ha servido a modo de repesca. Lopetegui ha vuelto a confiar en él, y le dio minutos en Bruselas tras la lesión de Morata. El hispanobrasileño supo cómo aprovecharlos; aunque le faltó el premio del gol, se desenvolvió bien entre los espacios que concedía la defensa belga. Además, esta vez sí se mostró más integrado con Vitolo, Silva, Koke y Thiago; en concreto, con el centrocampista rojiblanco se entendió como en su época por la rivera del Manzanares. Es evidente que, contra Liechtenstein, no lo tendrá tan fácil. Su gran reto será seguir asociándose y generando peligro contra una defensa muy cerrada y con muy pocos espacios cerca del área.

Pensando en Italia

Dejar buenas sensaciones contra Liechtenstein va más allá de este partido, de llegar con los tres puntos y de cerrar la primera concentración con buenas sensaciones. Para octubre, se guarda la gran cita contra Italia, el verdugo de la selección española en la Eurocopa de Francia. Otro equipo que estrena seleccionador, aunque con una proyección totalmente opuesta a 'la Roja'. Mientras Lopetegui coge un equipo a recuperar, con una generación de futbolistas nueva, Giampiero Ventura recoge los frutos sembrados por Antonio Conte el tiempo que estuvo al frente de la 'azzurra'. Un equipo muy sólido, capitaneado desde la defensa para construir un ataque al que ya volverán piezas tan importantes como Verrati o Marchisio. En condiciones normales, España e Italia se rifarán el primer puesto del grupo, el que esquiva la temida repesca, así que esta cita será la más importante para ambos equipos en lo que queda de 2016.

Posibles alineaciones