Con los nervios a flor de piel, tras finalizar el partido ante Venezuela acreditándolas como el tercer mejor equipo del Mundial, la delantera madrileña tan solo pudo añadir: "Lo que estoy viviendo es increíble, un auténtico sueño hecho realidad. Marcar tantos goles en un Mundial...", no fue capaz de acabar la frase. Y no es para menos después de marcar un hat-trick ayudando a tu país a alcanzar una nueva medalla. "Hoy tenía muchísimas ganas de salir y de demostrar lo que soy capaz", comentó con una sonrisa permanente.

La seleccionadora nacional Toña ha sido el principal recurso anímico durante toda la competición, así habla sobre la chica que aún no ha cumplido los 16 años de edad: "Ha pasado unos días de bajón y entre todos hemos intentado animarla. Hoy teníamos claro que había que sacarla en algún momento, que iba a salir con la rabia de no haber participado en los últimos partidos y que iba a ser su día".

Y de qué manera aprovechó los minutos que Toña le había hecho disfrutar, a lo que añadió: "Nada más había que ver cómo lo hemos celebrado cuando ha metido el primero. Todos le hemos seguido animando con un "Venga, venga, uno más, dale, Lorena". Estamos todos muy felices y orgullosos".

La joven guerra quiso, ya desde la tranquilidad, agradecer a todos los que habían confiado en ella: "Mis padres me decían que no me preocupara, que si salía a jugar, lo diese todo". Vaya si lo cumplió después de hacer tres goles al conjunto venezolano. "Le estoy muy agradecida a Toña y a todo el el equipo técnico por tratarme así de bien", finalizó Lorena con la medalla de bronce en el cuello y el trofeo que le otorgaba la calificación de máxima goleadora de la competición gracias a sus ocho tantos anotados.

Un gran futuro por delante para esta Lorena Navarro, quien, con 15 años ya ha podido conseguir su primera medalla con el combinado nacional. Esfuerzo y constancia son los principales valores que tiene bien adquiridos la delantera, que a pesar de no gozar de gran estatura, se ha convertido en un verdadero huracán y espera seguir arrasando allá por donde pase.